Huerto urbano: Recolectamos fresas y ampliamos la huerta con tomates convento y pimiento dulce de landas

Además, de la mano de Iñaki Febrero y Amaia Jiménez, damos tratamientos preventivos y curativos contra el pulgón, para cuidar nuestras plantas

Ya estamos en Junio, y las tormentas de verano están pasando factura a nuestro huerto, porque ya saben que no es bueno el cambio térmico tan grande que se está dando en los últimos días, con frío en las primeras horas, un calor intenso en las horas centrales y las lluvias torrenciales de la tarde. Sin embargo, nuestras plantas están fuertes ante el temporal, y están creciendo a buen ritmo.

Además aprovechamos este inicio de junio para seguir recolectando fresas, que estamos teniendo una cosecha muy productiva desde hace un par de meses, compartidos con algunos de los pajarillos que visitan la terraza de Cadena SER Vitoria. Ahora estamos a la espera de las frambuesas, que se alargó la pasada cosecha hasta enero, por lo que aún el frambueso está descansando y va un poco tardío, pero pinta bien. Así que lo único que les hacemos es echar abono natural para que la planta se alimente y siga creciendo.

Por otro lado, en nuestra mesa grande quitamos la acelga que se ha llenado de pulgón, normal por la alteración térmica al confundirse las planta que piensan que se ha terminado el verano, al igual que las cebollas que se han subido. Mientras mantenemos la planta de tomate cherry y las dos lechugas, al menos hasta el mes que viene que las recolectaremos. A lo que sumamos 4 nuevas plantas que nos traen Iñaki Febrero y Amaia Jiménez, se trata de dos variedades de la red de semillas del País Vasco, tomate convento y pimiento de dulce de landas.

Por último, revisamos nuestra mesa de las culinarias, en la que tenemos sembradas diferentes plantas de especias y cosechamos un poco de cilantro, perejil y ajo fresco. Además de regarlas y echar abono natural para que sigan creciendo e ir recolectado durante todos los meses a medida que vamos necesitando. Mientras los semilleros que estaban en la redacción les hemos buscado una nueva ubicación en un huerto cercano para que den los frutos.

TRUKI-TRUKI

En el truki hablamos sobre varios tratamientos preventivos y curativos para el pulgón, mildeo polvoso y oídio, que es un tipo de hongo, entre otros. Amaia Jiménez nos trae remedios a base de leche desnatada, cola de caballo, purín de ortigas, cuidado con este ya que al hacerlo desprende muy mal olor como nos dice Iñaki Febrero, e hilo de cobre, con el que hay que tener mucho cuidado porque además de alimentar a la planta y darle tratamiento preventivo curativo le estamos metiendo metales pesados que son acumulativos y se quedan en la tierra.

Receta divertida con verdura aburrida

En la receta divertida con verdura aburrida seguimos experimentando con el ajo negro, al igual que el mes pasado. Hay que decir que la receta que nos ha traído este mes Amaia Jiménez se puede comer fresquita en estos días de calor o templada. Se trata de un puré de calabaza, que después de triturarla debe pasar por la sartén para que vaya a ebullición, y ya luego añadirle el queso y ajo negro para darle sabor y el crujiente final.

Fuente: eitb.eus

Judimendi impulsa su primer bosque urbano comestible

La idea es iniciar este proyecto comunitario en otoño en un terreno de la Avenida Santiago

El barrio de Judimendi quiere que su proyecto comunitario de bosque urbano comestible eche a andar en otoño. Antes, tiene que obtener la autorización del Ayuntamiento para utilizar la parcela elegida. Se trata de un pequeño jardín situado en la Avenida Santiago, a la altura de Simón Bolívar, sobre el que ahora se alzan cuatro álamos, alguno medio enfermo, señala Julia Robles, promotora de la iniciativa.

Son 390 metros cuadrados de jardín, que pretenden renaturalizar con la plantación de árboles frutales, arbustos, hierbas aromáticas, plantas medicinales e incluso setas y hongos, con vegetación propia de un bosque. “No se trata de una huerta en la que te vas a encontrar tomates, pimientos o calabacines; ni su finalidad única es producir alimentos para autoconsumo, como en los huertos ecológicos”, deja claro Julia Robles. “Un bosque urbano comestible es un ecosistema diseñado por el ser humano en un entorno urbano para producir alimentos de forma sostenible”, explica. 

Espacio comunitario, red de barrio

Ante todo, se trata de un proyecto que persigue crear un espacio comunitario, generar una red de barrio orientada al cuidado de este bosque: Por ahora, hay implicadas una veintena de personas. “Se trata de concienciarnos de que, como ciudadanía, tenemos poder para hacer cosas y conseguir una ciudad más amigable”, apunta la promotora.

Así, la iniciativa esconde varios objetivos detrás: cuidado de Vitoria mediante la naturalización de espacios urbanos, cuidado de la comunidad, del medio ambiente y hasta de la salud individual de las personas, gracias a los beneficios que tiene acercarse a la tierra, además de contribuir a frenar las consecuencias del cambio climático. “No es un mero entretenimiento”, puntualiza Julia Robles.

De momento, la idea gusta en el barrio; de hecho, ya han recogido más de un centenar de firmas de apoyo para impulsar ya esta iniciativa surgida en diciembre del pasado año, que hoy se se expone con más detalle en el bizan de Judimendi.

Espacio seguro

Tras visitar los espacios disponibles, se han decantado por la parcela de la Avenida Santiago porque reúne las condiciones idóneas para este tipo de cultivos, según la asociación Kiribilore, encargada de la parte técnica. “Un terreno con seis o siete horas de luz directa al día para los frutales; cercano y accesible desde las viviendas próximas, es decir, que no esté en una rotonda o mediana ni al lado de una carretera con tránsito, por cuestión de seguridad; que tenga toma de agua y que esté al lado de algún centro comunitario, ya sea escuela, centro de día, piso de acogida…”, enumera Julia Robles. 

Parcela elegida en la Avenida Santiago de Vitoria.

Parcela elegida en la Avenida Santiago de Vitoria.

“Sabemos que los primeros años necesitará muchos cuidados, pero la idea es que, con el tiempo, se mantenga por sí solo, como cualquier bosque”, indica.

Autorización municipal

Una vez definida la idea, falta obtener el permiso municipal, un trámite prácticamente apalabrado antes, que ahora se ha paralizado como consecuencia de las elecciones municipales, la ayuda económica solicitada e iniciar la formación, diseño y plantación. “Nos hubiera encantado hacerlo en primavera, pero como no ha podido ser;ojalá sea para otoño”, indica Julia Robles.

Judimendi se suma así a otros barrios de Gasteiz que ya han impulsado bosques urbanos comestibles en mitad de la ciudad, caso de Zaramaga y Salburua.

Fuente: noticiasdelava.eus

Las aromáticas, plantas en auge entre los agricultores urbanitas

Loli Sein, especialista del Centro de Jardinería Gorbeia, reconoce que estas herbáceas y arbustáceas son muy agradecidas porque se adaptan bien a todo tipo de condiciones, además tienen muchos usos culinarios y ahuyentan algunos tipos de insectos

Las plantas aromáticas son fáciles de cultiva en nuestras casas, jardines y huertas. Albahaca, cilantro, cebollino, romero, salvia, tomillo, lavanda, orégano o manzanilla, entre otras cuentan con muchos adeptos para su uso culinario, pero además permiten mantener alejados a algunas variedades de insectos.

Fuente: eitb.eus

Huertos urbanos o tomateras en el balcón: ¿puedo comer lo que planto sin miedo a la contaminación?

Plantar verduras y hortalizas en un balcón o en un huerto urbano comunitario despierta dudas sobre la exposición de estos alimentos a la contaminación, pero las ventajas pueden superar a los inconvenientes

Vivir en una gran ciudad tiene muchas ventajas. Las grandes ciudades suelen tener más oportunidades de empleo que los pueblos más pequeños o las zonas rurales, más opciones culturales y de ocio, más opciones de transporte público y un ambiente cosmopolita con personas más diversas.

Sin embargo, cuando se trata de comer, las ciudades también tienen sus inconvenientes. Hay un menor acceso a productos frescos, más presencia de alimentos procesados y, en general, la comida es más cara y de peor calidad. Por eso muchas personas han decidido ir contracorriente y plantar sus propias frutas y verduras, bien utilizando el balcón de su casa como jardín vertical o bien haciendo uso de alguno de los huertos urbanos cooperativos que cada vez están más presentes en las ciudades. Pero, ¿son seguros y saludables esos tomates que crecen junto a los tubos de escape?

El problema de la contaminación en las ciudades

El principal culpable de la contaminación atmosférica en la mayoría de las ciudades es el tráfico rodado. Cuando los millones de coches, camiones y autobuses queman combustibles fósiles, liberan contaminantes al aire, como óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y partículas (PM). Además, en las ciudades se concentran muchas industrias que también emiten todos esos contaminantes y compuestos orgánicos volátiles tóxicos. La construcción, centrales eléctricas de gas y la calefacción en invierno contribuyen a hacer del aire de las ciudades un problema para la salud y el medio ambiente.

La contaminación atmosférica puede tener una serie de efectos negativos para la salud, entre ellos problemas respiratorios: como asma, bronquitis y alergias, y un aumento en el riesgo de enfermedades cardiacas, distintos tipos de cáncer, especialmente de pulmón, y muerte prematura.

Los contaminantes más preocupantes son las partículas en suspensión, en especial las de tamaño microscópico denominadas PM 2.5 por tener un diámetro menor a 2,5 micras. Son una mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas compuestas por diversas sustancias como polvo, suciedad, hollín, humo y productos químicos. Las partículas pueden proceder de diversas fuentes como el tráfico, la industria y las centrales eléctricas. Esta es una de las medidas fundamentales de la calidad del aire en las ciudades, y una de las que suspenden con mayor frecuencia. 

España es uno de los países con mayor contaminación atmosférica en Europa y, por ejemplo, Madrid, es una de las capitales europeas más contaminadas, con una calidad del aire que excede en dos o tres veces los límites de seguridad de partículas en suspensión marcados por la OMS.

Estas partículas están con seguridad en el aire de tu ciudad, eso quiere decir que también se depositan en los tomates y lechugas que cultivas en el balcón o en tu huerto urbano. ¿Cuál es el riesgo para la salud? ¿Basta con lavar las frutas y verduras para eliminar el riesgo? Hay pocos estudios al respecto, pero los resultados son relevantes.  

Un estudio publicado en la revista Environmental Research en 2019 descubrió que las hortalizas cultivadas en ciudades contaminadas pueden contener niveles más altos de metales pesados, como plomo y mercurio, que las hortalizas cultivadas en zonas menos contaminadas. El estudio también descubrió que los niveles de metales pesados en las verduras pueden verse afectados por el tipo de contaminación, la distancia de la fuente de contaminación y el tipo de suelo. Los metales pesados procedentes de la industria y la contaminación atmosférica pasan al aire y de ahí al agua y al suelo, por lo que las plantas pueden absorberlos y aparecer en sus hojas.

Sin embargo, se han realizado innumerables estudios científicos al respecto, ya que hace años existía una gran preocupación por los metales pesados. Lo que se comprobó es que los niveles de toxicidad nunca se superaban salvo en casos de contaminación extrema, como por ejemplo plantas regadas con aguas residuales de una fábrica. Esto quiere decir que apenas hay motivos de preocupación derivados de los metales pesados respecto a los tomates de balcón y las lechugas de huerto urbano.

Además del suelo y el agua, la contaminación del aire también puede dañar las hojas de las verduras, haciéndolas menos nutritivas, según un estudio publicado en la India, un país con un grave problema de contaminación atmosférica. El daño a las hojas puede ser producido por una variedad de contaminantes, incluidos el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. Una solución a este problema es seleccionar las variedades de verduras más resistentes a cada uno de los contaminantes y evitar las más sensibles, dependiendo de qué tipo de contaminación haya en tu ciudad. 

ContaminanteSensibleTolerante
Dióxido de azufreJudías, Brócoli, Cebolla, Patata, Rábano, Espinacas, Maíz dulce, TomateRemolacha, Pepino, Lechuga, Zanahoria
OzonoJudías, Brócoli, Cebolla, Patata, Rábano, Espinacas, Maíz dulce, TomatePepino, Cebolla, Maíz dulce, Guisante, Col
Nitrato peroxiacetílico (PAN)Judía, Apio, Lechuga, Pimiento, Espinaca, TomateBrócoli, Col, Coliflor, Pepino, Cebolla, Rábano, CalabazaPepino, Cebolla, Maíz dulce, Guisante, Col
CloroJudía, Apio, Lechuga, Pimiento, Espinaca, TomateBrócoli, Col, Coliflor, Pepino, Cebolla, Rábano, Calabaza
AmoniacoMostazaTomate

Otros contaminantes presentes en las ciudades son los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (PAH). Estos compuestos se forman cuando se quema materia orgánica, incluido el carbón, la gasolina y el tabaco. Por tanto, se encuentran en las emisiones de los vehículos y las industrias, y contaminan aire, el agua y el suelo. Los PAH son terribles para la salud: aumentan el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas, respiratorias, neurológicas y reproductivas. ¿Están presentes en nuestras verduras urbanas?

Un estudio realizado en São Paulo, en Brasil, otra ciudad muy contaminada, examinó los contenidos de PAH de las verduras en los huertos urbanos de esta capital. Los resultados son esperanzadores: durante 45 días, las espinacas y berzas criadas en los huertos no tenían concentraciones significativas de HAP en sus hojas, y solo un huerto tenía niveles más elevados. Los niveles medios fueron inferiores a las normas holandesas de calidad del suelo para uso agrícola.

Sin embargo, los resultados en Nanjing, la ciudad de China, durante 90 días mostraron que las concentraciones de PAH en en las hojas lavadas de espinacas y berzas podrían ser potencialmente cancerígenas para el consumo diario. Hay que tener en cuenta que los valores de contaminación en las ciudades chinas están entre los más alta registrados en el mundo.

Estos estudios sugieren que la contaminación atmosférica puede repercutir negativamente en la calidad de las hortalizas cultivadas en las ciudades, pero es muy poco probable que sean perjudiciales para la salud. 

Cómo evitar los contaminantes en tus verduras

Si te preocupan los efectos de la contaminación atmosférica en las verduras de tu huerto urbano o balcón, hay algunas cosas que puedes hacer para reducir el riesgo:

  • Elegir verduras menos sensibles a la contaminación atmosférica, como las de hoja verde o las de raíz.
  • Cultiva las verduras en un lugar protegido de la contaminación atmosférica, como detrás de una valla o en un patio.
  • Utiliza plantas de cobertura para ayudar a filtrar la contaminación atmosférica.
  • Riega las verduras con regularidad para eliminar los contaminantes que puedan haberse acumulado en las hojas.

La medida de protección más evidente es lavar las frutas y verduras. Según un estudio publicado en Science of the Total Environment, lavar los productos agrícolas con detergente antes de consumirlos elimina los depósitos superficiales de tierra contaminada con plomo, e incluso el agua corriente puede eliminar la mayor parte de las partículas de hollín que pudieran haberse depositado. 

Otra forma de proteger las verduras de la posible contaminación del suelo es, bueno, plantarlas lejos del suelo. En los huertos urbanos de Prinzessinnengarten en Berlín las verduras se plantan en cajones de madera sobre patas, con lo que se consigue controlar por completo la composición y la seguridad de la tierra utilizada. 

Plantar las verduras en un balcón o un huerto urbano puede tener una ventaja añadida para nuestra salud. En concreto, usando abono natural en lugar de fertilizantes artificiales conseguiremos una mayor concentración de nutrientes. Un estudio comparó la lechuga plantada mediante hidroponía comparando dos tipos de soluciones: una inorgánica con fertilizantes químicos y una orgánica derivada de restos de pescado. El resultado fue que los contenidos totales de clorofila, caroteno, compuestos fenólicos y flavonoides, así como la actividad antioxidante, fueron significativamente superiores en la lechuga cultivada con la solución orgánica en comparación con la inorgánica. 

Los huertos urbanos son, además, espacios sociales donde se fomenta la cooperación. Una revisión de estudios de los efectos de los huertos comunitarios encontró que, en la mayoría de los casos, esta actividad estaba asociada a una mayor ingesta de frutas y verduras, y con resultados psicosociales positivos en la comunidad. 

No tengas miedo a hacer tu ciudad un poco más humana y anímate a plantar tus propias verduras. Tu salud te lo agradecerá. 

Fuente: eldiario.es

El tamaño sí que importa a la hora de practicar un buen compostaje

Las frutas y las verduras de gran tamaño y las cáscaras duras hay que cortarlas en trozos más pequeños para que el proceso sea óptimo, según nuestra técnica de Ekaia Eko-Gestión, Mertxe Miguel

Para obtener un buen compost hay que tener en cuenta el tamaño del residuo orgánico del hogar. Hay restos, como los de las calabazas o naranjas, que hay que triturar o cortar en pedazos más pequeños para que el proceso de descomposición sea el óptimo y facilite que se transforme en abono orgánico.

Fuente: eitb.eus

Instalan refugios para fauna que ayudan a controlar plagas en Vitoria

Con las cajas colocadas en Aberasturi y Bolívar, erizos, aves y murciélagos incrementan la productividad agrícola

El Ayuntamiento de Vitoria ha instalado varios refugios para la fauna silvestre en las entidades locales menores de Aberasturi y Bolivar. Con la iniciativa, erizos, aves y murciélagos ayudan a controlar plagas y así incrementan la productividad agrícola. La iniciativa se ha desarrollado bajo el proyecto europeo ‘Urban Klima 2050’, en el que participa el Centro de Estudios Ambientales del propio Consistorio.

A finales del pasado invierno se llevaron a cabo sendas actuaciones en fincas de producción agrícola ecológica de Aberasturi y Bolívar. En la primera de ellas se instalaron tres postes con dos cajas nido para quirópteros y una para páridos en cada poste; y tres refugios para erizos. En las fincas de Bolívar se colocaron 15 cajas nido para aves insectívoras colgadas del arbolado de ribera dado que se trata de un entorno cercano a espacios forestales, mucho más atractivo para otro tipo de fauna como las rapaces o los murciélagos.

La función de las cajas nido es atraer a las distintas especies objetivo facilitando así la presencia de páridos y quirópteros en la cercanía de los cultivos. Tanto los páridos como los murciélagos de nuestro territorio son especies insectívoras que colaboran en el control de plagas dañinas para los cultivos. Un murciélago puede comer hasta 1.200 mosquitos por hora alcanzando un consumo equivalente a su peso corporal en una noche. Además, los postes, con siete metros de altura, pueden ser utilizados como posaderos para aves rapaces que también tienen su función de control biológico de animales dañinos para la producción hortícola.

Control de roedores

Uno de los factores limitantes identificado por las productoras de Aberasturi es la presencia de roedores que comen la parte aérea de las plantas cultivadas a la vez que cavan galerías con lo que se daña también la parte radicular, fundamental para el correcto desarrollo del cultivo. Tanto los erizos como las rapaces diurnas (cernícalo) y nocturnas (mochuelo, lechuza) son animales que se alimentan, entre otras cosas, de pequeños roedores colaborando de esta manera a limitar su expansión poblacional.

Fuente: elcorreo.com

Aún estás a tiempo de poner en marcha tú propio huerto urbano en casa

Terrazas, balcones o balcones son espacios ideales para optar por cultivar tus propias hortalizas en el hogar, pero hay que tener en cuenta las posibilidades que nos da el espacio

Una de las actividades que cada vez cuenta con más adeptos en el medio urbano es el de instalar en casa nuestro propio huerto urbano. Si tienes poco espacio puedes recurrir a las macetas y a las jardineras porque es una opción muy flexible en cuanto al espacio y te permitirá modificar el número de cultivos en función a las estaciones o dedicarle un espacio único a determinados cultivos. Pero en el caso de disponer de poco espacio y quieres apostar por tu propio huerto, pero sin renunciar a tu espacio en el balcón una buena opción es el huerto vertical. Otra opción es la mesa de cultivo, pero es una instalación más recomendada si dispones de un espacio en terraza, patio o jardín que quieres destinar exclusivamente a este fin.

Fuente: eitb.eus

Últimas siembras y vorágine de plantación de una gran variedad de verduras en las huertas

Loli Sein, asesora del Centro de Jardinería Gorbeia y de Aduna Garden, nos acerca los clásicos y nuevas tendencias en plántula para colocar en nuestra finca de cultivo rural y urbana

Mayo es el mes que los minutos de luz se prolongan y la tierra está en tempero para acoger las siembras de patatas, calabacines, caparrones o judías, alubias, calabazas,…; pero además es la época en la que acudimos a los viveros, sindicatos y cooperativas agrícolas o tiendas especializadas para adquirir la planta de tomates, pimientos,…

Fuente: eitb.eus

Álava planta su huerta

Mayo es el mes de la siembra por excelencia y, entre sus muchos cultivos, el tomate y el pimiento son los reyes

Carlos Rosell Goyenechea tiene las manos llenas: 104 plantas de pimientos de Nájera, gernika e italiano, 26 de tomate híbrido, ojo de buey y tomata, y media docena de calabacines. Y en unos días volverá a por cebolla y puerro. Su terreno en Alesanco, un pueblo riojano, le espera.

Porque, como cada mayo, Álava planta su huerta. No en vano, San Isidro Labrador (15 de mayo) es el patrón de los agricultores. El aumento de las horas de luz directa y de las temperaturas aceleran la germinación, crecimiento y fructificación de las plantas. Así que toca prestar más atención a la tierra.

Filas en Simón Bolívar

Desde finales de abril, pero sobre todo a lo largo de este mes, son cientos los alaveses que adquieren infinidad de plantas y semillas con las que sembrar huertas y fincas. Saben que, en función de la climatología, para finales de julio o primeros de agosto, degustarán sus frutos. Una recolección que, si el año es bueno, podría prolongarse «incluso hasta octubre», señala Martina, de Agroquímicos Ochoa, en la calle Logroño.

«A mis nietos les encanta el tomate, lo cogen de la planta y hasta se lo comen tal cual», presume Carlos. Este fin de semana acudirá a la huerta. Sabe que por delante le esperan semanas de trabajo y cuidados, pero lo hace encantado.

«Por las mañanas, pronto, atiendo a las gallinas y luego ya al huerto a plantar«, sonríe bandeja en mano. En ella deposita cada pequeña planta de pimiento. «Luego les echo una gotita de agua y, hasta que las ponga en tierra, aquí me aguantan mejor que en la bolsa», explica, buen conocedor de la materia.

Alava plantas huerta mayo

Con el carro también cargado, se despide del mercado de la plaza Simón Bolivar. Ahí, cada jueves y sábado, los puestos de plantas y flores hacen su agosto en mayo. Desde bien temprano, las filas de gente salpican el paisaje matinal.

¿Qué buscan? Las plantas de temporada. Aunque algunas como la lechuga, el nabo, el puerro, la espinaca o el perejil se pueden cultivar todo el año, son más fáciles en esta época.  Más exclusivas de primavera resultan el pepino, calabacín, acelgas, fresas, zanahorias y, los más demandados, tomates y pimientos. Sin olvidarnos del melón o la sandía.

Alava planta huerta mayos

O la calabaza, que es lo que ha comprado Víctor: «Tengo un huerto en Arbulo con mucha sandía injertada en calabaza, y no veas lo grande y buena que sale». Nerea, en cambio, es fiel al tomate. Rosa, raff, corazón de buey o cherry. Todos le gustan. «Es que los de huerta no tienen nada que ver con los que compramos en las tiendas. Tienen un sabor…», compara.

Precios y consejos

Unas y otras variedades abarrotan los mostradores. Los precios oscilan. Hay plantas de pimiento a 0,16 euros y de tomate a 0,60, por ejemplo.

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El puesto de Alberto, de Belorado, tiene una gran demanda.

Alberto, en su stand del municipio burgalés de Belorado, no da abasto. Despacha plantas por docenas y no escatima consejos a la clientela. «Estos injertos los podéis tener una semana en este recipiente para que agarren mejor, porque con este tiempo… Y los tomates tenéis que desnietarlos todas las semanas, con la guía arriba cortada. Si no, no hay quien lo controle», ilustra.

El riego este verano es un tema que preocupa a parte de la clientela

Eva y Josu escuchan atentos sus palabras. Son habituales y no es la primera vez que sus recomendaciones les ayudan. «Nos comentó cómo poner en invierno las espinacas, cogimos unas plantitas y hemos tenido para comer un montón, muy buenas», confirman. Su idea inicial de 10 plantas de tomate híbridos se ha convertido también en acelgas, pepinos, lechugas e injertos.

«Al final terminas cogiendo más cosillas, y eso que este año han aumentado algo los precios. Pero nosotros tampoco tenemos demasiado espacio, un pequeño hueco en Armentia, y con esto es suficiente. Además, a ver cómo está este año el tema de regar…», advierten.

El riego, clave

Alava plantas huerta mayo

Francisco tiene una gran variedad de flores en esta época.

Porque el riego es fundamental para que haya frutos. Es una de las tareas indispensables que también toca acometer este mes. En mayo, también toca entutorar plantas como las judías o los tomates, que suelen alcanzar una gran envergadura.

Plantas para combatir las plagas que también afloran en esta época

Sin olvidarse de preparar, oxigenar y abonar la tierra (si no se ha hecho en marzo y abril), eliminar las malas hierbas y combatir las plagas, que, al igual que las plantas, también florecen en estas fechas. La naturaleza revive y con ella asoman pulgones, gusanos, cochinillas o babosas, entre otros.

Plantas como la capuchina, citronela, albahaca o lavanda pueden ayudar a combatirlas, ya que su aroma crea una barrera natural que les mantiene alejados.

También son bienvenindos los geranios antimosquitos que Francisco tiene en su puesto de flores, traídas desde su vivero en Arkaia. En él no faltan petunias, clavelinas, rosales, espinos de Cristo, alegrías, dimorfotecas, tajetes o dipladenias. Tampoco romeros, fresas o arándanos. «La gente compra mucho ahora para los balcones o jardines. Aunque vienen más si el día está soleado», asume.

Alava plantas huerta mayo

Tiene claro que mayo es el mes por excelencia para vender este producto. «Ahora todo el mundo quiere plantar. Y este año, con el tiempo que ha hecho, las plantas aguantarán algo más, porque otras veces para mediados de mayo ya había menos. En junio ya la gente está, o plantando, o pensando en sus vacaciones», asume. Mientras, atiende a Txus, que se lleva 4 geranios hiedra y 1 sufinia. «Para alegrar el balcón», confirma risueña.

Francisco aprovecha para dar una breve masterclass: «Las sufinias necesitan más agua y las gardenias menos. No conviene juntar flores que necesitan cuidados diferentes».

Cultivos en balcones y terrazas

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En Agroquímicos Ochoa, en la calle Logroño, les traen las plantas de Navarra.

Conocimientos indispensables para alcanzar un resultado óptimo. Tanto decorativo, en el caso de las flores, como alimenticio, en los cultivos. Por eso Martina y Luis Mari ayudan en lo que pueden a quienes se acercan hasta su negocio en la calle Logroño, que cumple casi tres décadas. «Hace años, teníamos filas que llegaban hasta la antigua estación de autobuses. Ahora es más un goteo», se resigna.

«Hay bastante gente que cultiva las semillas en jardineras en sus balcones y terrazas»

Aun así, no faltan los asiduos. Es la época más potente para el campo. No solo para sembrar los cultivos más propios de verano. «Un poco más adelante, en junio y julio, toca plantar la de invierno: berza, coliflor, brócoli… Todo lo que crece en esos meses y que recogerás en enero, febrero o marzo. Así que estos son meses de mucho trabajo», confirma Martina.

Ella misma suele recoger lo que su marido planta en la huerta del pueblo. «Y eso que soy muy urbanita, pero con los años he ido aprendiendo mucho», admite entre risas. A ellos acude gente experta en las lides agrícolas y también novatos en la materia. Y, como en muchas otras cosas, han notado cómo los tiempos evolucionan.

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Ya no solo plantan en las huertas. «Hay bastantes que cultivan en sus balcones y terrazas, tienen una jardinera o una mesa de cultivo y ahí ponen las semillas. No les saldrá un fruto tan grande, pero algo crece y les gusta», asume. Asi, en función de sus necesidades, hay quien adquiere 50 plantas de tomate y quien requiere solo de una.

En cuanto a precios, los sobres de semilla cuestan 1,90. El tomate está a 0,50, el pimiento a 0,15 y la lechuga a 0,10. Todas sus plantas proceden de un vivero navarro en Carcar. «Si fuera más caro, la gente tampoco se animaría porque si sumas abono, productos fitosanitarios y herramientas, se incrementa mucho. Y, por mucho que te guste estar al aire libre, no compensa», concluye.

Fuente: gasteizhoy.com

Aplicación adecuada de los aportes de riego en nuestro huerto urbano

El exceso de humedad y la sequía no son buenos aliados de las plantas, pero una planta que sufre falta de agua es más fácil de recuperar que la que está encharcada

Ahora comienza una etapa muy productiva en la huerta es lo mismo que tengamos una gran parcela, unos bancales o cultivemos en mesa o en balcón y una de las cosas más complicadas cunado cultivamos es ajustar el riego. Sin entrar en explicaciones muy técnicas hay que tener en cuenta que la cantidad y la frecuencia dependen de diferentes factores:

-Especie

-Etapa del crecimiento de la hortaliza

-Estación del año

-Fenómenos meteorológicos

· Las hortalizas son muy sensibles tanto al exceso de humedad como a la sequía. Una planta que sufre falta de agua es más fácil de recuperar que una planta que tiene exceso, ya que sus tejidos se reblandecen pudiendo llegar a morir o se nos genera un problema de hongos si la temperatura ambiental es alta.

· Los riegos siempre se realizarán a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Yo soy más partidaria de regar a primera hora del día ya que de esta manera la planta tendrá el agua a su disposición cuando más la necesitan en las horas de mayor temperatura y transpiración. Conseguiremos que las raíces no estén con excesivo calor y que el excedente se evapore consiguiendo así prevenir los hongos.

· Nunca riegues en las horas centrales del día cuando las temperaturas son las más elevadas y provocarán en la planta un exceso de transpiración, causándole estrés y perdiendo gran parte del agua en la evaporación. También se corre el riesgo de mojar las hojas y generar quemaduras en la misma.

· Conoce qué tipo de suelo tienes. Los arenosos filtran con mayor facilidad el agua. Los arcillosos retienen el agua y pueden provocar encharcamientos y con ello asfixia radicular.

· Asocia las hortalizas sí, pero en la medida de lo posible con necesidades hídricas similares para ajustar mejor los riegos.

· Unos días antes de la cosecha paraliza o disminuye los riegos, así evitaremos que los frutos tengan una pulpa poco consistente, muy acuosa y conseguiremos que se conserven mejor.

· Mucho cuidado con el viento y más aún si es viento Sur, éste reseca el suelo y las plantas muchísimo más que un día de calor y sol. Tenerlo en cuenta para aumentar el riego o dar dos ese día. Uno será normal y el otro más corto de rescate.

· Cuando la planta está recién trasplantada o es muy joven, se deberá regar con frecuencia, ya que es imprescindible que no le falte la humedad en ningún momento o se secará y morirá.

· Las hortalizas de hoja y las crucíferas (coles, coliflores, lombarda…) necesitarán mayor cantidad de agua los 20 días antes de alcanzar su madurez. Durante el cultivo demandan riegos cortos pero frecuentes. Les gusta tener el sustrato fresco (en tempero).

· Las hortalizas que dan fruto como los Solanáceos tomates y pimientos, las Cucurbitáceas calabacín, calabaza y pepino, las Leguminosas judías guisantes y habas demandan un aumento del riego desde la formación de la flor y durante el desarrollo del fruto.

· Las hortalizas de «raíz» como los rabanitos, zanahoria, no son exigentes en el riego durante el desarrollo de la planta, pero hay que aumentar éste cuando la «raíz» comience a crecer.

· Las liliáceas recibirán riegos largos y espaciados al principio de su plantación y cuando se empiecen a formar los bulbos seguirán siendo espaciados pero cortos ya que son sensibles al exceso de humedad.

Fuente: eitb.eus