Un buen alcorque, vital para el desarrollo del árbol en la ciudad

Este espacio al pie de tronco del árbol, tiene un radio de unos 50 cm., y la técnica agrícola, Eli Bilbao, nos da una serie de consejos sobre su mantenimiento óptimo para la especie arbórea

Los frutales de cultivo son arboles injertados que proporcionan una parte radicular resistente, que se adapta al suelo donde lo vamos a cultivar, y una parte aérea que nos da la variedad de fruta que buscamos.

El pocillo o alcorque, en este tipo de cultivos busca que la zona del injerto esté aireada y seca el mayor tiempo posible para que no se dé pudrición en esta área tan sensible. También evitaremos dañar el frutal en los momentos de desbroce ya que el alcorque tendrá un diámetro de unos 50cm y esto evitará que lleguemos al tronco con la cuchilla o la pita de corte.

Los árboles urbanos viven en un entorno de asfalto donde la compactación del área donde vive su sistema radicular es inevitable por lo que el tránsito del agua y el aire se haría imposible sin estos minúsculos espacios llamados alcorques por donde se cuela el aire y el agua de lluvia o riego.

Los alcorques óptimos serían:

  • El estabilizado que es un material que cubriría toda el área destinada al alcorque sin ningún desnivel para el peatón, lo que evitaría caídas o tropiezos. Su composición permite una buena permeabilidad del suelo, y la infiltración de agua sin encharcamientos y aunque se pise no compacta la zona de tierra bajo él. Por su flexibilidad facilita el crecimiento del árbol sin roturas de los bordes. Y en él no se acumulan residuos.
  • El verde que consiste en delimitar un espacio para el alcorque y sembrar o plantar en él de manera asociada al árbol.

Fuente: eitb.eus

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