Una firma abrirá una planta en Júndiz para hacer abono de lombriz a partir de basura


Zizare y Udapa logran 556.000 euros de fondos Next Generation para hacer humus con peladuras de patatas y otros restos orgánicos

El humus de lombriz es el resultado de las deyecciones de la ‘Eisenia foetida’ o la roja de California. Se trata de un estiércol natural rico en nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, sodio, ideal para el perfecto desarrollo de las plantas. Este abono, que ya utilizaban los egipcios hace 10.000 años, es el preferido de agricultores que se dedican a lo ecológico pero también de particulares con huerto casero o jardín. Esa preciada tierra se logra tras un corto proceso de tiempo durante el que la lombriz recicla a través de su tracto intestinal su comida. «El humus es muy estable y muy fértil», explica Fernándo Gutiérrez Pajares, responsable de la firma Zizarea. Junto con la cooperativa Udapa capitanea un proyecto para abrir en Júndiz una planta de humus de lombriz que acaba de conseguir 556.000 euros de los fondos europeos Next Generation destinados a fomentar la economía circular.

«Estamos muy satisfechos. Es    un proyecto bonito e importante porque se consigue sacar provecho de la basura orgánica», comenta el promotor. En concreto, su explotación empleará peladuras de patata y otros restos orgánicos para conseguir un estiércol que «no huele mal, como a tierra de bosque, con una estructura porosa y resistente a la sequía».

Este proceso, denominado vermicompostaje, se desarrollará en unas compostadoras de flujo contínuo modulares que cuentan con un mecanismo automático para extraer el humus por la parte inferior «con un mínimo de esfuerzo». La idea es instalar suficientes cajas y lombrices como para poder generar  unas 700 toneladas de abono al año. Se montarán en un pabellón cerrado de Júndiz «para evitar grandes fríos y vientos» y se proponen comenzar con la producción para mediados de este mismo año. Los promotores han desarrollado el proyecto piloto en un colegio de Bizkaia.

No es la única iniciativa de vermicompostaje que se desarrolla en suelo alavés. Tres empresarias lideran un proyecto similar en una parcela agrícola en Zambrana, entre Berantevilla y Portilla. En su caso, han instalado la planta en cuatro caballones al aire libre capaces de generar 384 toneladas de estiércol procedente de lombriz al año. Y hay también una explotación en Zuia promovida por Beti Bidean. Zizarenhumusa tiene varios puntos de venta en Zuia y Vitoria.Se utilizan lombrices rojas de California y la descomposición de la materia orgánica es más rápida y la fermentación más activa. Estos invertebrados comen la materia orgánica que se eche en los contenedores y generan un abono muy fértil y en relativamente poco tiempo. En estos momentos el saco de 25 kilos de tierra de lombriz cuesta en el mercado entre 18 y 20 euros.

Sólo un millón para la futura planta de biocompost

El Gobierno vasco destinará parte de los fondos Next Generation para mejoras en la gestión de residuos a un total de 18 proyectos alaveses. La cuantía mayor, 1,8 millones de euros, se la va a llevar el centro de gestión de voluminosos, reparación y reutilización que la Diputación quiere abrir en Júndiz. También quiere implantar en la zona dos nuevas plantas de tratamiento de residuos urbanos presupuestadas en 35 millones. Sólo la de compostaje ha recibido ayuda, pero se trata de apenas un millón de euros. El apartado de subvenciones a la construcción de instalaciones de tratamiento de biorresiduos incluye 618.000 euros para la planta de compost de Asparrena.

Fuente: elcorreo.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *