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IMPRESCINDIBLE EN LA HUERTA.

 

                                                                                                                   “Mi cabeza es lo último que se entera de todo”.
                                                                                                                                                                                Erri de Luca.

Estos días  se está ampliando el plantel de amistades distantes.  Atiendo el correo, me entrometo en los blogs más sugerentes y serenos, pero no eludo los más contestatarios y me lío a contar anécdotas y a preguntar intrigado por los aperturas de otros.  Bien que me lo paso, ocupado  lector, con estas idas y venidas.

Pero hoy me interesa más aportar a la comunidad de blogueros agrarios y autosuficientes los beneficios de un  tocado concebido por la mente  humana  para protegerse del sol e imprescindible en la huerta, en el pastoreo o  en la construcción.

No voy a hacer una aburrida aproximación histórica pero  ya el dios mas hermético del Olimpo gastaba uno parecido, lo que le otorga una enjundia fuera de toda duda.

El sombrero de paja. Fundamental.

Estructura básica de la prenda:

-Una copa  plegada en su parte superior en la que se encaja la cabeza

-Un ala de tamaño variable que bordea la vegetal corona.

-Una banda estrecha  de tela suave  o de cartón  en el interior que permite limar las asperezas al  contacto con la piel.

-Una cinta exterior cosida que da carácter al complemento.

Veamos algunos de los  avances que genera su uso tanto en el campo como en la ciudad. Quizás en la urbe algo menos. ¿verdad?

-El ingenio cimero que nos ocupa es respetuoso con el medio ambiente y completamente ecológico.  Es biodegradable y puede engordar sin mayor problema el volumen de la compostera cuando se deterriora.

-Permite una  notoria ventilación de la cabeza cubierta, por mor del encaje de la paja  o anea (Typha latifolia.  Lo mismo vale para un cesto que para un asiento)  con que suelen estar fabricados, en detrimento de las gorras de visera  procedentes de la mercadotecnia norteamericana  que apenas tienen escape.

-Nos permite mirar a lo lejos sin tener que usar la mano como visera en las horas centrales del día y alivia los esfuerzos de entornar los ojos para poder ver algo con tanta luz directa o reflejada.

-Concentra  de forma eficaz el sudor generado por los esfuerzos de doblar el espinazo en la huerta,  en los tránsitos hacia casa o los paseos por el entorno.

-La durabilidad. Al menos dos temporadas mantienen íntegra su estructura primaria los que compro en la guarnicionería del pueblo o en el bazar y, luego rotos, en tanto en cuanto  no se cuelen  hasta las orejas, un veranito más. En caso de deterioro o  accidente -porque se siente uno encima o lo pise una vaca, pongamos por caso- los orificios y desatados mejoran  la ventilación del cuero cabelludo.

-Viene provista la copa de una cinta perimetral, como se ha indicado más arriba,  muy decorativa que permite colocar una ramita de menta  piperita u otra aromática cuando no se localiza alguna pluma de torcaz o rabilargo.  Aún así es el tocado menos ornamental que conozco. Yo lo elevaría a la categoría de herramienta.

– Es el abanico para hombres mejor adaptado del  mundo y se puede saludar con vehemencia  y con las mejores  maneras a los vecinos.  Cabeceado hacia delante retiramos el saludo a algún negro corazón de la comarca.

-Permite, así mismo,  una perfecta adaptación e integración en el medio a su usuario, cuando no adoptar un pulcro camuflaje a los foráneos. Es sin lugar a dudas un indicativo de status social.

– No precisa ser lavado con el consecuente ahorro en detergente, agua, electricidad y trabajo de colgarlo a secar.  Las sucesivas capas de sudor dotan a la cinta interior de un lustre que permite acomodarlo progresivamente a la cabeza y su tacto se torna más agradable.

– El ala admite al menos dos posiciones: con la parte trasera hacia arriba lo que otorga al usuario una prestancia y personalidad irrefutable  en el huerto  y en caso de radiación solar intensa con el ala hacia abajo protegiendo la nuca de quemaduras indeseables. No es aconsejable poner la parte delantera  del ala hacia arriba.

 

– Se le puede coser una cinta y atársela a la barbilla para que no se vuele en días ventosos o colocar debajo un pañuelo para ampliar la cobertura de sombra.

– Los sombreros de paja son para el verano como las boinas  bien bruñidas,  lustrosas  y engrasadas son para el invierno y entretiempo. Ya sólo algún anciano las usa en la España carpetovetónica  pero dudo que una gorra de plástico y algodón transgénico dure  lo que una buena boina o  una gorra de pana. (La austeridad es signo de estos tiempos.)  Sus buenos decenios cubren eminentes molleras campesinas.    La boina se merece un post, por supuesto.

-Admiten con dificultad las notas publicitarias. Pero como ya nada se libra de esta lacra  si acaso en los modelos más  primarios y económicos  incorporan algún rótulo de cerveza de provincias,  el recordatorio de unas fiestas patronales  o el ingenio de alguna peña taurina o deportiva.

-Precipita la evaporación de pensamientos  mágicos y  abstractos tan perniciosos para la sociedad.  ¿A quién le da por pensar en una revolución con adminículo tan primario en la cabeza? Pero seamos rigurosos  porque es incuestionable  que hacen más llevaderos los padecimientos que genera  el trabajo de la gleba.

-Vengo pensando que puede reciclarse y hacer un nidal para las gallinas,  pero mi perímetro craneal apenas da para adjudicárselo a una Kika.

– Sirve para filtrar el purín de ortiga.

– Es un cesto impecable cuando en otoño paseas por el monte y no tienes dónde recoger las moras o  las bellotas.

Puede incluso que haya razones simbólicas, rituales, grotescas y  peregrinas para usar un  sombrero de paja…

-O puedes dejarlo en la percha colgado sin usarlo.

No soy persona  que haga patria ni de la caseta del  perro pero debemos reconocer la gracia que tiene calado como mandan los cánones,  en detrimento de algunas  gorras  que tienen su origen  en el deporte nacional norteamericano, de diseños militares  y que suelen vestirse con la visera en la nuca.  Para este  humilde complemento de la cabeza se contempla  una única y verdadera posición  en función de la horma y la posición del ala.  Convenzámonos  que es un referente cultural de primer orden.

¡Qué costumbres!  Salud.

“Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma más divertida”.
Woody Allen, creo.
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                                                                                                                   “Mi cabeza es lo último que se entera de todo”.
                                                                                                                                                                                Erri de Luca.

Estos días  se está ampliando el plantel de amistades distantes.  Atiendo el correo, me entrometo en los blogs más sugerentes y serenos, pero no eludo los más contestatarios y me lío a contar anécdotas y a preguntar intrigado por los aperturas de otros.  Bien que me lo paso, ocupado  lector, con estas idas y venidas.

Pero hoy me interesa más aportar a la comunidad de blogueros agrarios y autosuficientes los beneficios de un  tocado concebido por la mente  humana  para protegerse del sol e imprescindible en la huerta, en el pastoreo o  en la construcción.

No voy a hacer una aburrida aproximación histórica pero  ya el dios mas hermético del Olimpo gastaba uno parecido, lo que le otorga una enjundia fuera de toda duda.

El sombrero de paja. Fundamental.

 

Estructura básica de la prenda:

-Una copa  plegada en su parte superior en la que se encaja la cabeza

-Un ala de tamaño variable que bordea la vegetal corona.

-Una banda estrecha  de tela suave  o de cartón  en el interior que permite limar las asperezas al  contacto con la piel.

-Una cinta exterior cosida que da carácter al complemento.

Veamos algunos de los  avances que genera su uso tanto en el campo como en la ciudad. Quizás en la urbe algo menos. ¿verdad?

-El ingenio cimero que nos ocupa es respetuoso con el medio ambiente y completamente ecológico.  Es biodegradable y puede engordar sin mayor problema el volumen de la compostera cuando se deterriora.

-Permite una  notoria ventilación de la cabeza cubierta, por mor del encaje de la paja  o anea (Typha latifolia.  Lo mismo vale para un cesto que para un asiento)  con que suelen estar fabricados, en detrimento de las gorras de visera  procedentes de la mercadotecnia norteamericana  que apenas tienen escape.

-Nos permite mirar a lo lejos sin tener que usar la mano como visera en las horas centrales del día y alivia los esfuerzos de entornar los ojos para poder ver algo con tanta luz directa o reflejada.

-Concentra  de forma eficaz el sudor generado por los esfuerzos de doblar el espinazo en la huerta,  en los tránsitos hacia casa o los paseos por el entorno.

-La durabilidad. Al menos dos temporadas mantienen íntegra su estructura primaria los que compro en la guarnicionería del pueblo o en el bazar y, luego rotos, en tanto en cuanto  no se cuelen  hasta las orejas, un veranito más. En caso de deterioro o  accidente -porque se siente uno encima o lo pise una vaca, pongamos por caso- los orificios y desatados mejoran  la ventilación del cuero cabelludo.

-Viene provista la copa de una cinta perimetral, como se ha indicado más arriba,  muy decorativa que permite colocar una ramita de menta  piperita u otra aromática cuando no se localiza alguna pluma de torcaz o rabilargo.  Aún así es el tocado menos ornamental que conozco. Yo lo elevaría a la categoría de herramienta.

– Es el abanico para hombres mejor adaptado del  mundo y se puede saludar con vehemencia  y con las mejores  maneras a los vecinos.  Cabeceado hacia delante retiramos el saludo a algún negro corazón de la comarca.

-Permite, así mismo,  una perfecta adaptación e integración en el medio a su usuario, cuando no adoptar un pulcro camuflaje a los foráneos. Es sin lugar a dudas un indicativo de status social.

– No precisa ser lavado con el consecuente ahorro en detergente, agua, electricidad y trabajo de colgarlo a secar.  Las sucesivas capas de sudor dotan a la cinta interior de un lustre que permite acomodarlo progresivamente a la cabeza y su tacto se torna más agradable.

– El ala admite al menos dos posiciones: con la parte trasera hacia arriba lo que otorga al usuario una prestancia y personalidad irrefutable  en el huerto  y en caso de radiación solar intensa con el ala hacia abajo protegiendo la nuca de quemaduras indeseables. No es aconsejable poner la parte delantera  del ala hacia arriba.

– Se le puede coser una cinta y atársela a la barbilla para que no se vuele en días ventosos o colocar debajo un pañuelo para ampliar la cobertura de sombra.

– Los sombreros de paja son para el verano como las boinas  bien bruñidas,  lustrosas  y engrasadas son para el invierno y entretiempo. Ya sólo algún anciano las usa en la España carpetovetónica  pero dudo que una gorra de plástico y algodón transgénico dure  lo que una buena boina o  una gorra de pana. (La austeridad es signo de estos tiempos.)  Sus buenos decenios cubren eminentes molleras campesinas.    La boina se merece un post, por supuesto.

-Admiten con dificultad las notas publicitarias. Pero como ya nada se libra de esta lacra  si acaso en los modelos más  primarios y económicos  incorporan algún rótulo de cerveza de provincias,  el recordatorio de unas fiestas patronales  o el ingenio de alguna peña taurina o deportiva.

-Precipita la evaporación de pensamientos  mágicos y  abstractos tan perniciosos para la sociedad.  ¿A quién le da por pensar en una revolución con adminículo tan primario en la cabeza? Pero seamos rigurosos  porque es incuestionable  que hacen más llevaderos los padecimientos que genera  el trabajo de la gleba.

-Vengo pensando que puede reciclarse y hacer un nidal para las gallinas,  pero mi perímetro craneal apenas da para adjudicárselo a una Kika.

– Sirve para filtrar el purín de ortiga.

– Es un cesto impecable cuando en otoño paseas por el monte y no tienes dónde recoger las moras o  las bellotas.

Puede incluso que haya razones simbólicas, rituales, grotescas y  peregrinas para usar un  sombrero de paja…

-O puedes dejarlo en la percha colgado sin usarlo.

No soy persona  que haga patria ni de la caseta del  perro pero debemos reconocer la gracia que tiene calado como mandan los cánones,  en detrimento de algunas  gorras  que tienen su origen  en el deporte nacional norteamericano, de diseños militares  y que suelen vestirse con la visera en la nuca.  Para este  humilde complemento de la cabeza se contempla  una única y verdadera posición  en función de la horma y la posición del ala.  Convenzámonos  que es un referente cultural de primer orden.

¡Qué costumbres!  Salud.

“Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma más divertida”.
Woody Allen, creo.
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EL AZAFRÁN EN EL JARDÍN.

En los últimos años nos hemos acostumbrado a tener plantas condimentarias y aromáticas en la huerta o en macetas, en azoteas, en las terrazas, en el jardín…
También es posible disponer de un pellizco de azafrán cada año, de cosecha propia y sin necesidad de dedicale mucho espacio.
Podemos cultivar el cormo del azafrán en pequeños arriates, en los alcorques de algún árbol, o en cajas de fruta.
Crocus sativus no es especialmente delicada. Sólo es preciso conocer su ciclo vegetativo y ser pacientes. Podemos disponer de los bermejos estigmas unos pocos días en torno a la festividad de Los Santos. Dos o tres flores por bulbo el primer año Permanecen frescas apenas unas horas y deben cosecharse a diario. Es estimulante cuando llega el otoñó recoger a primera hora un puñado de flores, mondarlas y tostarlas en nuestra propia casa.
Pero incluso si no nos interesara la especia es una buena alternativa ornamental en la estación del año en que ya quedan pocas flores y el jardín empieza a perder color.

http://www.alboroque.es/azafran-vocabulario/

http://www.alboroque.es/azafran-vocabulario/

Este es el panorama en algunas comarcas manchegas en el llamado día de manto en que se concentra gran parte de la floración. Puede ser muy vivificante poder disponer se una pequeña mancha de color de esta intensidad en nuestro jardín en plena otoñada. Pronto se comenzará a sacar el azafrán de la tierra y los proveedores dispondrán de bulbos para vender.
Podemos hacer a vuela pluma algunas recomendaciones para iniciarnos en su cultivo.
El azafrán es un bulbo. Una planta herbácea con finas hojas como acídulas que alcanzan unos 25 cms de longitud.

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Aspecto de cebollas de azafrán de buen tamaño con las características túnicas. Sólo deben retirarse las que estén más sueltas o degradadas.
Si se atienden con un poco más de rigor las necesidades relacionadas con la humedad, el tipo de sustrato y la profundidad puede cultivarse muy cómodamente en las ya clásicas mesas de de cultivo. Existen en mercado sustratos ecológicos preparados para estos fines e incluso nos los mandan a casa.

 

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Esta imagen  que aparece arriba pertenece a una finca de cultivo intensivo en Argentina, donde también se utilizan cajones:

 

00cc130511e013i11_jpg_53082678Estos tienen la ventaja de que proporcionan la profundidad de tierra necesaria y se pueden cambiar de sitio, según las necesidades. Pueden colocarse en una terraza, en zonas menos fértiles o periféricas del huerto…
Lo ideal, por supuesto, es el suelo pero prosperan convenientemente en contenedores de tamaño suficiente.
El azafrán es una planta atractiva porque tiene un ciclo contra vegetativo, es decir que inicia el periodo de floración primero y luego de aparición y crecimiento del follaje cuando las demás plantas van en retroceso. Durante el invierno ralentiza el ritmo por la bajada de temperaturas, pero con la primavera termina su desarrollo, hasta que en junio comienza a agostarse y se pierde la parte aérea de la planta. En este tiempo la planta se ha reproducido por medio de hijuelos.
Se puede sembrar desde el mes de mayo si se encuentra disponible, en junio o luego ya en septiembre. Puede permanecer bajo tierra todo el verano hasta el otoño, periodo en que con las primeras lluvias o riegos se produce la floración.
Le gustan los suelos profundos ricos y sueltos aunque tolera muy bien los calizos o un poco salinos. En el caso de que el terreno donde se vaya a colocar sea arcilloso o no drene bien es conveniente equilibrarlo con humus y algo de arena.
El azafrán no tolera el encharcamiento y es muy agradecida porque no precisa riegos frecuentes. Para sembrarlo en casa, en un jardín por ejemplo, es conveniente reservarle una zona donde no le llegue el agua de forma continua.
Como referencia en un metro cuadrado podemos sembrar entre 40 y 60 cormos. En líneas, al tresbolillo, pareados, en golpes de 10 cms aprox. A una profundidad de al menos 15 cms, o formando parte de rocallas, en pies sueltos… Al gusto.

http://www.elhogarnatural.com/Bulbosas.htm

http://www.elhogarnatural.com/Bulbosas.htm. En esta página hay suficiente información sobre las bulbosas.

Su peor enemigo es el calor y la humedad a la vez por la aparición de hongos y otras enfermedades que acarrean la pudrición de la pequeña cebolla. Aguanta temperaturas bajo cero y la plena canícula sin problemas.
Aunque su cultivo sea intensivo en zonas tradicionales puede desarrollarse sin problemas desde Andalucía hasta Los Pirineos y en tanto en cuanto no se realice en las zonas costeras por la incidencia de la humedad continuada.
El cormo de azafrán puede permanecer varios años en el mismo lugar. Entre 2 y 5 años. Si los cormos que se compran son pequeños quizás el primer año no aparezcan apenas flores, de modo que es recomendable comprarlos de buen tamaño. En torno a los 22 mm de grosor. Hay quien se olvida de la planta y con los años la floración es menor.
Si el marco de plantación es más apretado seguramente habrá que sacarlo de la tierra antes, siempre a finales de primavera cuando termina el ciclo. Se separaran los hijuelos, se limpian las cebollitas de las características camisas que las protegen y se guardan en un lugar aireado, seco y fresco hasta que se decide volver a sembrar. En unos años si se da bien podremos aumentar significativamente la zona de plantación y trocar o vender los excedentes de cebolla.
Como durante unos meses desaparece de nuestra vista es recomendable delimitar la localización de los cormos con unas piedras o señalar su presencia con unas estacas, etc y así evitar dañarlos al realizar las labores de desherbado, de escarda, cuando se ahueca la tierra o se elimina la superficie endurecida de la tierra para facilitar que brote de nuevo.

 

El azafrán es muy esquílmate, esto es, acaba con los nutrientes del terreno donde ha estado sembrado de modo que es necesario buscarle otro lugar para volver a plantarlo.

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Aspecto que presenta el azafrán de segundo año a comienzos de la primavera. La localización en un jardín o en un maceto huerto permite mantener a ralla las plantas adventicias que pudieran competir por los nutrientes.
Los bulbos en general son plantas que se cuidan con facilidad y se reproducen generosamente. Son una buena escuela de iniciación a la jardinería y hay variedades para cada estación. Es proverbial la afición en Inglaterra a la jardinería pero incluso hay quien se especializa en este tipo de plantas: los crokers.
El azafrán, por tanto, puede cumplir en nuestro huerto urbano o en el jardín una doble función: ornamental y culinaria. Incluso puede conferirle, estoy convencido, un cierto toque de exotismo.
Salud.

 

 

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A VUELTAS CON EL PRECIO DEL AZAFRÁN.

Hoy por hoy el azafrán sigue siendo para el común de los consumidores un arcano y no precisamente por obra de un dios menor, sino por una discutible fama de especie cara.
Paradójicamente en el país donde se produce una de las clases de azafrán más apreciadas a nivel mundial y trabajan importantes empresas comercializadoras, apenas está presente en la cocina casera. Sigue siendo una rareza. Ocurre con otros productos culinarios, con libros emblemáticos o clásicos. Su fama les persigue para bien y para mal. Se trasforman en su propio enemigo. El azafrán lleva consigo las mejores cualidades gastronómicas, pero también el marchamo de inaccesible o exótico cuando existen productores de primer orden y con presentaciones adecuadas a modestísimas necesidades. Hay quien conoce el argumento de los libros sin leerlos. O las excelencias del boletus por terceros. Todo esto implica que los asuntos del azafrán a nivel comercial e institucional no se han hecho bien.
El azafrán en efecto es muy caro pero -recurramos al tópico- qué no es caro si se ofrece calidad. Un buen queso, un vino, un buen pan…

http://www.vanitatis.elconfidencial.com/fotos/2011/mikel-alonso-20110318-10272-album.html

http://www.vanitatis.elconfidencial.com/fotos/

¿Es de verdad caro el azafrán? Depende.
Se pueden argumentar para insistir en su uso alimentario de forma cotidiana  motivos patrióticos porque fuera preciso promocionar un producto nacional, o a pelar a la solidaridad por la necesidad de colaborar comprando a pequeños productores que empiezan en estos tiempos de cambio que nos tocan vivir. Es un producto muy español y está contribuyendo de nuevo a complementar la economía familiar en ciertas regiones de cultivo tradicional. Normalmente son pequeñas explotaciones que comercializan su producto directamente… Tan producto de aquí como el aceite, o el vino. Otros países obtienen con todo y respecto a la especia también más beneficios.

No hace mucho comentaban, con no poco disgusto, en un puesto del mercado tradicional donde suelo comprar, que había quien que no podían comer paella por la alergia que producía el colorante sintético, la tartracina, que suele incorporarse sin pudor para teñir el guiso. El tendero y alguno que compraba para agasajar a su familia se consolaban porque no podían participar de ningún ágape que incluyera ese derivado del petróleo. No pude resistir la intromisión recordando que para el caso existía el azafrán y  que no desencadenaría ningún tipo de reacción adversa y produciría en los comensales una estimulante novedad.

El azafrán no está tan presente en los comercios como en otros tiempos. Le especia ha quedado recluida a los establecimientos gourmet y las tiendas que yo llamo regionales donde se venden productos típicos de ciertas zonas.

http://listas.20minutos.es/lista/los-topicos-que-mas-llaman-la-atencion-de-espana-377435/

Una pizca generosa http://listas.20minutos.es/lista/los-topicos-que-mas-llaman-la-atencion-de-espana-377435/

Es en la práctica de la cocina de todos los días, entiendo, donde se encuentran los mejores argumentos para desmitificar el precio del azafrán. No hace falta recurrir a la alta restauración, donde el rendimiento es incuestionable.
Partiendo de que se elige un buen azafrán en hebra sin adulteraciones no se precisa hacer muchas cuentas. El precio del gramo para la venta al consumidor gourmet puede

 

estar en torno a 8 euros en este año 2014. Pero existen azafranes con mejores precios y de buena calidad, ya sea por la clase, por la sencillez de la presentación o porque proceda de cosechas que no sean del año (aunque no sea frecuente porque suele venderse todo). Puede adquirirse azafrán en torno a 6 euros el gramo. Prescindimos siempre de los que se adquieren fuera de establecimientos especializados y con presentaciones opacas (hipermercados o similares) donde no pueden apreciarse sus características.
Evidentemente cuanto mejor es el azafrán de forma más potente manifiesta sus cualidades.

Es cierto, asi mismo, que tampoco se utiliza mucha cantidad por su alta capacidad de colorear, aromatizar y dar sabor a los guisos.
Si preparamos una paella para cuatro personas el coste de la especia resulta irrisorio en comparación con el resto de los ingredientes, una muy gratificante anécdota
Supongamos que para nuestra paella del domingo necesitamos unas diez hebras por ración. Cada hebra pesa 0,001 gr una milésima de gramo, de modo que la especia nos costaría siendo generosos no más de 0.50 cnts de euro, en tanto que el marisco nos costaría alrededor de 5 euros, otro euro las verduras, otros dos el pollo o la carne, la energía para cocinar…
Siempre comento que incluso se pueden reducir las cantidades de otros ingredientes por el efecto potenciador del sabor que caracteriza al buen azafrán.  Mejor sabor con menos “chicha”.
Pero incluso estos estigmas tostados pueden sacarnos de un apuro con unas muy recomendables patatas, calamar y mejillones. Ahora que se acerca la Semana Santa probemos a incorporarlo en el potaje.  El recetario es profuso y variado.
Algunos de los que merendábamos pan con chocolate recordamos los expositores con azafrán en las tradicionales tiendas de ultramarinos  o mantequerías y cómo su aroma inconfundible impregnaba el establecimiento si se abría la cajita trasparente.

tienda
Luego insistir en alto precio que alcanza este condimento o especia natural no es acertado. Es preciso hacer hincapié en sus derivadas sociales y agroeconómicas,  promocionar el valor del azafrán por su inmejorable rendimiento en la cocina y no, como signo de exclusividad,  en el alto coste en el mercado.
Salud.

 

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EN DEFENSA DEL RÍO GLORIETA

Río: La corriente caudalosa de muchas aguas, que van a desembocar al mar.

                                                                                                                                                                                        Covarrubias.

Rio Glorieta Parecerá un poco  impúdico dedicar tiempo y entradas, en estos tiempos de agitación y protesta a un lugar no olvidado, en Tarragona, cuando tantos bregan para cubrir las necesidades básicas de supervivencia.  Son, a fin de cuentas,  las mismas demandas: aire limpio,  techo, comida, energía, agua…

Hoy  22M  salgo a la calle con esta misiva para dar a conocer cómo crecen otras aspiraciones.

Me llegan desde el otro lado de la pantalla noticias de  pequeñas acciones y propósitos que me suscitan cierto optimismo.

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HASTA EL 31 DE MARZO DE 2014

 Aunque el campesino que les habla encontró ya su lugar quisiera estar más cerca de más sitios para tener más cosdas que hacer a este respecto. Por el momento no puedo obviar esta petición de  ayuda en defensa del Río Glorieta, que me envían desde Biosfera 2030, un blog donde se da a conocer, entre otras cuestiones, un proyecto de custodia del territorio  que según  sus propias palabras supone “una estrategia que intenta generar responsabilidades entre propietarios y usuarios para conservar y utilizar correctamente los recursos y los valores naturales, culturales y paisajísticos”.

Más Glorieta

 El mejor medio que conozco para recrearme y disfrutar de estas iniciativas es comprobar que en ocasiones funcionan bien las relaciones entre lo particular y lo público. Hay que saber convenientemente de lo casos, sus causas y motivaciones

El hartazgo de los medios de comunicación y el colapso de las redes sociales no siempre favorecen estas iniciativas.Corren el riesgo de convertirse en una mercadería más si no se organizan con rigor. Por eso hay que apelar al interlocutor (implica participación)  más que al concienciado lector. Hay que examinar con ojo atento lo que sucede a nuestro alrededor, pero hay que ejercer.

Tenemos que intentar preservar o recuperar cada lugar, cada entorno, paisaje, por los valores o atributos que todos conocemos nos muestran o vivimos directamente, pero además porque son verdaderos territorios de la intimidad.

Cuánto esfuerzo hay detrás de todo  esto. Nadie reclama para sí cuando trata de colaborar en la consecución de algunas cosas que hacen que “lo social” merezca la pena y sea asumible sin recelo; si tiene algo de bello, algo de bueno, algo de verdad, algo de duradero,  algo de… natural no vamos mal encaminados.

Voy  metiéndome en este río, en este verde, en este azul… en esta corriente. Salud.

Glorieta 3

Más datos:

ttp://biosfera2030.wordpress.com/contrato-de-custodia/

https://www.youtube.com/watch?v=gGpoFHNCSME

http://www.custodiaterritori.org/ca/castellano.html

 

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Todo HUERTO Y JARDÍN. Un lugar cercano en la red.

Durante el invierno acostumbro a dar un paseo por las tiendas on-line en busca de alguna variedad de planta  hortícola que se pueda acomodar en lahuertadelosrobles. Pero es al  llegar el final del invierno cuando hay que tomar alguna decisión, teniendo datos.  Los semilleros no pueden esperar mucho si queremos ajustarnos a los ciclos de las plantas  e ir al compás  tan agradecido de las estaciones.

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Tomate Muchamiel. Cosecha 2013

Por lo que he podido apreciar en estos últimos años la tienda on-line es ya un medio habitual de compra y alcanza un importante grado de eficiencia, aunque hay de todo como en botica.

 Muchos de los que nos dedicamos al cultivo  familiar o tenemos una pequeña explotación en el ámbito rural nos hemos ido acostumbrando a navegar en la red en busca de plantas o enseres.  En ocasiones el alejamiento de las localidades de referencia o  de las grandes ciudades donde poder comprar o  las decisiones de última hora, hacen que tengamos que recurrir a las compras on-line. Los accidentes en los viveros o lo errores son habituales y pueden ser una buena opción de último recurso.  Para otros es ya costumbre para surtir sus jardines y pequeños huertos en temporada o confían en un proveedor de contrastada valía.

  Una vez que valoramos lo que se precisa, repasados los catálogos y confirmado  aquel proveedor que nos ofrece mejor relación calidad precio, nos interesan los que proporcionen apoyo y asesoramiento especializado si fuera preciso.

 Una buena tiende on-line tiene que promover foros y contactos entre hortelanos urbanitas, por ejemplo, o facilitar intercambio de información entre cultivadores de diferentes regiones o  de distinto modelo agronómico.  Las nuevas perspectivas que se ofrecen son siempre enriquecedoras.   Éstas, por lo general, micro empresas tienen que sobrevivir para ampliar el espectro de la oferta,  estimular la competencia y  conseguir novedades o mejores precios ¿por qué no?.

Las tiendas on-line son muy importantes para la gente que empieza en casa, en una terraza  o tiene en proyecto el cultivo en macetas.  Consiguen  una suficiente variedad de semillas, los contenedores o, por ejemplo, fertilizantes biológicos seguros y contrastados, si no pueden realizar trabajos de compostaje, por la falta de espacio o de suficientes materias primas en forma de estiércol o restos vegetales.  Pero también los mejores sustratos,  humus de lombriz o herramientas básicas.

Una plantas de tomate- gigante de äviula y cherry  Asturiano- en macetas.

Una plantas de tomate -Gigante de Ávila y Cherry Asturiano- en macetas, pero aún sin capar.

Hablamos de productos  en la mayoría de los casos muy diferenciados, muy concretos que resultan de difícil localización en el comercio tradicional o  incluso grandes superficies. Los centros especializados no siempre están próximos.

No es irrelevante que la actividad  de  Todo huerto y jardín, esté radicada  de la zona levantina (tiene tienda física en  Mutxamel, Alicante) por la larga tradición hortícola y la experiencia acumulada.  En esta página, que cumple los parámetros que he sugerido más arriba, se mueve uno con rapidez, es diáfana y no presenta distracciones.  Pero puede uno demorarse curioseando entre los tutoriales o las noticias sobre la cultura hortícola en ecológico.    Toda esta información se canaliza a través del blog que desarrolla Pascual Sala.

Con un catálogo suficientemente variado, no ofrece variedades raras o de coleccionista ni equipamiento sofisticado.

  Me han llamado especialmente la atención las secciones dedicadas a los fertilizantes, los sustratos  y fitosanitarios ecológicos.   Saben los lectores que en ocasiones pongo macetones con plantas hortícolas en el patio o a la puerta de casa con excelentes resultado.  Este tipo de  presentaciones o tratamientos, que no son fáciles de conseguir,   me  han permitido atender los problemas que pudieran ocasionarse  “a pie de obra”.

En casa muchas veces no se pueden “cocinar” ni preparar los caldos fitosanitarios o fertilizantes, no disponemos de sustratos equilibrados o no se pueden conseguir principios activos tan socorridos como los que proporciona la ortiga fresca o el diente de león, por eso  micorrizas, aceite de Neem, Bacilus Thurigeiensis, ( tienen un buen surtido de trampas) insecticidas biológicos específicos  y un largo etc, que salen caros para grandes huertas, son más que recomendables en huertos urbanos o macetohuertos. Nos pueden solucionar muchos problemas si se atajan a tiempo y mucho trabajo engorroso.

Tienen frutales,  plantones en temporada de las variedades más usuales, e incluso alguna variedad resistente a las enfermedades víricas, tan comunes en ciertas latitudes o en viveros.

 Los precios, por otro lado, son más que aceptables  aún teniendo en cuenta los gastos de los portes.

 No nos llevemos a engaño tampoco. Son tiendas, tienen que vender, pero pueden llegar a cumplir, si se hace bien,  la función en muchas zonas perdida, del pequeño negocio familiar o de las viejas librerías donde se reúnen los clientes a charlar sobre su afición, su profesión; buscar el trato con los afines o la discusión y  si de paso encuentran algo que les gusta  entre las novedades o alguien les recomienda qué se yo es probable que se  lo lleven a casa.

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Casi cualquier cosa vale para colocar una crasa. Haciendo unas hendiduras en el fondo de la vieja sartén para el drenaje…

 No les entretengo más. En realidad, siento curiosidad por saber qué hacen los demás en internent  y las redes sociales me lo ponen fácil, muy fácil.

 Mejor echen un vistazo por ahí.   Salud.

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Ornamentación nada espontánea en un rincón de aldea. La escalerilla de un gallinero, sin tránsito ya, se trasforma en un elemento pintoresco.

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PORQUÉ NOS GUSTAN LOS TOMATES

Comprenderán pronto los animosos lectores que esta entrada carece del rigor necesario para apreciarlo como técnicoy mucho menos científico.    Surge de la curiosidad,  de la imposibilidad de dejar de fisgonear en las  buenas cosas de comer, de la insistencia en preguntarme porqué me gustan algunas hortalizas  o poder escapar de los estereotipos y los tópicos.  Para estos fines he leído  algunas hojas que me he encontrado por ahí  y  me he comido unos pocos tomates. Sin más.

Lo que hasta no hace mucho era una tarea exclusiva de productores y especialistas se ha transformado  en una muy apetecible afición para muchos. Me refiero a catar. Entendemos de vinos, de queso, de aceite,  otros con suerte de  buen jamón…  Algunos son peritos sin catarlo.

 No es cuestión por el momento de hablar sobre los portes de la tomatera, si son más viables unas variedades que otras en no sé qué entornos y terrenos,  de los entutorados,  que si las hojas pequeñas y que se desarrollen en horizontal son recomendables el zonas frías o las grandes para que den sombra al fruto en pleno verano. Tampoco me van a entretener ahora las plagas y los fertilizantes…

El tomate es con seguridad la hortaliza con fruto que más se consume en el mundo conocido.  Aquellos de los que miran estas páginas, que lo han probado y cultivado en orgánico o de forma más o menos tradicional, biológica,  sin forzados, plásticos o adición de fertilizantes  de síntesis, o con más estrictos rigores ecológicos, conocen el sabor, el gusto y el aroma de un tomate maduro.

Para poder hablar con cierto rigor de un cuadro, una novela, una pieza musical o una película es fundamental  conocer una serie -cuanto más amplia mejor- de  claves,  elementos y sapiencias  vinculados  a la materia en cuestión y poder afinar en la valoración.  Lo que se denomina coloquialmente hablar con conocimiento de causa.

 La baya en cuestión puede apreciarse y valorarse en función de unos parámetros previamente establecidos,  pero tb de otros no siempre objetivos. Veremos porqué.  El consumidor o catador tiene la palabra. Hay un componente personal que depende de la actitud del que prueba y de la cultura gastronómica del mismo.

 De modo que podemos  aprender a catar un tomate. Pero como a nadie se le ocurre saborear un vino de tetra-brik para calificarlo, no parece aconsejable insistir en tomates que podríamos denominar industriales. Debemos partir de frutos con un mínimo de caracteres estimables.

Para hablar con cierta propiedad no está demás seccionar un tomate y apuntar las principales partes constituyentes que nos van a interesar.

tomate 5

www.hortelanostricantinos.es

Para probar un tomate y evaluar su calidad no es preciso un laboratorio  ni especiales cualidades sensitivas.  Solo vamos a comernos un tomate y a averiguar algunas de las razones por las que nos gusta más o menos que otro, incluso de la misma mata.

  No puede ser más que a través de los sentidos que podemos emitir una estimación  sobre  la hortaliza  con más precisión, independientemente de las “marcas” o denominaciones locales o comerciales.

Para el tomate debemos diferenciar el gusto ácido del dulce. Discriminar en cuanto al olfato el aroma y el perfume. La firmeza y la textura por lo que se refiere al tacto y por supuesto la forma, el color, etc, en relación al sentido de la vista.  No puedo obviar la valoración o perspectiva estética. No está de más, como podremos suponer, por que unos tomates pueden ser más gratos a la vista que otros.

Tampoco deberíamos eludir las propiedades nutritivas.  La  calidad de la composición  se ha convertido en un valor en sí mismo y, aunque no son apreciables a primera vista ni al primer mordisco, el consumidor medio empieza a tenerla muy en cuenta  ya que están relacionadas con un acusado interés por mantener el organismo alimentado correctamente, equilibradas las partidas nutritivas  y  por  la capacidad  de  prevenir enfermedades.

Para poder evaluar correctamente  un tomate necesitamos conocer, como en el caso de los vinos por ejemplo,  el origen y demás condicionamientos agronómicos, esto es, datos como la forma en que se ha cultivado.

Tomate 3

Como en lahuertadelosrobles no es tiempo e tomates he tenido que tirar de archivo y recuperar algunas fotos para documentar estas notas.

Nos vamos a fijar en primer lugar en su aspecto exterior.  La forma, el tamaño, el color… No voy a descubrir a nadie la infinidad de variedades de tomates que existen y la distinta tipología en cuanto a la forma,  el color u otros rasgos.  Se cuentan por miles aunque se cultivan de forma más o menos extensiva alrededor  de cuatrocientos en todo el  mundo. Deberíamos aprender a valorar cada tomate en su justa medida y apreciarlo para determinados usos o finalidades.

Nos venimos mal acostumbrando desde hace ya varias décadas, incluso en las zonas rurales,  a la uniformidad que impone el mercado. Todos conocemos la capacidad  que tiene el hombre para llevar un producto perecedero de una punta a otra del globo pero vamos conociendo, afortunadamente, cada vez mejor las consecuencias.

 Apreciamos que este fruto carnoso que nos ocupa esté bien expuesto y presentado en el comercio. Valoramos la homogeneidad del color y la forma, la ausencia de taras, marcas, hendiduras o que no estén blandos.  Pero una vez en la mesa… Lamentable.

 El aspecto del tomate es un criterio más y no “el criterio”, en mi humilde opinión. No desprecio tomates ligeramente agrietados, con marcas  o con inserciones algo grandes,   variedades acanaladas, oblongas, menos homogéneas…  si los demás aspectos equilibran la posible merma en la cantidad de carne aprovechable y en el rendimiento.   Pueden ser indicios o pistas sobre el modo de cultivo.  Cuando se cultiva al aire libre es muy difícil evitar  que las lluvias o los cambios de temperatura más o menos bruscos  originen estas supuestas “taras”.

Tomates 1

En esta primera foto muestro tres tipos de tomate a los que en su momento quité las semillas para reproducirlos. Se trata de -por orden de aparición- Tomate gigante de Ávila, Raf y Muchamiel.

El sentido del gusto y el tomate.

 El  sabor se fundamenta en la percepción de una serie de sustancias químicas o combinación de las mismas.

Distinguimos, en principio dulce y ácido.

El sabor de un tomate,  al margen del grado de madurez y de la  genética de la variedad, está regulado por la cantidad de azúcares (glucosa y  fructosa) y ácidos orgánicos (cítrico y málico) que contenga.

  Con el sentido del gusto podemos cuantificar  o mensurar con un importante  margen de maniobra  el grado de acidez o dulzor  de la pulpa, de la carne de un  tomate, en combinación con la piel… Cuando entra un trozo en la boca, podemos manejarnos  en un sutil equilibrio con estos y otros atributos.

 Estoy hablando siempre de un tomate fresco y maduro sin aditamentos, aliños o especias.

Tomate 2

Tomate con alguna marca de la intemperie y marca estilar de apetecible tamaño.

Luego interviene, literalmente, el gusto personal de cada cual. Habrá quien prefiera el dulce sobre el ácido o viceversa  o los  tomates más equilibrados.

Hay no obstante alimentos, entre ellos el tomate, que poseen una característica o propiedad añadida  difícil de contrastar y calcular.

   El umami.  Los científicos se han puesto de acuerdo para dar nombre a una serie de sensaciones que generan algunos aminoácidos  en combinación con el glutamato que se encuentra en los alimentos de forma natural, básicamente, y que podría relacionarse con el gusto carnoso.  No me resulta fácil  comprender los mecanismos que lo desencadenan, pero somos mayoría, supongo,  los que podemos aislarlo.  Podría describirse como un conjunto de sustancias que ayudan a que algunos alimentos tengan mejor sabor. El efecto en la boca es muy estimulante (con la natural y consecuente aparición de endorfinas en el organismo, por ejemplo)   Algunos hablan de sensación aterciopelada  o de palatabilidad.

El umami parece ser el quinto sabor.  Ese tomate que está tan bueno y nos parece tan agradable al paladar tiene  sabor unami.

Para hacernos una idea más aproximada se puede decir que el champiñón y demás hongos tienen  umami o las espinacas,  algunas carnes y el jamón ibérico.  Es difícil cuantificar, está poco estudiada esa furtiva combinación de matices, pero tengo claro que nos ayuda a comprender por qué nos gusta un tomate  y a apreciar  otros alimentos.

 No cabe insistir en la especial repercusión que tiene en nuestro organismo la imponente combinación del pan, el aceite, el jamón y el tomate…

 En ocasiones llegan al mercado algunas variedades más de temporada con mejor sabor, con la carne más firme pero siempre tienen carencias.  Por tanto el umami es un referente, una particularidad incuestionable  e ineludible para valorar la calidad de un tomate.

  Con un tomate bueno en la boca es difícil eludir el aroma, es decir, las propiedades organolépticas  que se perciben por vía retronasal al catarlo.  Es distinto del olor o la apreciación  a través de la nariz exclusivamente.

En la percepción del aroma intervienen  sustancias volátiles. Somos capaces de apreciar  algunas, incluso, que pudieran estar presentes en cantidades muy pequeñas.

El aroma del tomate es muy peculiar y es uno de los aspectos que se valoran más.

El “mapa aromático” del tomate es el resultado de la combinación sorprendente de alcoholes, ésteres, ácidos, amidas… Conocemos pronto, si nos detenemos un poco, sus “signos convencionales”.

Hay además otros pormenores, no menos estimables  que pueden ayudarnos a afinar en la valoración y vienen determinados  por esos elementos volátiles.  Son más sutiles. Podemos descubrir en determinadas variedades, aspectos florales, o  más frutales, notas verdes.

Durante la prueba los catadores de vino o de queso o de azafrán cierran la boca y al saborear llevan el aire hacia la nariz a la espera de descubrir los diferentes matices y apreciar la duración en boca.   El flavor es el conjunto de sensaciones y estímulos,  la interacción  todas las propiedades que voy destacando.

Ya disponemos de algunas claves o puntos para tener en cuenta, referencias  cuando probamos un tomate. Podemos opinar. Podemos establecer con más fundamento un criterio propio.  Le ponemos nombre a todos esos sucesos. Vamos ampliando nuestra capacidad de análisis.

 Hay que tener una actitud abierta y receptiva, paciente, cuando nos comemos, por ejemplo,  un tomate.

 Para valorar la textura debemos fijarnos en la proporción de carne y semillas, pero también en la firmeza o si los tejidos ofrecen un toque  harinoso.

Normalmente no apreciamos  los tomates poco firmes, sin consistencia, que no  trasmitan sensaciones agradables al masticarlos.

 Todas estas marcas o señales están determinadas por la composición de las células y  el tipo de conexiones que se establecen entre las mismas.

Si las células del pericarpio de la carne del tomate son alargadas la textura es más harinnosa.  Las células pequeñas en la piel hacen por ejemplo, que esta sea más firme y dura. Algunos tomates pueden tener una textura más crocante,  semejante al mordisco en una manzana.

Ya se ocupan los químicos agrícolas de detallar y explicar estos asuntos. Lo importante es percibir todas estas variables.

 Tampoco son estimables los tomates con mucho zumo y en menor medida si es poco denso. El tomate debe tener carne,  proporcionalmente al tipo o variedad.

El grosor del pericarpio puede ser variable pero firme y no  estar decolorado.  Y la pulpa (o  mesocarpio) tierna y  no demasiado harinosa.Hay otras partes internas del tomate, no solo la pulpa,  que pueden proporcionar carne.

 He podido ver como algunos cocineros preparan platos exclusivamente con el tejido lucular. Esta parte  gelatinosa que protege las semillas tiene un gusto especial e incorpora nuevos matices en la cata.

Lo anteriormente descrito implica que los lúculos o celdillas donde se alojan las semillas deben estar llenos, no huecos y con una cantidad equilibrada de simiente.

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Tomate comercial hacia el que tiende el mercado con algunas de sus partes.

Es habitual que los tomates industriales apenas tengan semillas o estén muy poco desarrolladas, merced a la sucesión de cruces y manejos de la ingeniería genética, siempre intentando satisfacer lo que supuestamente exige el consumidor.  Los hortelanos familiares o de cultivo orgánico pueden disminuir el tamaño de las semillas adelantando unos días la recolección.  Con muy poca frecuencia un tomate industrial de color apagado y triste  madura en casa. Se pudre antes.  El tomate (salvo cuestiones varietales) es de color rojo intenso y oscuro. Es el licopeno el pigmento que da el color característico.

La semilla parece estar desterrada porque incide en el peso y  su configuración  para la  ponerlo en la mesa.

Tengo para mí que lo deseable  es buscar un equilibrio entre las partes constituyentes.

 El tomate no se debería  perlar, pero si hay que hacerlo no se puede quedar una masa  acuosa e informe en la mano.

No me gustan los tomates con la piel dura, por eso suelo pelarlos, con lo que implica de pérdida de matices y elementos nutritivos.   Cuando se cocinan dejan restos de hollejos.  Cultivo variedades con la piel fina de ahí que sean más promensos a rajarse o abrirse.  Esto puede ir en detrimento de la  manipulación y la buena conservación.  No todos los tomates cultivados en un huerto familiar tienen mal aspecto, claro y  puedo elegir entre cosecharlos un poco antes -más verdes- o esperar  a que estén en su punto de maduración si los voy a consumir rápido.

 Hay otros elementos muy relevantes en relación al aspecto y que intervienen en la textura. Me refiero a las formas  acanaladas o en gajos que presentan algunas variedades, el tamaño de la cicatriz de la inserción del cáliz o del estilo.

Es recomendable ir buscando aromas distintos a los del propio fruto. Y por supuesto probar muchos y a ser posible nunca solo.    Salud.

Fuentes y referencias:

http://www.hablandodeciencia.com/articulos/2012/05/07/umami-

Tesis doctoral Mónica Medina Herranz.

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SEMILLAS EN PERSPECTIVA.

      «Es preciso suponer que en todo lo que se combina hay muchas cosas de todas clases, y semillas de todas las cosas, que tienen formas diversas y colores y sabores diferentes».

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Van llegando  unos sobres de  semillas que he adquirido para esta temporada.  Estoy aguantando aún estas semanas de finales de invierno procurando no adelantar las sementeras con este tiempo revuelto y frío. Forzar o hacer un semillero de cama caliente requiere prestar a los almácigos  más atención y no es conveniente precipitarse.

Decía  Sebastiao Salgado en una entrevista reciente, refiriéndose a la fotografía, que hay que plantearse la espera como satisfacción y yo “me aplico el cuento”.

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Fotografía de Sebastiao Salgado

No puedo eludir algunas citas fotográficas mas.

salgado 8 azadón AventandoMe entrego por ahora a los preparativos  buscando contenedores o cribando y mezclando sustratos oscuros, nutritivos y ligeros.

Después de algunos años voy sujetando el escozor de buscar plantas raras o llamativas.  Aunque  en ésta como otras  cuestiones hay que tener un poco de perspectiva; raro puede ser un tomate de los indios Cherokies para los europeos o una flor de azafrán para los australianos o cualquier fruto tropical para los países más septemtrionales.

Me voy decantando por las variedades tradicionales ¿como diría yo…? contrastadas, que me resuelvan ciertas papeletas o que puedan acomodarse en lahuertadelosrobles y se adapten a mis requerimientos.   Un buen número de  variedades autóctonas devienen de los cruces  y la insistencia, de la puesta en práctica del sistema prueba-error  por parte del hortelano en cualquier rincón del globo, de La Península y la sabiduría de conservarlas.  Este campesino novato que les escribe se resuelve más pragmático que caprichoso.

Pretendo dilatar,  repartir la fructificación a lo largo de la temporada para no tener que consumir todo en unos días o verme en la necesidad ineludible de embotar, al  mismo tiempo que amplio la posibilidad de acceder a otros sabores y texturas.  De modo que voy tanteando variedades más tempranas  y  siempre -teniendo en cuenta  las restricciones climáticas de esta zona al pie de Gredos-  adelantar el disfrute de las hortalizas.

Parece que la huerta pide a gritos la construcción de un invernadero,  pero  no acabo de ver con claridad  su eficacia e incluso el rendimiento en estas latitudes, para las cantidades que pudiera manejar e independientemente del trabajo y los costes  que pudiera acarrear.

  No paro de buscar, de todos modos, nuevas plantas.  Me llegan referencias del otro lado del Atlántico y apenas puedo aguantarme a consultar catálogos y tiendas on-line de algunos lugares sugerentes y que me ofrecen cierta confianza.

Pero por ahora lo que importa es que acaban de llegar unos sobres. Y me explico.

El paquete me lo remite el Centro Zahoz y contiene algunas cosas de su riguroso catálogo.

  Tomate Santián.

 El principal problema que se plantea en lahuertadelorobles con los tomates  y otras solanáceas (lo vengo repitiendo cansinamente  desde hace algún tiempo) es la aparición tardía del fruto cuando no su inviabilidad.   No es solo una queja.  Los  mismos condicionamientos ambientales, climáticos o geográficos que retrasan la aparición del fruto  -y merced la lenta maduración o la calidad de las aguas, ¡qué sé yo!-  les confiere una textura y un gusto excepcionales a las variedades que  hasta ahora mejor se han dado, pero la producción se concentra en muy pocos días.  Sobre todo Muchamiel y Patanegra.

En la puerta de casa, en un macetón, enredando la planta  en una malla, he cosechado esta temporada pasada hasta el hartazgo  buenos tomates amarillos bombilla en tanto que no ha helado.  Esta variedad – he podido constatar- una vez cosechada aguanta bastantes días en casa con muy buen aspecto y sin estropearse.CIMG4327 En realidad este tomate que me mandan no es un «endemismo» gallego cultivado por un anciano en una aldea perdida de Pontevedra. Se trata de  Santiam partenocárpico,  (los frutos se producen sin fertilización) un tomate pergeñado a partir de otras dos variedades en la Universidad de Oregón y que se ha cultivado por estos lares  hispánicos con éxito.  Los que lo han cultivado confirman que los frutos pueden cosecharse antes incluso de  60 o 70  días desde su plantación.

En la zona oeste de Oregón o en la Galicia profunda esta Lycopersicum esculentum de crecimiento determinado, medianamente productiva nos ofrece  tomates ligeramente achatados, de color rojo homogéneo, que se pueden cortar y rebanar sin que se nos quede en las manos hecho zumo.   Por lo que he podido observar en la documentación manejada es muy común en los cultivos industriales de invierno.

Lo mas importante  para mí es que los primeros tomates se desarrollen en estas condiciones difíciles por las bajas temperaturas y en las que no hay insectos polinizadores que fertilicen las flores.  El tomate, por tanto, apenas tiene semillas o están poco desarrolladas, aspecto muy interesante cuando te metes en la cocina a guisar.    Es importante que el tomate no quede hueco y poco carnoso, claro.

Pero estos son futuribles . Si a características como la consistencia, el peso, la dureza de la piel o la carnosidad se sumaran las características que pudiera otorgarle el cultivo en orgánico (sabor,  acidez, aroma, textura de la carne…) con aguas limpias y en terrenos equilibrados  podría ser una buena elección para ampliar las posibilidades de consumo.  Tengo la impresión que será una buena candidata para el cultivo en macetas.  Todo se andará.

Otra cuestión será la reproducción de  las semillas. No está nada claro ni será facil.  Es muy probable que a pesar de que no produzca muchas semillas, con la parición de los insectos se realicen las fertilizaciones y, aguantando a cosechar los últimos tomates de la temporada, pueda recoger simiente para las siguientes temporadas.  En otoño lo vemos.

 Espero que se cumplan las expectativas con este tomate  y pueda comerme alguno antes de que esté mediado el verano.

Lechugas.

Algo semejante ocurre con las lechugas.  La  pretensión es ampliar en el tiempo la producción al margen de la preparación escalonada de los semilleros y, por supuesto, escoger plantas con mejor gusto.   Voy a sembrar  Reina del hielo  y a comprobar si hace justicia a su nombre esta variedad de origen francés. La lechuga  Reina del hielo parece  ser una subvariedad de Batavia con las hojas ligeramente dentadas.

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http://www.lasemencebio.com/lang-es/hortalizas-de-hoja/17-laitue-batavia-reine-des-glaces.html

A las lechugas, por mi experiencia, les gusta la luz, pero no el sol directo, y los suelos bien labrados.  Si es cierto lo que comentan los expertos y germina a partir de los diez grados centígrados podría, en principio, sembrarlas a finales de marzo o en Abril  en los semilleros y traspasarlas al terreno pronto sin que los  últimos hielos las quemen. Habría lechugas sin necesidad del vivero desde mayo a noviembre.

 Me gustan las lechugas de color verde intensos o rojas y sin pencas grandes. Toca esta temporada también  lechuga negra procedente de Hevás, Cáceres.  Es posible que admita atarla para recogerla y que engorde el cogollo. Una opción cuando se acerca el otoño.

 Es cierto que se suelen valorar  a nivel comercial los cogollos tiernos y amarillentos, aun cuando el sabor es más apreciable -y los valores  nutritivos  se presentan de forma más clara-  en las variedades de color intenso y no tienen por qué ser necesariamente indigestas.    Desde hace unos años se han popularizado estas lechugas «negras» como  la Hoja de roble morada, que en realidad no es una lechuga sino un tipo de escarola.

El mijo

Con el mijo pretendo cubrir una doble parquedad y satisfacer las necesidades de sombra que demandan algunas plantas en plena canícula, pero también el hambre incontinente de las gallinas.

  Es casi una norma  ya en lahuertadelosrobles cultivar plantas con una derivada  forrajera con la intención de complementar la alimentación monótona de las gallinas.  Me gusta preparar mis propios balanceados, renovar  la dieta de las aves todo lo que me sea posible,  evitar siempre  que puedo el pienso compuesto  y el pan mojado.  Tengo claro que cuando más variado comen más y de más calidad ponen. Aunque es un grano muy recomendable para las aves por su valor nutritivo, el tamaño, etc. Es una planta que forma parte de la alimentación de muchos pueblos con especiales problemas de sequías  y se empieza a consumir en Europa

 El girasol gigante o el maíz, aunque no se produzcan en grandes cantidades, pueden ser una buena reserva  alimentaria “de origen conocido” para el invierno. Es sabido que las aves de puesta precisan grasas vegetales para sintetizar las vitaminas y la semilla de girasol es una buena fuente.  Se las comen como si fueran pipas.

Girasolones 015En la huertadelosrobles se siembran  también maíces roseteros y   de pequeño tamaño que con el tiempo han llegado a hibridarse y producir mazorcas multicolores.Ropa tendida 007El mijo  de escobas vendrá a mejorar estos aspectos procurando sombra tamizada y grano.  Soy nuevo en estas lides en secano y espero que  este cultivo  de verano no plantee  especiales problemas.   Habrá que documentarse.

 Cebolla roja burgalesa:

Aunque preparo siempre  algún cajón  con semilla  suelo comprar pronto plantones de cebolla en manojos,  ya crecidos,  e ir adelantando un poco la recolección.  Es una de las pocas plantas en la huerta que  no corren riesgo de perderse con las heladas primaverales.

 Tengo la impresión de que las variedades rojas son más dulces que sus parientes blancas menos duras,  si además se consumen tiernas  y por supuesto trasladan un colorido especial a las ensaladas.   Para gustos los colores, diría Perogrullo.

 Pimiento Cristal:

 No voy a cejar en el empeño de completar con cierta dignidad un ciclo completo de los pimientos.    Es muy posible que no haga bien las cosas.     La temporada pasada probé en unos grandes macetones; las plantas estuvieron a capricho y aunque no fueron muy productivas pude recolectar alguna pieza de buen tamaño.  Ya que es para mí un cultivo delicado las mejoras pasan, independientemente del crecimiento lánguido ya mencionado, por cubrir  las necesidades de una sombra ligera para evitar que se quemen a pleno sol y enfermen  o por  equilibrar el suelo.  Sembraré con seguridad Pimiento cristal de origen navarro.

Si es cierto lo que comenta el artífice de Mi Huerta, voy a triunfar.

Las calabazas.

Conocerán los lectores la facilidad con que se hibridan las cucurbitáceas. Con esas flores tan hermosotas no me extraña que los insectos se ceben  y acaben pasando el polen de unas variedades a otras, de los calabacines a los pepinos…  En las dos últimas temporadas he cosechado unos “calabazos” que acabo dejando madurar para obtener pipas y engrosar la alacena de recursos culinarios.    El planteamiento, entonces, es probar con semillas nuevas  puras, oriundas y  distanciar  todo lo que me sea posible los pies de distintas variedades.   En última instancia con un solo tipo sería suficiente e incluso alternarlas en las distintas temporadas.

 Conozco bien la calabaza vasca,  Es pardógico  que en otras  instancias u ocasiones la denominen (otra vez la perspectiva)  mallorquina o incluso española;  tiene un gusto dulce y finísimo. Hace unos días he visto un pieza de un metro  de largo que conserva un paisano.  Aguanta bien almacenada en un lugar apropiado. Está muy bien adaptada a la zona.

C. Vasca

Foto procedente, como no, de un blog gastronómico.

 La alternativa o quizá la compañera a distancia sea la calabaza redonda de Sotoserrano

calabaza-redonda-natural

Algo así como muestra esta imagen obtenida en la red.

 En todo caso estás semillas procurarán, salvo error o hibridación, nuevas semillas  y podré intercambiarlas o trocar.

Tengo la impresión de que la querencia por las semillas proceden del gusto  infantil de algunos humanos por extrañarse y sorprenderse.  Cuando pasa algún día sin repasar los semilleros o no puede uno acercarse cuando se quisiera a la huerta, al volver un puntito de sorpresa agrada;  maravilla  la tenacidad de las plantas y nos halaga y eso es bueno.

 Salud

 

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LA MANOBRA.

«Las piedras proponen otro sentido del tiempo, según el cual   el pasado, el pasado profundo del planeta, ofrece un  apoyo exiguo, pero consistente, a los actos humanos de resistencia, como si las vetas del metal de la roca condujeran a nuestras venas de sangre». J. Berger

Con este título se agrupan una serie de entradas vinculadas  a la albañilería, la construcción y las pequeñas chapuzas.  Para hacer de estas notas e imágenes algo meridianamente comprensible me valdré de los  diferentes pasos que me plantearán la construcción de una pequeña vivienda no muy lejos de lahuertadelorobles.

otras pocas más 031

Una cuadrilla en plena tarea levantando un muro mixto con piedra historiada.

No pretende ser un curso de albañilería sistemático y reglado, sino más bien un puñado de sugerencias y enfoques de una forma de autoconstrucción comprometida con el paisaje, sin ostentaciones y en la que se utilizarán los materiales modernos necesarios pero, por supuesto, los más cercanos del entorno y  recuperados de otras edificaciones o que se han utilizado de forma tradicional.   

Este término, aglutinador y significante que da título a la serie se refiere a la concepción unitaria del sistema de trabajo de los mejores albañiles que han pisado la península: los  alarifes mudéjares y luego -tras la orden de expulsión entre 1609 y 1610-  de los moriscos. 

  El término alarife tiene más que ver, genéricamente, con lo que hoy denominaríamos  maestro de obra, que a lo largo de la historia tuvo  distintas atribuciones  y cualificaciones en los trabajos de edificación y menos al oficial de albañilería.

Esto no implica que deba olvidarme de las influencias de otros constructores venidos de otras tierras que se adaptaron al medio,  a su circunstancia vital, de forma algunas veces sorprendente y que condicionan los modelos constructivos en otras regiones o zonas fronterizas.

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Ladrillo recuperado de un horno panadero centenario.

 Los albañiles moriscos eran realmente buenos en su trabajo. Soy consciente  del legado práctico y concreto de su forma de trabajar y su destreza.   No seré yo quien enmiende  ni un ápice los tratados y manuales que se han editado a este respecto.

 Estos documentos se mancharán continuamente de cemento o yeso y desprenderán ese aroma característico de la madera recién cortada. Al margen de la multitud de obras que aún quedan en pie, si hay algún elemento que aglutina o define a  muchos albañiles de la geografía española es que son herederos directos de un espíritu constructivo, basado fundamentalmente en la solidez de las obras, el sentido práctico,  la visión estética y el principio de economía o austeridad.

Este oficio requiere muchos años de aprendizaje, porque no hay dos tajos iguales y los retos son siempre distintos. Con la experiencia no basta. Tengo la firme convicción de que hay que intentar ilustrar las entradas convenientemente, documentarse y no será extraño que  las entradas remitan a otras fuentes o manifestaciones procedentes  de la arquitectura popular de la península y mi contexto cultural más cercano.

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Desde la antigüedad se estableció un sistema de trabajo -de organizar y llevar a cabo los proyectos- basado en la dirección de un jefe de obra,  en la experiencia y las categorías de los trabajadores, esto es, un oficial, su ayudante y los peones. Estos son los componentes de la cuadrilla.  La unidad básica de la albañilería. Todas las manos vienen bien, pero debe ser el maestro albañil o la persona con más experiencia quien planifique y distribuya el trabajo.

 Pronto se apreciará que normalmente trabajo  solo.

Me propongo poner a mano algunos procedimientos básicos y preferentemente prácticos de los trabajos de un albañil.  En consecuencia, atenderé al uso específico de ciertas herramientas, la manipulación eficaz de los materiales (sus propiedades y tipología, su comportamiento) cómo se pasan niveles,  algunos detalles ornamentales o trucos  pero en un tajo concreto; los andamiajes seguros, los nivelados y replanteos, los aislamientos, el tendido de yesos, morteros o soleras, la importancia de la madera o de la climatología en las obras.  Veremos  las distintas formas de colocar ladrillo y algunas maniobras con la  mampostería, se abordarán pequeños solados y alicatados, colocación de teja… Una buena colección de “palos” necesariamente conectados, para establecer una aproximación útil, repito, y manejarse con cierta soltura.

Aunque siempre se ha considerado la cantería un oficio aparte, todo buen albañil conoce lo fundamental de las técnicas de trabajo con la piedra y creo que se le podrá dedicar algún tiempo para poder levantar algún murete, completar alguna pared mixta de mayor o menor cuerpo, o hacer un típico cerramiento para unos animales o el jardín. Es fundamental en las zonas rurales.

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Fachada característica de la arquitectura serrana con entramado de madera.

Debo aclarar, del mismo modo, que la tecnología en la construcción ha avanzado de forma considerable y siempre que esté a mi alcance la utilizaré. Es el caso por ejemplo de la hormigonera, la radial, martillos eléctricos, sierras o taladros…

Para evitar esfuerzos innecesarios y conseguir mejores resultados hago los morteros  con una hormigonera pequeña que no es la que podemos encontrar en los centros de bricolaje. Quiero  decir que aprenderemos a  preparar masas o pasteras a mano de todos los tamaños, cualidades  y condiciones.  En muchas ocasiones se hace poca cantidad y no merece la pena manchar la maquinaria.  Lo veremos en su momento.

En la obra es fundamental la consideración del tiempo; concepto que no será fácil trasladar al blog.  Estaré muy atento a la terminología específica y al  empleo con propiedad de términos  o tecnicismos que vayan surgiendo y atenderé cualesquiera que sean las dudas o cuestiones particulares, anécdotas,  etc, referidas a estos temas y que efectivamente estén a mi alcance por el nivel de experiencia y conocimientos.    Sé poco en verdad, pero he trabajado algo.

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Horno castellano de piedra y barro.

Por último quiero insistir en el carácter eminentemente práctico y visual que tendrán las exposiciones. Hay otros sitios en la red con mejores y más exhaustivos contenidos técnicos o teóricos, cuyos autores son arquitectos, aparejadores… Pero aquí me vais a ver trabajar. Muchos  tendrán superadas la mayoría de las cuestiones  o disentirán de los procedimientos;  este rincón del «paleta» virtual está abierto a todo el mundo  y estoy convencido de que me servirá para seguir aprendiendo.  El tiempo lo dirá.

 Salud.

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EL ALBAÑIL.

“El desafío de hacer algo hasta el final, no sé, me encela.”

Juan Navarro Baldewerg

Un juego de herramientas de cantería.

La casa  en construcción ya empieza a formar parte del paisaje. En ocasiones me pregunto sobre las circunstancias de construir.

Lo tenían claro los campesinos cuando se formó el pequeño anejo. Aún lo tienen claro; incluso los que se fueron a vivir a la ciudad y han vuelto para hacerse un piso rosa en el lugar en el que durante muchos años se erigió la casa del abuelo. Una parte de las casas han sido remodeladas con más o menos acierto o son una ruina.

Los campesinos han tenido casi siempre un conocimiento intuitivo del espacio. No hay quien modifique un ápice las manías de los habitantes de estas tierras. Las manías -dice un escritor del exilio- dan sentido a la vida de los viejos (y a la de los campesinos diría yo)

Necesitaban techo y el modelo es bastante explícito en toda la comarca. Los muros son de mampostería bronca recogida del monte cercano o sacada de canteras improvisadas. Los vanos son pequeños para evitar la entrada del frío en el duro invierno o el calor en el verano; eso sí, en la medida de las posibilidades de sus habitantes, los recercan con piedras labradas, así como las esquinas, reforzando la estructura de los amplios muros. El granito es la piedra de la duración. Yourcenar habla en algún lugar de la amistad de las piedras y J. Berger las acerca inteligentemente a la idea de resistencia.

Si una casa no pierde su cubierta no se cae, aunque sus piedras estén fijadas con barro o simplemente “a hueso”. Leo en el cuaderno de notas: es imprescindible impermeabilizar los extremos de los palos que entran en las paredes para evitar que la humedad los pudra.

Los tejados se serenan, tendidos a lo largo de casillas, pajares, teñas o payos con un ritmo elegante y solidario. Techumbres de pendientes no muy pronunciadas y que cobijan varias viviendas. Es turbadora la sensación de quietud de los muros y la movilidad de las cubiertas de teja árabe. La construcción se repite. Una o dos plantas con “sobrao”, cocina, habitación principal, dormitorios y en casi todas, alcobas, (pequeñas salas anejas a las habitaciones de pequeño tamaño y que solucionan la falta de luz.)

El río  oct 2011 079

Al menos tres o cuatro propiedades en este largo faldón.

Algunas cuadras forman parte del conjunto. He visto casas muy humildes en las que los animales convivían con las personas y la única separación entre hogar y establo o pajar era un simple zócalo de madera. A un lado la mesa, las sillas, un par de tajos, un escaño y la alacena. Al otro los pesebres. ¿Quién da calor a quien? Recuerdo con intensidad el color vivo del añil que conservaba alguna de las paredes y el blanco sucio por las telarañas.

La chimenea construida con barro y ladrillo tosco, con el lar en suelo formado por una gran losa y otra perpendicular adosada al muro.

Algunos se permitían ciertos «excesos decorativos». Tengo para mí que en la medida en que las casas van alejándose en la fecha de construcción más atención ponían en los detalles: esgrafiados, relieves en cargaderos y frisos, dibujos florales o cruces de origen celta, pájaros, murciélagos….DIGITAL CAMERAY el patio. El sueño de todo urbanitas con idea de comprarse “una casa en el campo”. El patio es la consecuencia de la necesidad de espacio para las labores diarias, la acumulación de leña o el territorio de las gallinas y las plantas decorativas.

Aquí la arquitectura se vale del rumor del agua. Pronto el pueblo será otra vez ese olor esencial a madera quemada. ¡Cómo en estos años ha ido desapareciendo de los pueblos esa mezcla de olores humanos y animales! Pueblos museo, pueblos hoteles, pueblos diseño. Pueblos olvidados de otros, pero no de sí mismos.

Sobrias solerías de piedra en las callejas.

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Un maestro en las solerias con ripios  terminando un callejón. Oficio y paciencia. Espero poder dedicar una entrada más adelante a esta técnica, cuando se presente el tajo oportuno.

Hay pueblos que nacen porque los hombres tienen que proteger a los animales de la intemperie y de otros animales; su origen está en un aprisco.  Hoy sus pajares son vientres abiertos llenos de olvido.

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Posiblemente estas ménsulas nunca llegaron a sujetar un balcón.

Ya lo pensó algún arquitecto: sólo piedra, barro, madera y teja: imagen arquitectónica del silencio. Leo: evitar grandes alturas o dobles sin cerrar. Los espacios con menos volumen se calientan en menos tiempo y pueden ser más acogedores.

En ocasiones, cuando el pueblo esta vacío -como otros de la zona- escudriño entre los cascotes, los trozos de teja, los saúcos, la madera podrida y las ortigas. Aquí no hay… sólo el tiempo detenido y la naturaleza paciente. Me gusta frecuentar la arquitectura de la ruina y el abandono e imaginar.

Con trazos gruesos se dibujan los límites entre las huertas, el monte y las casas.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAUn horno en forma de semicúpula con chimenea por cada casa. Son muy comunes las desproporcionas jambas y dinteles de las puertas de acceso a casas, corrales y pajares. Esas piedras o “tranqueros” suponen un esfuerzo y dedicación propios de otro tiempo. Impresiona en muchos casos la tracería de muros y hastiales, con piedras perfectamente encajadas sobre la mejor cara y pacientemente acuñadas.

Hay que fijarse mucho para localizar algunos pueblos desde lo alto de la sierra. Se intuyen las parideras en los altozanos, los almiares. Cuando se está cerca llaman la atención el precario equilibrio de la tejavana o algún tejaroz a punto de caerse. La cuerda de alambre con ropa de trabajo tendida a la solana. Me siento en algún poyo a la sombra, ¿espero que alguien aparezca? (Ya hace algunas semanas que se fueron las golondrinas. Queda algún milano despistado.) Esa chimenea de ladrillo no aguantará este invierno. La parra y el rosal adosados a la fachada.

El campesino es conservador y construir es una cuestión estrictamente utilitaria y doméstica. Cargaderos ciclópeos, ménsulas de piedra para sujetar balcones y solanas. Espacios oscuros y ocultos, guardianes de secretos inconfesables.

El cantero prepara las piedras llave para una casa trabada con la tierra, prendida en la roca viva. El humilde estereótomo indaga. Dibuja arcos sencillos. Barro, cuñas, ripios, narrias, sogas. El olor de la cal. La pureza de lo que se empieza.

Pienso la casa -la construcción paciente de una casa- como un suceso revolucionario, a medio camino entre la tradición constructiva popular y la técnica. Indago en el placer de intervenir con tus propias manos para levantar una casa.

La imagen de una cocina habitada surge de forma súbita, con los basares llenos de botes y utensilios. El hogar encendido cada mañana para cocinar lentamente.

Hay una forma de encauzar esta experiencia y hacerla irrepetible, única: por medio de intercambios equilibrados entre el entorno que recuperas y la conciencia del empleo de los materiales recuperados o modernos. Nota en el cuaderno: atención a la cubierta y al aislamiento general de la casa; puede llevarse una tercera parte del presupuesto.

La casa en construcción ya es un estado de ánimo, un territorio amable para los que, como yo, no encontraron acomodo en otros lugares. Está en ésta comarca al pie de la montaña. No tiene una extensión precisa; es una experiencia fronteriza como la intersección de la biosfera en el espacio exterior, como andar desnudo por el bosque, junto al río a media tarde…. incertidumbre y placer. El otoño extrañamente cálido y fecundo, acompaña.

Me amparo en la naturaleza, los pueblos y sus casas increíbles. Y copio, recojo sus pecios en los vertederos cercanos como chispazos de maestría, minuciosidad y sencillez: piedra, tierra, ladrillo olvidado, canales, cobijas y paciencia; son pedazos de tiempo en los que se labró una puerta o se arañó la marca del maestro tejero en el ladrillo.

OLYMPUS DIGITAL CAMERACasi imagino la vida de otro, mientras espero que se enfríe el café, con algún libro en la mano, o recuperando un viejo banco para poder descalzarme en la entrada.

Voy limpiando la madera centenaria, vetusta y recia de los derribos de otras casas para los cuartones.

Muros de luz. O ventanucos para elegir lo que quieres mirar. Casa abierta. Morada. Naturaleza.

Por ahora nos es más que un sueño iniciático. Observo el espacio que ocupa la luz procedente del ventanal y que desemboca a mitad de la pared, junto al sillón. Leo en el cuaderno de notas: la estufa requiere para el tiro un hueco amplio y coronar la cubierta con un anillo metálico para aislar los materiales combustibles del calor. Se abullonan los visillos delicados con la brisa de cada tarde.

Hay algo extraordinario en la construcción de la casa. Pocos momentos hay tan emocionantes como aquel en que se empieza a construir, para luego enjambrar pequeñas descargas de adrenalina. Tengo que mirar la mezcla de la ceniza y el yeso. Una de cemento blanco, una de cal, dos de arena de río y algo de tierra del lugar.

Es la vida evidente e inmediata. El villorrio, como un galápago tendido al sol, pronto hibernará.

Salud

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