El yogur es un alimento probiótico, muy beneficioso para la salud, esto es debido a la presencia de microorganismos vivos, que al ser ingeridos actúan sobre la flora bacteriana del intestino produciendo diversos efectos saludables, a esto podemos unir el gran aporte de calcio necesario para los huesos.
1 yogur natural 150 gramos.
1 litro de leche.
Calentamos la leche y retiramos del fuego justo antes de hervir, dejamos enfriar hasta que este templada.
Mezclamos el yogur con la leche y lo ponemos en un recipiente o en vasos individuales, si pensamos hacer con frecuencia yogur casero, nos podemos comprar una yogurtera que no es muy cara y puede resultar cómoda.
Tapamos y dejamos en un lugar templado, durante 12 horas aproximadamente.
Pasado el tiempo, la leche habrá fermentado y tenemos un litro de yogur casero.
Cuando este cuajado, lo guardamos en el frigorífico tapado, la caducidad no es muy larga, así que es conveniente consumirlo en dos o tres días.
Si nos gusta, podemos añadir trocitos de fruta, frutos secos, cereales, miel, mermelada, etc.
Si preferimos el yogur griego solo tenemos que añadir ½ litro de nata liquida a la leche antes de ponerla al fuego.