Judimendi tendrá su bosque urbano comestible

El vecindario cuenta con el visto bueno municipal para este proyecto, ubicado en un jardín de la calle Santiago

De una parcela inutilizada y poco ajardinada, a un terreno con árboles frutales y otros autóctonos vascos, además de plantas aromáticas y arbustos. Un cambio que alumbrará al bosque urbano comestible de Judimendi.

El escenario, el jardín ubicado frente a los números 29 a 35 de la calle Santiago. Casi 400 metros cuadrados de terreno con muy poco, o ningún, uso. Y sin apenas árboles. Esta situación despertó, hace un año, la chispa creadora en algunas personas del barrio.

Permiso municipal

¿Por qué no transformarlo en un ecosistema que produzca alimentos de forma sostenible, naturalice un área urbana y cohesione a sus residentes? Su ubicación cercana a la asociación vecinal, en un entorno comercial de mucho tránsito y próximo a escuelas y al Bizan sumaba puntos.

Además de sus horas de luz directa, su accesibilidad a las viviendas y su toma de agua. Todo ello hacían de este jardín terreno abonado para tal fin.

Dicho y hecho. Con la ayuda de la asociación de vecinos del barrio, pusieron la maquinaria a rodar. Lo primero, solicitar los permisos municipales necesarios.

«Queremos que sea colaborativo, compartido y con un diseño que nos guste a todas las personas»

El terreno es responsabilidad del Departamento de Parques y Jardines, y requiere de una autorización de uso para su gestión. Este viernes, la Junta de Gobierno Local ha dado el primer paso en ese visto bueno. Porque desde el primer momento el Ayuntamiento no se ha opuesto a esta idea. Pero las cosas de palacio van despacio.

Judimendi no renuncia a su centro de mayores ni al bosque urbano

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Mientras obtienen el beneplácito, en el barrio tampoco están de brazos cruzados. En estos meses han organizado mesas divulgativas, charlas y encuentros varios para presentar el proyecto y recabar opiniones. «El recibimiento, en general, es muy positivo«, alaba Julia Robles, impulsora de la iniciativa, muy respaldada por la asociación vecinal.

Nueva reunión

Bosque urbano comestible Judimendi Santiago

Su intención es que sea «un proyecto de barrio, con el que toda la gente esté satisfecha». Por eso este viernes han convocado una nueva reunión. Será a las 18 horas en la sede de la asociación vecinal, en la calle Cola y Goiti, 5.

«Está abierta a todo el vecindario y comerciantes, para que sea algo compartido, colaborativo y hagamos un diseño agradable y que nos guste a todas las personas«, anima. E invita a asistir y participar «a quienes les parezca algo interesante».

Buscan a personas voluntarias para formar un grupo que convierta el bosque urbano en realidad

En la cita, además de exponer el estado actual de la iniciativa, abordarán su futuro. Sobre todo la necesidad de manos para, una vez cuenten con el beneplácito municipal, poner manos a la obra. Toda ayuda es bienvenida. No solo de Judimendi, también de otros barrios.

«Ahora es el momento de hacer un diseño y formarnos en la plantación y cuidado de esa parcela, porque son cosas que desconocemos», apunta Julia. Para ello, ya han contactado con la Red de Semillas de Euskadi, que trabajan con árboles frutales de la zona. «Variedades antiguas y bien arraigadas, y ya nos han ofrecido», agradece.

En primavera u otoño

Bosque urbano comestible Judimendi Santiago

También han hablado con la Fundación Lurgaia de Euskadi, centrada en la conservación de la  biodiversidad y el arbolado autóctono. Y la Asociación de Permacultura Kiribilore.

Con su ayuda y conocimiento, confían en que, si consiguen formar un grupo voluntario dedicado, la próxima primavera empiecen a plantar el terreno. «Para aprovechar las últimas lluvias, porque en verano no tendría tanto sentido», ahonda Julia. Tampoco habría problema si tocara retrasarlo a otoño: «Dependerá de cada persona encontrar tiempos y momentos para juntarnos».

«Queremos que la gente del barrio vea que hay menos espacios naturales de los que nos gustaría y muchos, como este, están desaprovechados. Por eso aquí, en la medida de lo posible, nos gustaría crear una plantación diversa, con una relativa densidad», sostiene Julia.

Cuando este bosque urbano comestible cobre forma, Judimendi será el cuarto barrio vitoriano en plasmar este tipo de iniciativas. Para ello, cuenta con los ejemplos de Salburua (Basalburu) y los huertos colectivos de Lakua (Lakuakolore), Zabalgana (Zabalortu) y Borinbizkarra (Asociación Ortubi).

Fuente: gasteizhoy.com

Las huertas de Basaldea abren sus puertas al público

Las visitas serán el 21 de octubre, dentro de las actividades del XVI Encuentro Cívico Alimentario

Las huertas de Basaldea abren sus puertas al público. Será el sábado 21 de octubre cuando la ciudadanía pueda visitar las parcelas de este semillero, ubicado cerca de Abetxuko, de la mano de las propias personas productoras.

Además, habrá una muestra de laboreo tradicional con tracción animal, y un mercado de producto local donde no faltará la animación musical. Una degustación de Slow Food Araba pondrá el broche de oro a la jornada festiva.

Con estas puertas abiertas de Basaldea, el semillero municipal de empresas hortícolas ecológicas, concluirá el XVI Encuentro Cívico Alimentario. Evento que se celebrará entre el 17 y el 21 de octubre en diversas ubicaciones de Vitoria-Gasteiz.

Un encuentro que permite acercarnos a la alimentación desde su origen, además de reconocer «la labor fundamental de las personas que trabajan en la producción primaria». Así lo reivindica Borja Rodríguez, presidente del Centro de Estudios Ambientales (CEA).

Actividades durante la semana

Basaldea Encuentro civico alimentario Vitoria

Con ese objetivo, además de la de Basaldea, serán varias las actividades a lo largo de la semana. La asistencia es gratuita y libre a todas ellas.

La primera será el martes 17. La cita, a las 18 horas en la Casa de la Dehesa del Jardín Botánico de Olarizu. Allí, la Asociación de agricultura ecológica de Gipuzkoa, Biolur, dará una charla-coloquio en la que presentarán las conclusiones de su estudio sobre la viabilidad de la producción hortícola ecológica.

Un día después, el 18 de octubre, será el turno de los ‘Ekin Breakfast’. Podrás asistir hasta completar el aforo en el centro municipal de empresas del Casco Medieval. La hora, también las 6 de la tarde. Y la temática, el emprendimiento en el sector primario.

El jueves 19 la Casa de la Dehesa acogerá una nueva charla coloquio. En esa ocasión será el turno de la Red de Semillas de Aragón, que contará su proyecto Bibliotecas de Semillas. Una iniciativa para compartir e intercambiar semillas de diversas variedades en espacios que atraigan gente, como las bibliotecas.

¿Qué es Basaldea?

El proyecto Basaldea es una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y engloba diferentes acciones para impulsar la agricultura ecológica local. Entre ellas está la creación de un semillero de empresas agrarias y la puesta en marcha de un canal de distribuición y comercialización de productos ecológicos.

Este semillero tiene 11 subparcelas individuales además de una parcela de uso común dónde están los invernaderos. Actualmente, hay 6 parcelas ocupadas y todas ellas tienen entre 1 y 1,5 hectáreas disponibles para cultivar. El Centro de Empresas Agroecológicas tiene además contenedores para aperos, zona de manipulado y lavado de productos y depósitos de agua, entre otras instalaciones.

Fuente: gasteizhoy.com

El ‘boom’ de los huertos urbanos en Vitoria

La horticultura de ciudad, que fomenta el cultivo y consumo de alimentos locales, gana peso en Gasteiz

La horticultura urbana es una de las prácticas que gana peso en Vitoria como fórmula para fomentar la producción y autoconsumo de alimentos locales. Los primeros fueron los de Olarizu y Abetxuko, pero a ellos les han seguido los de Lakua y Zabalgana, barrio este último que debido a la alta demanda se vio obligado a sumar nuevas parcelas en un segundo huerto. El Ayuntamiento autoriza el uso de los terrenos a personas particulares que desean tener su propia huerta cerca de casa, ya sea por cuestión de salud, alimentación saludable, recreo o actividad física.

La demanda no deja de crecer. En las huertas de Urarte, por ejemplo, hay ocupadas 214 de las 225 parcelas puestas a disposición de la ciudadanía, según la última memoria del Centro de Estudios Ambientales (CEA). La cifra claramente ha ido en aumento desde las 186 huertas ocupadas, por ejemplo, en 2019.

Luego están los 183 huertos urbanos comunitarios, que se distribuyen en tres espacios, gestionados por asociaciones ciudadanas y financiados por el CEA. En 2015 se empezó a cultivar Zabalortu en Zabalgana, con sesenta parcelas en 4.165 metros cuadrados. Tres años después surgió Lakuakolore, el más amplio de los tres, con 62 parcelas y seis mil metros cuadrados. Y el pasado ejercicio, Ortubi, también en Zabalgana, con 61 huertas cultivadas en cinco mil metros cuadrados de terreno.

También hay huertos en el campus universitario, centros cívicos, Jardín de Falerina y colegios. En unos casos, la gestión es asociativa, en otros, sale a concurso.

Son experiencias ya consolidadas a las que van sumándose nuevas iniciativas en otros barrios; la última, en Judimendi, donde el vecindario va a crear un bosque urbano comestible en a Avenida de Santiago; en este caso, enfocado a la plantación de árboles frutales, al estilo del existente en Salburua.

Fuente: noticiasdealava.eus

Evita intrusos indeseados en tu compostera

Roedores, hormigas,… y todo tipo de inquilinos acuden hasta nuestro espacio de compostaje si no realizamos una constante labor de aireación de la materia prima en su proceso de transformación en abono orgánico

Roedores, hormigas,… y todo tipo de bichos encuentran en la compostera una fuente de alimentación y nidificación ideal en caso de que no que trabajemos bien en nuestra compostera. Mantener el equilibrio entre materia verde y marrón, airear bien la materia orgánica o la falta de humedad son factores que favorecen la presencia de intrusos, pero además hay que asegurarse de que la compostera esté bien sellada para que no accedas ratas y ratones.

Fuente: eitb.eus

Judimendi impulsa su primer bosque urbano comestible

La idea es iniciar este proyecto comunitario en otoño en un terreno de la Avenida Santiago

El barrio de Judimendi quiere que su proyecto comunitario de bosque urbano comestible eche a andar en otoño. Antes, tiene que obtener la autorización del Ayuntamiento para utilizar la parcela elegida. Se trata de un pequeño jardín situado en la Avenida Santiago, a la altura de Simón Bolívar, sobre el que ahora se alzan cuatro álamos, alguno medio enfermo, señala Julia Robles, promotora de la iniciativa.

Son 390 metros cuadrados de jardín, que pretenden renaturalizar con la plantación de árboles frutales, arbustos, hierbas aromáticas, plantas medicinales e incluso setas y hongos, con vegetación propia de un bosque. “No se trata de una huerta en la que te vas a encontrar tomates, pimientos o calabacines; ni su finalidad única es producir alimentos para autoconsumo, como en los huertos ecológicos”, deja claro Julia Robles. “Un bosque urbano comestible es un ecosistema diseñado por el ser humano en un entorno urbano para producir alimentos de forma sostenible”, explica. 

Espacio comunitario, red de barrio

Ante todo, se trata de un proyecto que persigue crear un espacio comunitario, generar una red de barrio orientada al cuidado de este bosque: Por ahora, hay implicadas una veintena de personas. “Se trata de concienciarnos de que, como ciudadanía, tenemos poder para hacer cosas y conseguir una ciudad más amigable”, apunta la promotora.

Así, la iniciativa esconde varios objetivos detrás: cuidado de Vitoria mediante la naturalización de espacios urbanos, cuidado de la comunidad, del medio ambiente y hasta de la salud individual de las personas, gracias a los beneficios que tiene acercarse a la tierra, además de contribuir a frenar las consecuencias del cambio climático. “No es un mero entretenimiento”, puntualiza Julia Robles.

De momento, la idea gusta en el barrio; de hecho, ya han recogido más de un centenar de firmas de apoyo para impulsar ya esta iniciativa surgida en diciembre del pasado año, que hoy se se expone con más detalle en el bizan de Judimendi.

Espacio seguro

Tras visitar los espacios disponibles, se han decantado por la parcela de la Avenida Santiago porque reúne las condiciones idóneas para este tipo de cultivos, según la asociación Kiribilore, encargada de la parte técnica. “Un terreno con seis o siete horas de luz directa al día para los frutales; cercano y accesible desde las viviendas próximas, es decir, que no esté en una rotonda o mediana ni al lado de una carretera con tránsito, por cuestión de seguridad; que tenga toma de agua y que esté al lado de algún centro comunitario, ya sea escuela, centro de día, piso de acogida…”, enumera Julia Robles. 

Parcela elegida en la Avenida Santiago de Vitoria.

Parcela elegida en la Avenida Santiago de Vitoria.

“Sabemos que los primeros años necesitará muchos cuidados, pero la idea es que, con el tiempo, se mantenga por sí solo, como cualquier bosque”, indica.

Autorización municipal

Una vez definida la idea, falta obtener el permiso municipal, un trámite prácticamente apalabrado antes, que ahora se ha paralizado como consecuencia de las elecciones municipales, la ayuda económica solicitada e iniciar la formación, diseño y plantación. “Nos hubiera encantado hacerlo en primavera, pero como no ha podido ser;ojalá sea para otoño”, indica Julia Robles.

Judimendi se suma así a otros barrios de Gasteiz que ya han impulsado bosques urbanos comestibles en mitad de la ciudad, caso de Zaramaga y Salburua.

Fuente: noticiasdelava.eus

Huertos urbanos o tomateras en el balcón: ¿puedo comer lo que planto sin miedo a la contaminación?

Plantar verduras y hortalizas en un balcón o en un huerto urbano comunitario despierta dudas sobre la exposición de estos alimentos a la contaminación, pero las ventajas pueden superar a los inconvenientes

Vivir en una gran ciudad tiene muchas ventajas. Las grandes ciudades suelen tener más oportunidades de empleo que los pueblos más pequeños o las zonas rurales, más opciones culturales y de ocio, más opciones de transporte público y un ambiente cosmopolita con personas más diversas.

Sin embargo, cuando se trata de comer, las ciudades también tienen sus inconvenientes. Hay un menor acceso a productos frescos, más presencia de alimentos procesados y, en general, la comida es más cara y de peor calidad. Por eso muchas personas han decidido ir contracorriente y plantar sus propias frutas y verduras, bien utilizando el balcón de su casa como jardín vertical o bien haciendo uso de alguno de los huertos urbanos cooperativos que cada vez están más presentes en las ciudades. Pero, ¿son seguros y saludables esos tomates que crecen junto a los tubos de escape?

El problema de la contaminación en las ciudades

El principal culpable de la contaminación atmosférica en la mayoría de las ciudades es el tráfico rodado. Cuando los millones de coches, camiones y autobuses queman combustibles fósiles, liberan contaminantes al aire, como óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y partículas (PM). Además, en las ciudades se concentran muchas industrias que también emiten todos esos contaminantes y compuestos orgánicos volátiles tóxicos. La construcción, centrales eléctricas de gas y la calefacción en invierno contribuyen a hacer del aire de las ciudades un problema para la salud y el medio ambiente.

La contaminación atmosférica puede tener una serie de efectos negativos para la salud, entre ellos problemas respiratorios: como asma, bronquitis y alergias, y un aumento en el riesgo de enfermedades cardiacas, distintos tipos de cáncer, especialmente de pulmón, y muerte prematura.

Los contaminantes más preocupantes son las partículas en suspensión, en especial las de tamaño microscópico denominadas PM 2.5 por tener un diámetro menor a 2,5 micras. Son una mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas compuestas por diversas sustancias como polvo, suciedad, hollín, humo y productos químicos. Las partículas pueden proceder de diversas fuentes como el tráfico, la industria y las centrales eléctricas. Esta es una de las medidas fundamentales de la calidad del aire en las ciudades, y una de las que suspenden con mayor frecuencia. 

España es uno de los países con mayor contaminación atmosférica en Europa y, por ejemplo, Madrid, es una de las capitales europeas más contaminadas, con una calidad del aire que excede en dos o tres veces los límites de seguridad de partículas en suspensión marcados por la OMS.

Estas partículas están con seguridad en el aire de tu ciudad, eso quiere decir que también se depositan en los tomates y lechugas que cultivas en el balcón o en tu huerto urbano. ¿Cuál es el riesgo para la salud? ¿Basta con lavar las frutas y verduras para eliminar el riesgo? Hay pocos estudios al respecto, pero los resultados son relevantes.  

Un estudio publicado en la revista Environmental Research en 2019 descubrió que las hortalizas cultivadas en ciudades contaminadas pueden contener niveles más altos de metales pesados, como plomo y mercurio, que las hortalizas cultivadas en zonas menos contaminadas. El estudio también descubrió que los niveles de metales pesados en las verduras pueden verse afectados por el tipo de contaminación, la distancia de la fuente de contaminación y el tipo de suelo. Los metales pesados procedentes de la industria y la contaminación atmosférica pasan al aire y de ahí al agua y al suelo, por lo que las plantas pueden absorberlos y aparecer en sus hojas.

Sin embargo, se han realizado innumerables estudios científicos al respecto, ya que hace años existía una gran preocupación por los metales pesados. Lo que se comprobó es que los niveles de toxicidad nunca se superaban salvo en casos de contaminación extrema, como por ejemplo plantas regadas con aguas residuales de una fábrica. Esto quiere decir que apenas hay motivos de preocupación derivados de los metales pesados respecto a los tomates de balcón y las lechugas de huerto urbano.

Además del suelo y el agua, la contaminación del aire también puede dañar las hojas de las verduras, haciéndolas menos nutritivas, según un estudio publicado en la India, un país con un grave problema de contaminación atmosférica. El daño a las hojas puede ser producido por una variedad de contaminantes, incluidos el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. Una solución a este problema es seleccionar las variedades de verduras más resistentes a cada uno de los contaminantes y evitar las más sensibles, dependiendo de qué tipo de contaminación haya en tu ciudad. 

ContaminanteSensibleTolerante
Dióxido de azufreJudías, Brócoli, Cebolla, Patata, Rábano, Espinacas, Maíz dulce, TomateRemolacha, Pepino, Lechuga, Zanahoria
OzonoJudías, Brócoli, Cebolla, Patata, Rábano, Espinacas, Maíz dulce, TomatePepino, Cebolla, Maíz dulce, Guisante, Col
Nitrato peroxiacetílico (PAN)Judía, Apio, Lechuga, Pimiento, Espinaca, TomateBrócoli, Col, Coliflor, Pepino, Cebolla, Rábano, CalabazaPepino, Cebolla, Maíz dulce, Guisante, Col
CloroJudía, Apio, Lechuga, Pimiento, Espinaca, TomateBrócoli, Col, Coliflor, Pepino, Cebolla, Rábano, Calabaza
AmoniacoMostazaTomate

Otros contaminantes presentes en las ciudades son los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (PAH). Estos compuestos se forman cuando se quema materia orgánica, incluido el carbón, la gasolina y el tabaco. Por tanto, se encuentran en las emisiones de los vehículos y las industrias, y contaminan aire, el agua y el suelo. Los PAH son terribles para la salud: aumentan el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas, respiratorias, neurológicas y reproductivas. ¿Están presentes en nuestras verduras urbanas?

Un estudio realizado en São Paulo, en Brasil, otra ciudad muy contaminada, examinó los contenidos de PAH de las verduras en los huertos urbanos de esta capital. Los resultados son esperanzadores: durante 45 días, las espinacas y berzas criadas en los huertos no tenían concentraciones significativas de HAP en sus hojas, y solo un huerto tenía niveles más elevados. Los niveles medios fueron inferiores a las normas holandesas de calidad del suelo para uso agrícola.

Sin embargo, los resultados en Nanjing, la ciudad de China, durante 90 días mostraron que las concentraciones de PAH en en las hojas lavadas de espinacas y berzas podrían ser potencialmente cancerígenas para el consumo diario. Hay que tener en cuenta que los valores de contaminación en las ciudades chinas están entre los más alta registrados en el mundo.

Estos estudios sugieren que la contaminación atmosférica puede repercutir negativamente en la calidad de las hortalizas cultivadas en las ciudades, pero es muy poco probable que sean perjudiciales para la salud. 

Cómo evitar los contaminantes en tus verduras

Si te preocupan los efectos de la contaminación atmosférica en las verduras de tu huerto urbano o balcón, hay algunas cosas que puedes hacer para reducir el riesgo:

  • Elegir verduras menos sensibles a la contaminación atmosférica, como las de hoja verde o las de raíz.
  • Cultiva las verduras en un lugar protegido de la contaminación atmosférica, como detrás de una valla o en un patio.
  • Utiliza plantas de cobertura para ayudar a filtrar la contaminación atmosférica.
  • Riega las verduras con regularidad para eliminar los contaminantes que puedan haberse acumulado en las hojas.

La medida de protección más evidente es lavar las frutas y verduras. Según un estudio publicado en Science of the Total Environment, lavar los productos agrícolas con detergente antes de consumirlos elimina los depósitos superficiales de tierra contaminada con plomo, e incluso el agua corriente puede eliminar la mayor parte de las partículas de hollín que pudieran haberse depositado. 

Otra forma de proteger las verduras de la posible contaminación del suelo es, bueno, plantarlas lejos del suelo. En los huertos urbanos de Prinzessinnengarten en Berlín las verduras se plantan en cajones de madera sobre patas, con lo que se consigue controlar por completo la composición y la seguridad de la tierra utilizada. 

Plantar las verduras en un balcón o un huerto urbano puede tener una ventaja añadida para nuestra salud. En concreto, usando abono natural en lugar de fertilizantes artificiales conseguiremos una mayor concentración de nutrientes. Un estudio comparó la lechuga plantada mediante hidroponía comparando dos tipos de soluciones: una inorgánica con fertilizantes químicos y una orgánica derivada de restos de pescado. El resultado fue que los contenidos totales de clorofila, caroteno, compuestos fenólicos y flavonoides, así como la actividad antioxidante, fueron significativamente superiores en la lechuga cultivada con la solución orgánica en comparación con la inorgánica. 

Los huertos urbanos son, además, espacios sociales donde se fomenta la cooperación. Una revisión de estudios de los efectos de los huertos comunitarios encontró que, en la mayoría de los casos, esta actividad estaba asociada a una mayor ingesta de frutas y verduras, y con resultados psicosociales positivos en la comunidad. 

No tengas miedo a hacer tu ciudad un poco más humana y anímate a plantar tus propias verduras. Tu salud te lo agradecerá. 

Fuente: eldiario.es

Instalan refugios para fauna que ayudan a controlar plagas en Vitoria

Con las cajas colocadas en Aberasturi y Bolívar, erizos, aves y murciélagos incrementan la productividad agrícola

El Ayuntamiento de Vitoria ha instalado varios refugios para la fauna silvestre en las entidades locales menores de Aberasturi y Bolivar. Con la iniciativa, erizos, aves y murciélagos ayudan a controlar plagas y así incrementan la productividad agrícola. La iniciativa se ha desarrollado bajo el proyecto europeo ‘Urban Klima 2050’, en el que participa el Centro de Estudios Ambientales del propio Consistorio.

A finales del pasado invierno se llevaron a cabo sendas actuaciones en fincas de producción agrícola ecológica de Aberasturi y Bolívar. En la primera de ellas se instalaron tres postes con dos cajas nido para quirópteros y una para páridos en cada poste; y tres refugios para erizos. En las fincas de Bolívar se colocaron 15 cajas nido para aves insectívoras colgadas del arbolado de ribera dado que se trata de un entorno cercano a espacios forestales, mucho más atractivo para otro tipo de fauna como las rapaces o los murciélagos.

La función de las cajas nido es atraer a las distintas especies objetivo facilitando así la presencia de páridos y quirópteros en la cercanía de los cultivos. Tanto los páridos como los murciélagos de nuestro territorio son especies insectívoras que colaboran en el control de plagas dañinas para los cultivos. Un murciélago puede comer hasta 1.200 mosquitos por hora alcanzando un consumo equivalente a su peso corporal en una noche. Además, los postes, con siete metros de altura, pueden ser utilizados como posaderos para aves rapaces que también tienen su función de control biológico de animales dañinos para la producción hortícola.

Control de roedores

Uno de los factores limitantes identificado por las productoras de Aberasturi es la presencia de roedores que comen la parte aérea de las plantas cultivadas a la vez que cavan galerías con lo que se daña también la parte radicular, fundamental para el correcto desarrollo del cultivo. Tanto los erizos como las rapaces diurnas (cernícalo) y nocturnas (mochuelo, lechuza) son animales que se alimentan, entre otras cosas, de pequeños roedores colaborando de esta manera a limitar su expansión poblacional.

Fuente: elcorreo.com

Álava planta su huerta

Mayo es el mes de la siembra por excelencia y, entre sus muchos cultivos, el tomate y el pimiento son los reyes

Carlos Rosell Goyenechea tiene las manos llenas: 104 plantas de pimientos de Nájera, gernika e italiano, 26 de tomate híbrido, ojo de buey y tomata, y media docena de calabacines. Y en unos días volverá a por cebolla y puerro. Su terreno en Alesanco, un pueblo riojano, le espera.

Porque, como cada mayo, Álava planta su huerta. No en vano, San Isidro Labrador (15 de mayo) es el patrón de los agricultores. El aumento de las horas de luz directa y de las temperaturas aceleran la germinación, crecimiento y fructificación de las plantas. Así que toca prestar más atención a la tierra.

Filas en Simón Bolívar

Desde finales de abril, pero sobre todo a lo largo de este mes, son cientos los alaveses que adquieren infinidad de plantas y semillas con las que sembrar huertas y fincas. Saben que, en función de la climatología, para finales de julio o primeros de agosto, degustarán sus frutos. Una recolección que, si el año es bueno, podría prolongarse «incluso hasta octubre», señala Martina, de Agroquímicos Ochoa, en la calle Logroño.

«A mis nietos les encanta el tomate, lo cogen de la planta y hasta se lo comen tal cual», presume Carlos. Este fin de semana acudirá a la huerta. Sabe que por delante le esperan semanas de trabajo y cuidados, pero lo hace encantado.

«Por las mañanas, pronto, atiendo a las gallinas y luego ya al huerto a plantar«, sonríe bandeja en mano. En ella deposita cada pequeña planta de pimiento. «Luego les echo una gotita de agua y, hasta que las ponga en tierra, aquí me aguantan mejor que en la bolsa», explica, buen conocedor de la materia.

Alava plantas huerta mayo

Con el carro también cargado, se despide del mercado de la plaza Simón Bolivar. Ahí, cada jueves y sábado, los puestos de plantas y flores hacen su agosto en mayo. Desde bien temprano, las filas de gente salpican el paisaje matinal.

¿Qué buscan? Las plantas de temporada. Aunque algunas como la lechuga, el nabo, el puerro, la espinaca o el perejil se pueden cultivar todo el año, son más fáciles en esta época.  Más exclusivas de primavera resultan el pepino, calabacín, acelgas, fresas, zanahorias y, los más demandados, tomates y pimientos. Sin olvidarnos del melón o la sandía.

Alava planta huerta mayos

O la calabaza, que es lo que ha comprado Víctor: «Tengo un huerto en Arbulo con mucha sandía injertada en calabaza, y no veas lo grande y buena que sale». Nerea, en cambio, es fiel al tomate. Rosa, raff, corazón de buey o cherry. Todos le gustan. «Es que los de huerta no tienen nada que ver con los que compramos en las tiendas. Tienen un sabor…», compara.

Precios y consejos

Unas y otras variedades abarrotan los mostradores. Los precios oscilan. Hay plantas de pimiento a 0,16 euros y de tomate a 0,60, por ejemplo.

Alava plantas huerta mayo

El puesto de Alberto, de Belorado, tiene una gran demanda.

Alberto, en su stand del municipio burgalés de Belorado, no da abasto. Despacha plantas por docenas y no escatima consejos a la clientela. «Estos injertos los podéis tener una semana en este recipiente para que agarren mejor, porque con este tiempo… Y los tomates tenéis que desnietarlos todas las semanas, con la guía arriba cortada. Si no, no hay quien lo controle», ilustra.

El riego este verano es un tema que preocupa a parte de la clientela

Eva y Josu escuchan atentos sus palabras. Son habituales y no es la primera vez que sus recomendaciones les ayudan. «Nos comentó cómo poner en invierno las espinacas, cogimos unas plantitas y hemos tenido para comer un montón, muy buenas», confirman. Su idea inicial de 10 plantas de tomate híbridos se ha convertido también en acelgas, pepinos, lechugas e injertos.

«Al final terminas cogiendo más cosillas, y eso que este año han aumentado algo los precios. Pero nosotros tampoco tenemos demasiado espacio, un pequeño hueco en Armentia, y con esto es suficiente. Además, a ver cómo está este año el tema de regar…», advierten.

El riego, clave

Alava plantas huerta mayo

Francisco tiene una gran variedad de flores en esta época.

Porque el riego es fundamental para que haya frutos. Es una de las tareas indispensables que también toca acometer este mes. En mayo, también toca entutorar plantas como las judías o los tomates, que suelen alcanzar una gran envergadura.

Plantas para combatir las plagas que también afloran en esta época

Sin olvidarse de preparar, oxigenar y abonar la tierra (si no se ha hecho en marzo y abril), eliminar las malas hierbas y combatir las plagas, que, al igual que las plantas, también florecen en estas fechas. La naturaleza revive y con ella asoman pulgones, gusanos, cochinillas o babosas, entre otros.

Plantas como la capuchina, citronela, albahaca o lavanda pueden ayudar a combatirlas, ya que su aroma crea una barrera natural que les mantiene alejados.

También son bienvenindos los geranios antimosquitos que Francisco tiene en su puesto de flores, traídas desde su vivero en Arkaia. En él no faltan petunias, clavelinas, rosales, espinos de Cristo, alegrías, dimorfotecas, tajetes o dipladenias. Tampoco romeros, fresas o arándanos. «La gente compra mucho ahora para los balcones o jardines. Aunque vienen más si el día está soleado», asume.

Alava plantas huerta mayo

Tiene claro que mayo es el mes por excelencia para vender este producto. «Ahora todo el mundo quiere plantar. Y este año, con el tiempo que ha hecho, las plantas aguantarán algo más, porque otras veces para mediados de mayo ya había menos. En junio ya la gente está, o plantando, o pensando en sus vacaciones», asume. Mientras, atiende a Txus, que se lleva 4 geranios hiedra y 1 sufinia. «Para alegrar el balcón», confirma risueña.

Francisco aprovecha para dar una breve masterclass: «Las sufinias necesitan más agua y las gardenias menos. No conviene juntar flores que necesitan cuidados diferentes».

Cultivos en balcones y terrazas

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En Agroquímicos Ochoa, en la calle Logroño, les traen las plantas de Navarra.

Conocimientos indispensables para alcanzar un resultado óptimo. Tanto decorativo, en el caso de las flores, como alimenticio, en los cultivos. Por eso Martina y Luis Mari ayudan en lo que pueden a quienes se acercan hasta su negocio en la calle Logroño, que cumple casi tres décadas. «Hace años, teníamos filas que llegaban hasta la antigua estación de autobuses. Ahora es más un goteo», se resigna.

«Hay bastante gente que cultiva las semillas en jardineras en sus balcones y terrazas»

Aun así, no faltan los asiduos. Es la época más potente para el campo. No solo para sembrar los cultivos más propios de verano. «Un poco más adelante, en junio y julio, toca plantar la de invierno: berza, coliflor, brócoli… Todo lo que crece en esos meses y que recogerás en enero, febrero o marzo. Así que estos son meses de mucho trabajo», confirma Martina.

Ella misma suele recoger lo que su marido planta en la huerta del pueblo. «Y eso que soy muy urbanita, pero con los años he ido aprendiendo mucho», admite entre risas. A ellos acude gente experta en las lides agrícolas y también novatos en la materia. Y, como en muchas otras cosas, han notado cómo los tiempos evolucionan.

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Ya no solo plantan en las huertas. «Hay bastantes que cultivan en sus balcones y terrazas, tienen una jardinera o una mesa de cultivo y ahí ponen las semillas. No les saldrá un fruto tan grande, pero algo crece y les gusta», asume. Asi, en función de sus necesidades, hay quien adquiere 50 plantas de tomate y quien requiere solo de una.

En cuanto a precios, los sobres de semilla cuestan 1,90. El tomate está a 0,50, el pimiento a 0,15 y la lechuga a 0,10. Todas sus plantas proceden de un vivero navarro en Carcar. «Si fuera más caro, la gente tampoco se animaría porque si sumas abono, productos fitosanitarios y herramientas, se incrementa mucho. Y, por mucho que te guste estar al aire libre, no compensa», concluye.

Fuente: gasteizhoy.com

Leguminosas contra el cambio climático

La tesis doctoral del ingeniero agrónomo, David Soba, tiene como objetivo conocer mejor las alteraciones y las reacciones de este tipo de plantas debido a factores ambientales

El cambio climático está en el punto de mira de muchas líneas de estudio y, en fechas recientes, se ha dado a conocer los resultados de una tesis doctoral, presentada en la Universidad Pública de Navarra, que analiza las alteraciones que sufren los cultivos de leguminosas debido al cambio climático y sus mecanismos de adaptación.

La investigación es del ingeniero agrónomo, David Soba, y el estudio de campo se ha centrado en la alfalfa y la soja. Estas plantas tienen una función de fijación de nitrógeno que tiene lugar en los nódulos y de ahí la vía iniciada en este trabajo de investigación. Soba sometió a las plantas a distintos grados de estrés asociados al cambio climático -elevado CO2, sequía, ola de calor y la combinación de estos dos últimos- y analizó su respuesta a diferentes niveles.

En este trabajo se ha descrito por primera vez la función antioxidante de la vitamina E en nódulos de leguminosas. Las leguminosas ocupan el 15 % de la superficie mundial cultivada, solo por detrás de los cereales, y en Europa solo de ocupan el 1,5 % de la superficie agraria europea.

Aranzadi descubre nuevas especies de escarabajos protegidos en Álava

Debido a la escasez de arbolado maduro en Europa, varias especies están protegidas.

La sociedad científica Aranzadi ha descubierto nuevas especies de escarabajos protegidos en los montes de Álava. Estos escarabajos son llamados saproxílicos y viven en árboles viejos y maduros o madera en descomposición. Limpian el bosque de madera muerta y adquieren sus nutrientes al comérsela. Algunos también actúan como polinizadores. Debido a la escasez de arbolado maduro en Europa, varias especies están protegidas.

Para conservar estas especies, Euskadi ha declarado 19 espacios Red Natura 2000 (RN2000) en los que la biodiversidad forestal es clave. Sin embargo, todavía hay varios conocimientos básicos por descubrir en estos enclaves RN2000, como determinar dónde viven los escarabajos protegidos y amenazados.

En total, se han encontrado tres especies protegidas: el gran capricornio, la rosalia y el ciervo volante. La rosalia se ha encontrado en todos los RN2000, el ciervo volante en todos menos en Urkiola, y el gran capricornio solo en Garate-Santa Barbara y Urkiola. Además, se ha obtenido la distribución de otras 13 especies de escarabajos saproxílicos de identificación sencilla y de interés comunitario.

Hasta el inicio del proyecto, los RN2000 de Arno, Garate-Santa Barbara, Sierra Sálvada y Urkiola eran bastante inexplorados. Por ello, el objetivo fue prospectar estos cuatro espacios medioambientales en busca de especies saproxílicas protegidas. Este proyecto fue financiado por el Gobierno Vasco y llevado a cabo por investigadores del Departamento de Entomología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Fuente: gasteizberri.com