Interesante el estudio que se publicó en el International Journal of Biological Sciences, en el que se analizan los efectos que produce en ratas la alimentación con 3 variedades diferentes de maíz genéticamente modificado.
En el apartado 5, de conclusiones, dejan claro que no se pueden generalizar los efectos que pueden producir los alimentos genéticamente modificados, ya que cada uno de los tres tipos de maíces transgénicos analizados produce trastornos diferentes en los órganos de las ratas alimentadas con ellos.
También dejan claro que se encuentran residuos de los pesticidas (herbicidas o insecticidas) integrados en cada variedad de maíz analizada, que nunca han formado parte de la dieta humana o animal, y que no se conocen los efectos que su ingestión a largo plazo pueden producir.