Competir con frío, a veces también lluvia, tiritando en la salida, dando saltitos y mojados como pollos, el barro en las carreras de cross se te mete hasta en los ojos (los “tres” ojos), patinando y dando traspiés tal que zombis ¡¡que gozada!! Lo que oís, es el sueño cumplido de un niño pero sin mayores que le reprendan, no lo dudéis correr es el elixir de la juventud. Todavía me parto de risa, cuando recuerdo uno de estos cross embarrados a más no poder, tras finalizar saliendo ya de las duchas, encontré un pedazo de barro junto a mi mochila y dándole una patada dije ¿pero quién es el guarro que deja pedazos de barro en medio?, cuando se oye una voz al fondo ¡¡He no patees mis calcetines!! Increíble pero cierto, esos tochos de barro eran calcetines.
Anécdotas aparte vamos a lo nuestro, competir con frío. Frío intenso a tener en cuenta en la competición, solo puede considerarse como tal si estamos bajo 0 grados, pues todo lo que esté por encima de este baremo se considera buena temperatura para correr. El viento también es un factor importante, pues multiplica el efecto del frío.
Centrándonos en lo que es la competición, primero habría que recalcar la importancia del calentamiento, con frío lo ideal sería alargarlo hasta un mínimo de media hora y muy paulatino, empezando con bastante ropa e irnos quitándola según calentamos. Segunda cosa importante, ¿y el agua, dónde está la bebida?, hay que beber señor@s, muchísimos atletas se olvidan de ello con el frío, pero unos sorbos espaciados antes de la competición son muy valiosos, por supuesto después de la competición habrá que beber en abundancia, pero eso por fortuna ya nos lo pide el cuerpo incluso en invierno.
Competir con frío no ofrece muchas complicaciones, no obstante si llueve (o nieva) el tema cambia. Hemos de tener cuidado con manchas de grasa y zonas de asfalto pintadas, pues corremos alto riesgo de patinar y caernos (lo digo por experiencia, ¡menuda galleta me di!). Es importante probar nuestras zapatillas de correr antes de la salida, forzándolas haciendo unas eses para adquirir de antemano la sensación de agarre, y saber así cuanto podemos inclinarnos en las curvas.
Si la carrera es de más de diez kilómetros, conviene darse en las piernas (al menos en la parte delantera) gel o pomada repelente de agua, los encontraremos en tiendas especializadas. Al terminar estas carreras de climatología adversa, nada de pararnos a comentar la batallita con l@s compañer@s, rápidamente a por la bolsa y a la ducha, inmediatamente después sec@s y limpi@s a estirar. Caso de no disponer de ducha habrá que quitarse la ropa en el coche, secarse bien con la toalla y ponerse ropa seca en abundancia, después ya podremos charlar con los demás en la cafetería de la zona, a poder ser con un caldito caliente que sabe a gloria tras el frío y el esfuerzo.
El tipo de ropa y accesorios necesarios para estos eventos son muy importantes, por tanto daré unas recomendaciones detalladas en el próximo capítulo. Un saludo.