Aunque el ingrediente principal de esta receta son las espinacas, al añadir nata y queso se disparan las calorías, para solucionar este problema, podemos sustituir la nata por queso en crema desnatado, por un yogur desnatado o por un chorrito de leche descremada, así conseguiremos la misma receta pero con menos calorías, para los intolerantes a la lactosa, un chorrito de leche de soja o un poco de tofu fresco. Para gratinar utilizar algún queso bajo en grasa o incluso no poner queso (quedara menos dorado pero mas ligero).

Espinacas
Aceite de oliva
100 ml de nata líquida
Queso rallado
Sal
Pimienta
1 huevo
1 limón

Lavamos y troceamos las espinacas, escurrimos bien.

Ponemos una sartén con un chorrito de aceite de oliva, calentamos, agregamos las espinacas, cuando comiencen a «menguar» añadimos el zumo de limón,  sal y pimienta, removemos, cocinamos un par de minutos y reservamos.
Calentamos la nata líquida, cuando comience a hervir la retiramos del fuego, añadimos el huevo batido y la sal y removemos rápidamente para que no se cuaje.

Colocamos las espinacas en una fuente de horno, vertemos la salsa de nata y huevo por encima y espolvoreamos el queso rallado.

Metemos a gratinar en el horno o en el microondas, dejamos unos minutos (hasta que la superficie este dorada).

Servimos caliente.