Las carreras de 10 km. son ideales para los competidores, ya que tanto su entrenamiento como la carrera en sí, demuestran ser la distancia en que se tienen MENOS LESIONES, este es un factor demasiado importante, sobre todo para veteran@s, como para no tenerlo en cuenta.
La razón de que esta distancia sea poco lesiva, es que en ella no se dan las altas velocidades de por ejemplo, la milla, las cuales provocan muchos problemas musculares por la intensidad del esfuerzo (sobre todo en isquios). En cuanto a distancias largas, los problemas de lesiones evidentemente nos llegan en forma de sobrecargas musculares de todo tipo, y tanto en entrenamientos como en carrera.
En las competiciones en torno a los 10 km., podemos permitirnos el lujo de no forzar la zancada a tope, de hecho tendremos que cuidarnos de no salir excesivamente rápidos, o lo pagaremos en los últimos kilómetros. Por otra parte los diez km. son lo suficientemente cortos (aunque a veces nos parezcan eternos), como para que ni músculos ni articulaciones sufran demasiado.
Por si fueran pocas las ventajas señaladas, esta distancia es muy útil como entrenamiento para preparar otro tipo de competiciones. Entrenar y competir diez km. nos viene bien para distancias cortas, pues nos da resistencia tanto física como mental. También son pruebas adecuadas e incluso necesarias, para adquirir potencia y velocidad de cara al maratón (ver “entrenamiento del maratón”).
Resumiendo, los 10 km. o distancias parecidas son ideales para nosotr@s l@s veteran@s, e incluso para el que tenga como objetivo cualquier otra distancia, le vendría genial dedicar al menos media temporada a los 10 km.
Sed prudentes, respetad vuestras propias canas, no es nada raro que atletas de gran calidad, no sean sin embargo capaces de soportar carreras largas, la razón es que su musculatura a pesar de ser rápida, es frágil, un defecto que se acentúa con la edad. No estoy pidiendo a nadie que se rinda (¡eso nunca!), pero sí que os adaptéis a las circunstancias, tanto con menor frecuencia de competiciones, como con carreras menos traumáticas.
Aliñad vuestros espíritus indómitos con un poco de astucia, y daréis guerra más allá de la jubilación. Un saludo.
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