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Bajón de forma.

Ya he mencionado las principales causas que nos pueden llevar a una pérdida acusada de nuestro estado de forma, pero por muy bien que hagamos las cosas es imposible mantener indefinidamente un alto nivel atlético. Es por ello que si no programamos un par de meses con entrenamientos de mantenimiento suave, en fechas convenientes para nosotr@s, el bajón nos llegará forzosamente y tal vez estropeándonos nuestras carreras más deseadas.

En mis propias carnes acabo de sufrir uno de estos bajones por las malas, ya me temía que un invierno flojo en entrenamientos, y una primavera intensa y prolífica en competiciones podía acortar mi estado de gracia, aun así intenté aplazar el descanso para competir en la subida al Eretza con mis amigos del Ostruka, a los que aprovecho para mandarles un cordial saludo. Pero la lógica vino a darme con el mazo, y por aplazar el descanso necesario, 2 semanas antes de la carrera me encontré repentinamente arrastrándome sin ninguna fuerza ¡incluso en los calentamientos! Por fortuna ahora soy menos cabezón que en mi juventud y ante la evidencia me olvidé de las competiciones y me tomé el necesario y largo descanso que mis piernas pedían a gritos. Por supuesto sin dejar de practicar deporte suave y relajadamente.

Estos inevitables bajones de forma se pueden adelantar en el tiempo por diversas causas, como son exceso de competiciones, enfermedades, entrenamientos absurdos, etc. Yo he podido verme afectado por un hecho que también puede ocurriros a much@s de vosotr@s, el trabajo. Un aumento de la carga laboral en intensidad o bien por alargarse en horas a de tenerse siempre en cuenta. Es literalmente imposible mantener indefinidamente entrenamientos fuertes a la vez que un trabajo duro y exigente, en esta situación no nos queda otro remedio que bajar nuestros entrenamientos, e incluso pensar seriamente en abandonar las competiciones (lo primero es lo primero).

No sé aun si lo mío llegará a ser tan drástico, pero con los tiempos que corren no seré yo el que me queje por tener mucho trabajo. Nunca sabremos qué nos deparará la vida y si por cuestión de trabajo, salud, o cualquier otra índole de situaciones tendremos que abandonar forzosamente el atletismo, tampoco hemos de rasgarnos las vestiduras por ello, siempre nos quedarán infinidad de actividades divertidas a las que dedicar nuestro tiempo libre. Un saludo y felices vacaciones ¡al que le queden!

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