Pincha para ver cómo colaborar con ReDiles: publicidad útil o donaciones

Viajar corriendo.

Los viajes organizados a maratones y otras carreraspor todo el mundo se multiplican, hay un bumm del turismo especializado para corredores que es una verdadera gozada, y luego dirán que el atletismo es aburrido. Los que tenemos un trabajo esclavo, con unas vacaciones que brillan por su ausencia, no podemos permitirnos el lujo de ir a ninguna de estas carreras-turismo tan exóticas, Japón, Islandia, Finlandia, etc., y como no el viaje a la meca de todo maratoniano, Nueva York.

La economía familiar también puede ser una pega a la hora de contratar estos viajes, pero tanto l@s que carezcan de tiempo como de dinero, aún tienen la posibilidad de los pequeños viajes en nuestra propia región o las limítrofes. Estoy seguro de que no habría conocido muchos pueblos incluso de mi propia provincia, si no fuera por las competiciones. Algunas de estas poblaciones son preciosas, con impresionantes iglesias, acogedores cafés, y algunos restaurantes de buen precio, genial comida, y maravilloso entorno, recuerdo por ejemplo, comer en el fondo de los túneles de una antigua bodega en Elciego (La Rioja), pintoresco y curioso lugar.

El tener como objetivo una carrera-viaje es una gran idea por muchas razones, primero te anima a entrenar con ganas, segundo el propio viaje con todo su atractivo de conocer otros sitios, culturas, paisajes, arquitectura, museos, gastronomía, etc., es el mejor de los premios que podemos tener al esfuerzo de la carrera, y de los meses de entrenamiento. Tercero, animas a tu propia familia a que te apoye en tu proyecto atlético, pues desearán acompañarte en el viaje y tu premio será también el suyo (por permitirte que ensucies de barro el pasillo). El propio Martín Fiz dice que su mujer se pone contentísima cuando va al maratón de Nueva York, pues a ella le encanta el viaje.

Ya dije en su momento que si nos unimos y aumentamos en número, todo serán beneficios para nosotros, ahora las agencias nos preparan unos viajes estupendos, como nunca antes se había conocido, con preinscripciones, dorsal, horarios para el día de la carrera, alojamiento, y visitas a la ciudad elegida. De hecho si buscáis en internet, encontraréis páginas especializadas en este tema.

Y ya me despido con una envidia (¡de sana nada!) tamaño coliseo romano, hacia l@s que pueden hacer estas competiciones, pero no me tengáis lástima, pues cuando me jubile (sólo me faltan 20 años, ¡un momentín de nada!) sin ningún tipo de dudas me reservaré mi viajecito-carrera anual. Un saludo.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

7 Responses to Viajar corriendo.

  1. Pingback: Marco Hernández Acuña

    • Pingback: Cesar

      • Pingback: Marco Hernández Acuña

        • Pingback: Marco Hernández Acuña

  2. Pingback: Rafael

  3. Pingback: Rafael

Responder a Cesar Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Quién está en línea

    En este momento no hay usuarios online
Ir a la barra de herramientas