Aplicación adecuada de los aportes de riego en nuestro huerto urbano

El exceso de humedad y la sequía no son buenos aliados de las plantas, pero una planta que sufre falta de agua es más fácil de recuperar que la que está encharcada

Ahora comienza una etapa muy productiva en la huerta es lo mismo que tengamos una gran parcela, unos bancales o cultivemos en mesa o en balcón y una de las cosas más complicadas cunado cultivamos es ajustar el riego. Sin entrar en explicaciones muy técnicas hay que tener en cuenta que la cantidad y la frecuencia dependen de diferentes factores:

-Especie

-Etapa del crecimiento de la hortaliza

-Estación del año

-Fenómenos meteorológicos

· Las hortalizas son muy sensibles tanto al exceso de humedad como a la sequía. Una planta que sufre falta de agua es más fácil de recuperar que una planta que tiene exceso, ya que sus tejidos se reblandecen pudiendo llegar a morir o se nos genera un problema de hongos si la temperatura ambiental es alta.

· Los riegos siempre se realizarán a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Yo soy más partidaria de regar a primera hora del día ya que de esta manera la planta tendrá el agua a su disposición cuando más la necesitan en las horas de mayor temperatura y transpiración. Conseguiremos que las raíces no estén con excesivo calor y que el excedente se evapore consiguiendo así prevenir los hongos.

· Nunca riegues en las horas centrales del día cuando las temperaturas son las más elevadas y provocarán en la planta un exceso de transpiración, causándole estrés y perdiendo gran parte del agua en la evaporación. También se corre el riesgo de mojar las hojas y generar quemaduras en la misma.

· Conoce qué tipo de suelo tienes. Los arenosos filtran con mayor facilidad el agua. Los arcillosos retienen el agua y pueden provocar encharcamientos y con ello asfixia radicular.

· Asocia las hortalizas sí, pero en la medida de lo posible con necesidades hídricas similares para ajustar mejor los riegos.

· Unos días antes de la cosecha paraliza o disminuye los riegos, así evitaremos que los frutos tengan una pulpa poco consistente, muy acuosa y conseguiremos que se conserven mejor.

· Mucho cuidado con el viento y más aún si es viento Sur, éste reseca el suelo y las plantas muchísimo más que un día de calor y sol. Tenerlo en cuenta para aumentar el riego o dar dos ese día. Uno será normal y el otro más corto de rescate.

· Cuando la planta está recién trasplantada o es muy joven, se deberá regar con frecuencia, ya que es imprescindible que no le falte la humedad en ningún momento o se secará y morirá.

· Las hortalizas de hoja y las crucíferas (coles, coliflores, lombarda…) necesitarán mayor cantidad de agua los 20 días antes de alcanzar su madurez. Durante el cultivo demandan riegos cortos pero frecuentes. Les gusta tener el sustrato fresco (en tempero).

· Las hortalizas que dan fruto como los Solanáceos tomates y pimientos, las Cucurbitáceas calabacín, calabaza y pepino, las Leguminosas judías guisantes y habas demandan un aumento del riego desde la formación de la flor y durante el desarrollo del fruto.

· Las hortalizas de «raíz» como los rabanitos, zanahoria, no son exigentes en el riego durante el desarrollo de la planta, pero hay que aumentar éste cuando la «raíz» comience a crecer.

· Las liliáceas recibirán riegos largos y espaciados al principio de su plantación y cuando se empiecen a formar los bulbos seguirán siendo espaciados pero cortos ya que son sensibles al exceso de humedad.

Fuente: eitb.eus

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