Llega el invierno ¿qué podemos cultivar con el frío?

Con la llegada del invierno, las huertas parecen decir adiós a las grandes recolecciones que nos traen el verano y el otoño, excepto alguna verdura veraniega que pueda seguir coleando en los invernaderos.

No obstante, también el invierno es época de recolección de unas cuantas hortalizas, como por ejemplo puerros, escarolas, y todo tipo de crucíferas o brasicáceas (berzas, coliflores, brócolis, coles de bruselas,…).

Además, el comienzo del invierno es una época ideal para sembrar cantidad de plantas.

En mi caso particular, suelo aprovechar esta época para sembrar ajos y habas, que se recogerán al final de la primavera, y algún tipo de abono verde como lo puede ser cualquier clase de leguminosas, que tienen la propiedad de fijar al suelo gran cantidad de nitrógeno del aire.

Hay que tener en cuenta también que los cultivos de invierno suelen ser atacados muchísimo menos por las plagas. Por ejemplo es habitual ver las crucíferas acribilladas en el otoño por las pulguillas, y sin embargo el número y actividad disminuye drásticamente en cuanto llegan los primeros fríos un poco fuertes. Hay quien no se puede resistir a llenar las plantas de venenos en cuanto ven algún «bicho» sobre ellas (aunque sean beneficiosos para la planta), mientras que conociendo un poco la fauna de la huerta, y sus costumbres y debilidades, podríamos prescindir de esos venenos que tanto daño colateral hacen.

También puede ser el invierno una buena época, dada la menor actividad, y menor o nula necesidad de riego, para dedicarse a otras tareas como la organización de las rotaciones del próximo año, o para hacer esas pequeñas reparaciones para las que nunca teníamos tiempo (aunque ahora, con la reducción de horas de sol, tal vez tampoco nos sobre demasiado tiempo de horas de luz).

El hortelano, si no lo quiere, nunca tiene tiempo para aburrirse.