Desde que en una reciente y famosa carrera del norte, varios atletas fueron ingresados con diversas y graves dolencias, son muchas las voces que recriminan un pobre control sobre la salud de l@s atletas, y solicitan la implantación obligatoria del certificado médico como hacen en otros países (por ejemplo Francia).
Hay opiniones para todo, pero si somos objetivos por muy deseable que sea el control médico, hay que reconocer que controlar por este método la aptitud para competir de l@s corredores, es casi como intentar controlar el agua del océano.
Para empezar, muchos de los médicos a los que se atribuye la potestad para aprobar estos certificados, no están especializados en deportistas ni saben hasta que punto el atleta en cuestión es capaz de forzarse, de hecho en algunos portadores de estos certificados en países que lo exigen, se observa a simple vista que tal vez estén capacitados para correr una carrera de diez kilómetros, pero no deberían correr el duro maratón de montaña en el que se pueden encontrar.
Tampoco pueden ser efectivos estos certificados en cuanto a su periodicidad, evidentemente no se puede pedir un certificado semanal para cada carrera (much@s corren varios fines de semana seguidos), y sin embargo en pocos días nuestro estado de forma y salud pueden pasar de ser excelentes a penosos.
El único freno a competir en condiciones físicas adversas es el sentido común, pero a quien carezca de este don no habrá certificado ninguno que le salve de cometer barbaridades. La prueba la tenemos en los profesionales que vemos en la tele con aparatosos vendajes, que evidentemente no deberían competir y casi siempre se retiran de la carrera duramente lesionados.
Es muy loable intentar por todos los medios que l@s atletas no se hagan daño, pero por desgracia esto es algo que ha ocurrido y ocurrirá siempre. No creo que exigir documentación médica sea la solución, si no más bien una traba burocrática más. Creo sinceramente que lo único efectivo para minimizar estos dramas, es dar formación e información detallada para prepararse adecuadamente evitando así los excesos, tal como pretendo yo inculcar en esta página.
No quiero terminar sin aclarar que por supuesto los reconocimientos médicos son altamente aconsejables al menos una vez al año, con esto y un poco de sentido común el deporte siempre será más beneficioso que perjudicial. Un saludo.