Aunque no es una forma muy habitual de comer el conejo (al tener poca grasa puede quedar un poco seco), para mi gusto esta muy rico y es fácil de hacer, así que recomiendo probarlo.
Conejo
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Agua
Vino blanco o Vinagre
Limpiamos el conejo (le quitamos las vísceras), o podemos comprarlo limpio.
Cortamos en trozos grandes, salpimentamos y untamos con un poco de aceite.
Colocamos los trozos de conejo en una fuente para horno.
Introducimos en el horno precalentado a 170º C durante unos 40 minutos, dando de vez en cuando vuelta a los trozos de conejo y rociándoles con su jugo.
A mitad del asado añadimos el vino blanco y el agua (mezclamos un chorrito de cada) y rociamos por encima del asado del conejo.
Cuando el conejo este dorado sacamos del horno, podemos acompañarlo con una ensalada.