Has leído bien, si no tienes la fortuna de tener un buen preparador y tienes que ser tu propio entrenador, te aconsejo que lo enfoques como si entrenaras a otra persona, ya que uno de los principales cometidos de un preparador físico es frenar los impulsos de machaque de su corredor, en este aspecto, si piensas como corredor pierdes la perspectiva. Así cuando tengas dudas como corredor de si entrenas un día en que te “toca”, pero no te encuentras bien, ese entrenador racional y sensato que hay en ti, sin las influencias del corredor cañero, decidirá sabiamente que su pupilo ha de tomar un día de descanso más.
Tenedlo muy en cuenta, un chaval de veinte años puede permitirse el lujo de entrenar hasta desfallecer, pero para un veterano el descanso es SAGRADO, y hay que prever descansos por cansancio en días previstos para entrenar.
No machaquéis en exceso, ahora necesitáis más tiempo para llegar a estar en forma, pero tampoco dejéis de intentar mejorar progresivamente, y con paciencia podréis llegar a ganar a los críos de veinte años.
¡A por ellos!