Me resulta sorprendente el ver cómo nos quieren vender que los futbolistas se merecen lo que ganan, y más aún cómo muchísima gente se lo cree.
Efectivamente, se merecen que todos los fanáticos que tanto disfrutan del fútbol les paguen con todos sus ahorros unas cantidades desorbitadas. Lo que no se merecen es que les paguen esas cantidades del dinero de todos. Si producen beneficios por publicidad, que les paguen las empresas de publicidad. Si producen beneficios “psicológicos” a los fanáticos que les siguen, que sean ellos los que les paguen. ¿Por qué tienen que subvencionar las instituciones, con el dinero de todos, unos negocios que tienen tan grandes ingresos? ¿Por qué no subvencionan mi negocio que, aparte de necesitarlo más, se preocupa más de crear cosas para el bien de la sociedad? ¿por qué las instituciones protegen tanto un negocio que se basa en el derroche y en mega-enriquecer a algunos? ¿cuándo dejará de hincharse artificialmente este globo llamado negocio del fútbol? ¿cuando explote (como la burbuja inmobiliaria u otros motivos de crisis)?
Si la federación de futbol obtiene unos ingresos por ganar el mundial, debería dedicarlos a fomentar el deporte (en éste caso el futbol), y no a pagar a unos profesionales que ya cobran desmesuradamente, y a convertirlos en simples mercenarios en lugar de tratarlos como a deportistas de élite.
El mundial es el mejor escaparate para un futbolista, y eso, aparte de otras motivaciones personales que pueda tener, debería bastar para que se esforzara al máximo. Las recompensas económicas ya le llegan o le llegarán por otros lados. Estoy de acuerdo en que se le pague a un futbolista por su trabajo, independientemente de si tiene otros ingresos por otro lado (publicidad…). En lo que no estoy de acuerdo es en que el salario de un futbolista sea de 1000 veces el de otro tipo de asalariados, y más aún teniendo en cuenta que están cobrando por otros lados otros ingresos también desorbitados.
Todo este rollo viene a cuento de las noticias que se pueden leer por todas partes sobre lo que cobrará cada jugador de la selección española de fútbol por ganar el mundial: entre 550.000€ y 618.000€ según la fuente, y según algunos libres de impuestos. No sé qué habrá de exacto en esas cantidades, pero lo que está claro es que van a ganar en pocos días lo que la mayor parte de la población no gana en 20 o 30 años de trabajar 40 horas semanales, más lo que ganarán aparte por otros conceptos gracias a su participación en el mundial (que será aún mucho más).
Me parece muy bien que alguien gane esa cantidad si es capaz de conseguir que alguien se la pague de su dinero, pero no que se la paguen con dinero público.
Por otro lado, ha sido muy curioso que el presidente del gobierno haya decidido anunciar justamente el mismo día en que comenzaba el mundial, cuando la mayor parte de la masa permanecía aletargada frente al televisor, el famoso “tijeretazo” que consiste en quitar más a los que tienen poco (sin querer con esto justificar los elevados sueldos de muchos funcionarios) para poder seguir dando más a los que más tienen.
Llama bastante la atención que desde que comenzó la “crisis”, las instituciones han recortado gastos quitando puestos de trabajadores “rasos” (normalmente trabajadores de bolsas de trabajo que han aprobado oposiciones, pero no han sacado plaza porque la plaza se la han “dado” a algún enchufado que no sabe hacer la O con un canuto), al mismo tiempo que han creado cantidad de puestos de “técnicos” (sí, esos en los que se cobra mucho y que se dan a dedo a los “hijos de papá” que no valen ni para sacar punta a los lápices).
La solución (descartando de momento la violencia o el merecido ajusticiamiento de los corruptos): crear sociedades paralelas. Instituciones que sean realmente representación del pueblo, en forma de asociaciones subvencionadas y dirigidas democráticamente por sus socios, y que realmente luchen por sus derechos y vayan tomando poco a poco posiciones en los cargos ejecutivos del gobierno. Esto no es nada nuevo. Lo llevan haciendo durante muchísimo tiempo las poderosas familias que tienen la mayor parte de la capacidad de decisión en nuestro país, y en el mundo entero. La diferencia sería que el poder se repartiría entre la mayor parte de la población, en lugar de condensarse en un grupo relativamente pequeño de personas. ¡¿Pero qué estoy diciendo!? ¿cómo vamos a dejar parte del poder a los yonquis? Lo único que van a querer es que les den su dosis de droga, de opio, de religión, de fútbol,… (no digo que la religión, el fútbol, o demás opios del pueblo estén mal, sino que están mal cuando se las utiliza como medio de distracción y manipulación de la sociedad)