Charla Camilo Rodríguez-Beltrán – 25 años de Transgénicos, Mitos y verdades

El pasado 2 de noviembre tuve la ocasión de asistir, en muy buena compañía, a una charla muy interesante en El 70 de Vitoria-Gasteiz. El biólogo de origen mexicano Camilo Rodríguez-Beltran, consultor independiente en bioseguridad y biotecnología, nos revelaba las técnicas que se emplean para producir seres transgénicos, y los riesgos que implican.

Charla transgénicos - Camilo Rodríguez-Beltrán

Charla transgénicos - Camilo Rodríguez-Beltrán

Habló sobre cómo se producen los organismos modificados genéticamente (OMG), y de que en realidad no se trata de un proceso preciso en el que simplemente se cambian un gen por otro, y en el que no solo se añaden unos genes para aportar al nuevo ser unas características concretas, sino que además se añaden otros genes de otros seres para conseguir que el gen que se trata de implantar pueda conseguir combinarse.

Según Rodriguez-Beltrán, para realizar este proceso de modificación genética, se emplea un procedimiento traumático sobre millones de células madre, a las que se bombardea con los transgenes (cadenas de genes de diferentes seres que se quieren implantar). Es como un puzzle hecho con trocitos de diferentes seres, que se implantan en las células, a base de fuerza bruta que hace que el resultado sea TOTALMENTE IMPREVISIBLE. De este bombardeo de transgenes salen normalmente unas pocas células viables, cada una con el implante hecho de una forma diferente, y no exactamente como se había previsto, de las cuales se escogen las que se consideran con propiedades más parecidas a las deseadas (dichas cualidades solo pueden apreciarse tras criar y replicar los ejemplares obtenidos del bombardeo de transgenes).

Por otro lado comentó que aunque se ha descubierto que un solo gen puede incidir en muchas características de un ser (se han contado hasta más de 60 características dependientes de un solo gen), las empresas que producen seres transgénicos siguen trabajando desde la antigua creencia de que cada gen afecta a una sola característica, con lo que el resto de características modificadas no son tenidas en cuenta ni investigadas convenientemente, aunque sus efectos «colaterales» podrían ser nocivos.

Otra cuestión que consideraba importante era la posible inestabilidad e impredecibilidad que una molécula puede tener si la sacamos de su contexto. Ponía como ejemplo el caso de la proteína causante de la enfermedad de las vacas locas. Se trataba de una proteína que en condiciones normales no era dañina, pero que al cambiarla de contexto, introduciéndola en la alimentación de las vacas, había cambiado su estructura, aunque no su composición, y se había convertido en peligrosa. Recalcó que el ejemplo de las vacas locas no se refería a un organismo transgénico, sino solamente a una molécula sacada de su contexto e introducida en otro en el que había cambiado su estructura.

También alertó de como, a pesar de que el mercado de los trangénicos para alimentación humana no se está desarrollando mucho, nos llegan los transgénicos a través de la alimentación animal, o usan los alimentos transgénicos en forma de ayuda humanitaria (por ejemplo maíz prohibido para consumo en Estados Unidos se envía a África en forma de grano, con lo cual además de poderse comer se puede sembrar y reproducir).
Algo muy importante que mencionó fue como está derivando el uso de transgénicos hacia la creación de seres animales que se dejan en libertad (por ejemplo mosquitos transgénicos), con la excusa de que lo hacen por combatir enfermedades, cuando en realidad sería mucho más fácil combatir esas enfermedades de otras formas mucho más sencillas (higiene, agua potable,..). Comparaba esta irresponsabilidad de dejar en libertad a seres genéticamente modificados, con otros usos de estas técnicas como el orientado a producir insulina para los diabéticos, pero en éste caso sin sacar esa producción fuera del laboratorio. En ambos casos parece que la motivación es mejorar la salud de las personas, pero en el caso de la suelta de mosquitos podría ser con consecuencias desastrosas mientras que en el caso de la generación de insulina los riesgos serían mucho menores al no salir de un ambiente controlado.

Un dato que me pareció importante es el hecho de que Etiopía está consiguiendo unos resultados muy buenos en agricultura, dejando de lado transgénicos, monocultivos, tratamientos agresivos del suelo, y volviendo a una agricultura en la que se potencia la biodiversidad y las técnicas tradicionales.

Otro aporte curioso, el dato de que se ha calculado que entre el 90 y el 99% de las células que componen un cuerpo humano no son en realidad humanas, sino que pertenecen a otros microorganismos. Resulta curioso que nos empeñemos tanto en esterilizar todo a nuestro alrededor, cuando seríamos incapaces de vivir sin muchos de esos microorganismos.

Por último comentó algo sobre un documental que van a sacar para principios de 2012, y del que puede verse un adelanto en http://autrement.taleo-initiative.org

y nos dió el enlace de la web http://www.bat.genok.org/ en la que participa.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*