La depresión en nuestra estresada sociedad es ya una verdadera plaga, por lo tanto, no se puede dar mejor consejo para evitar esta lacra, que animar a correr a todo el mundo. El estrés es barrido en los entrenamientos con una eficacia abrumadora, y una de las peores consecuencias de nuestro modo de vida actual, el insomnio, también se combate muy eficazmente con el atletismo. Por si esto fuera poco, está demostrado médicamente que correr eleva sobremanera en nuestro organismo, agentes químicos euforizantes.
En ocasiones, no solo el trabajo, también la familia puede ser tristemente fuente de tensiones, para ello nada mejor que una carrerita solo por cualquier lugar favorito. Sin duda es más grato correr en compañía (sobre todo para las chicas, cuidado con los lugares solitarios al anochecer), pero corriendo solos nos sorprende muchas veces como se nos aclaran las ideas, e incluso encontramos solución a problemas antes insalvables.
El atletismo no solo mejora nuestra salud física, también nos hace personas más relajadas y positivas, de hecho, los corredores que están unos cuantos días parados por alguna lesión, suelen tornarse cascarrabias y nerviosos, les falta el sano tranquilizante que supone la sudadita habitual.
Para que nuestro cerebro piense con claridad y esté en plena forma, lo que necesita es un abundante y rápido riego sanguíneo, esto es precisamente lo que ocurre cuando entrenamos. El entrenamiento físico es una de las bases de los jugadores modernos de ajedrez, precisamente porque mejora la capacidad intelectual, por lo tanto ya sabéis, los que tengáis una ocupación profesional basada en el intelecto, también sois adecuados candidatos a desgastar zapatillas.
Corro raudo a ningún lugar
mi felicidad es el camino
padecer el sudor mi destino
nunca he querido llegar.
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