¿Qué podemos hacer para salvar esta temporada tan lluviosa?

Pues la verdad es que no podemos hacer gran cosa AHORA, pero si podíamos haber hecho algo ANTES. Muchos ya sabéis que yo recomiendo el uso de plástico transparente para cubrir algunas zonas del terreno, que podemos necesitar en momentos en que la climatología no nos sea propicia.
Esta práctica no solo nos ayuda a tener la tierra lista en cualquier momento (por supuesto ponemos el plástico cuando el tempero es el adecuado)sino que tiene otras ventajas MUCHO más importantes.

Pensemos que la lluvia y el frío le hacen un flaco favor a la tierra cuando caen/suceden en el momento en que está «despertando», cara a primavera.

Toda esa agua ha lavado nuestros terrenos, los ha compactado y los ha enfriado, es decir: los nutrientes bajan, la compactación aumenta y los microorganismos o cesan su actividad o la ralentizan enormemente.

Resultado: las peores condiciones posibles para plantar nada.

Si no has actuado antes, lo que queda es esperar y, eso si, tener en cuenta que habrá que echar una mano para devolver a la tierra al estado anterior. Traducido: una labranza adecuada, aireando, un aporte de energía (extractos, microorganismos, compost) y estar atentos en los primeros momentos del enraizamiento para detectar posibles problemas.

Hasta pronto

Pues si, mi recomendación hubiera sido lo del plástico. En principio, al tratarse de plástico transparente su efecto sobre laa vida en el suelo no es grave, pero además no lo mantenemos mucho tiempo. Mi sistema es el siguiente: colocarlo (en su momento, como ya hemos comentado) cuidando de que no quede PEGADO al suelo, sino ligeramente elevado (con unas varas de avellano formando un tunel sería estupendo, pero sino con unos tiestos, maderas, o algo similar) para evitar excesos de humedad; mantenerlo así durante dos o tres meses si es a comienzos de otoño y uno o dos si estamos ya cerca de la primavera; pasado ese tiempo, quito el plástico teniendo muy en cuenta el pronóstico meteorológico (si anuncian lluvia está claro que no es el momento) de modo que me permita airearlo durante unos días y SI NO NECESITO EL TERRENO, lo vuelvo a colocar.

Como casi todo en la agricultura, hay que adaptar el sistema al tamaño de tu terreno, pero incluso en tamaños grandes, nada te impide tapar al menos aquellas zonas que vas a necesitar en un momento en que a lo mejor el clima no te ayuda, por ejemplo para poner unas cebollas entre diciembre y enero, cuando la tierra, además de húmeda, puede estar compactada y fría.

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