Parece que fue ayer cuando nos topamos de frente con una parcela llena de alfalfa, en la que nos adjudicaron un rectángulo y nos dijeron que eso había que convertirlo en una huerta. Pero ha pasado un año y ese sueño se ha hecho realidad. Hoy tenemos 60 huertas a pleno rendimiento, con sus más y sus menos, unas dan algo, otras poco, pero el que menos se ha sacado unas lechugas, unos puerros y el que tenga suerte seguro que pronto sacará algún tomate.
El éxito del proyecto es un hecho con solo darse un paseo por las huertas y ver como se han llenado todos los huertos de frutas y verduras, pero este proyecto no solo buscaba el que grupos de familias tuvieran su huerto en el barrio, sino también busca favorecer que esas familias se junten en torno a esa huerta, se interrelacionen entre ellos y con los miembros y vecinos del resto de huertas, en un lugar al aire libre y rodeado de naturaleza. En nuestro barrio a día de hoy es difícil encontrar lugares (a parte de los bares) donde varias personas que no se conozcan entablen una conversación, si alguien te viene a hablar en la calle, por lo general, desconfias y le das largas….pero si eso ocurre en el recinto de las huertas todo parece distinto y lo natural es hablar con el vecino o con el visitante de las verduras que tenemos en la huerta, de los pulgones, del tiempo o de como usar bien la azada o la laya. Entrar por la puerta de la huerta supone comenzar a saludar a un montón de hortelanos y visitantes, hasta tal punto que algunos tienen que bajar la cabeza para poder llegar a trabajar sus huertas porque a veces se habla mas de lo que se trabaja, pero recordaros esta es una de las finalidades de la huerta y por ello es importante apuntarse a las actividades, como la que se va a realizar próximamente de hacer accesible la parcela para minusválidos o las que programan mensualmente el grupo de dinamización.
En fin creo que el balance emocional en este primer año de las huertas es bastante positivo aunque todos, introvertidos y extrovertidos, debemos esforzarnos un poco mas en relacionarnos con los demás para seguir haciendo de este lugar «un huerto de amistad».
