Estos últimos días he leído algunos de los reglamentos de diversas carreras de montaña, y cual ha sido mi sorpresa cuando he encontrado que en alguna, ya se obliga a llevar bastones al menos en la mochila, ¡¡genial!!
A quien siga habitualmente este blog no le resultará desconocida mi inclinación hacia el uso de los bastones en las carreras de montaña, sobre todo para veteran@s. Por supuesto entiendo que los jóvenes que copan los primeros puestos no quieran llevarlos, pues los bastones pesan, molestan, y lo que es peor anulan totalmente el importantísimo impulso del braceo, pero a veteran@s, este útil nos ofrecerá casi mágicamente un importantísimo apoyo para no lesionarnos, sobre todo en las bajadas. Si por mi fuera no solo los permitiría, sino que incluso obligaría su uso en la categoría de veteran@s.
Veo en las inscripciones una gran escasez de veteran@s en este tipo de carreras, y no me cabe la menor duda de que una de las razones, es el serio peligro de lesionarnos que tenemos l@s madurit@s en este terreno irregular y de exagerados desniveles. Un beneficio a añadir al uso de bastones es que fortaleceremos notablemente los brazos y el tronco, zonas corporales muy olvidadas por nuestro colectivo y sin embargo importantísimas para mantener un físico equilibrado. No podemos olvidar que con cierta edad la parte superior del cuerpo pierde mucha masa muscular con facilidad, dándonos molestos problemas de espalda.
Lo más sangrante de este tema, es que también existen directores de carrera que no permiten el uso de bastones ¡¿Por qué?! Decir que dan ventaja es absurdo, ningún atleta de élite los usan aunque los permitan, ya han comprobado que van más rápidos sin ellos. Decir que molestan en grupo no tiene ningún sentido, pues si algo caracteriza a las carreras de montaña es que los corredores se distancian al poco de salir. En cualquier caso se podría (y debería) obligar a llevar tacos de goma en las puntas de los bastones para evitar algún puyazo. Aparte de ir un poco más lento los bastones solo dan ventajas, incluso en caso de lesión permitirían al atleta en cuestión llegar más fácilmente a las zonas de retirada.
Me alegra que en términos generales los organizadores permitan e incluso insten al uso de bastones, pues se supone que el deporte ha de servir para estar sanos, no para partirnos las piernas solo por ir un poquito más rápidos.
Sed astut@s aliad@s de la prudencia. Un saludo.

Parece que fue ayer cuando inauguré este blog, y me encuentro en que este es ya el segundo balance anual. Si es cierto que el tiempo vuela cuando nos divertimos, yo me lo estoy pasando genial. Como ya señalé el año anterior, lo primordial de cada temporada es mantener el número de lesiones a cero. Por desgracia esta vez no ha podido ser así, ya que un esguince me dejó en dique seco todo el invierno, y restó calidad al resto de la temporada por falta de kilometraje. Mi único consuelo es que fue una lesión por mala suerte, no por una preparación errónea. Es más, mi paciencia y buena planificación en la recuperación fueron tan acertadas, que aún pude ganar tres carreras y conseguir varios podium a pesar de competir solo nueve veces. Cumplir los 45 ha supuesto mi estreno como veterano C, es curioso no obstante que no e corrido ni una sola competición en que se premiara a esta categoría. Lo que si es cierto es que la edad se va notando, en mi caso detecto perfectamente que cada vez asimilo peor el volumen y la calidad de entrenamiento. Esto provoca que para conseguir los mismos resultados, tenga que alargar considerablemente la cantidad de días de preparación. En el plano positivo, puedo decir sin lugar a dudas que la edad me está proporcionando mayor paciencia, y un disfrute superior de los entrenamientos relajados sin dar tanta importancia a las competiciones. He aprendido que el no enfadarme cuando se estropean mis planes para los principales objetivos de la temporada, hace de mí un atleta mucho más optimista y positivo, y por lo tanto ¡mejor! Si no tengo en cuenta que este año no he contactado con algunos amigos por ir a pocas carreras, puedo decir que esta ha sido una buena temporada en resultados, a pesar de tener un nivel sensiblemente más bajo, el cual me ha relegado a carreras mas bien cortitas. Para el año que comienza amenazo con entrenar mucho y no competir, claro que los que me conocen se ríen y dicen que fijo que me pico y compito como siempre (seguro que acabarán teniendo razón). Lo que sí es cierto, es que ahora mismo prefiero entrenar relajado, con vistas a participar tal vez en alguna prueba de montaña disfrutando del paisaje y la compañía de otros atletas. Si más adelante me vuelve a entrar el gusanillo del entrenamiento duro y la velocidad pues bienvenido sea, la cuestión es hacer lo que a cada cual nos apetezca sin abandonar el deporte. Os deseo un buen año atlético y lo que es más importante, que hagáis much@s amig@s. Un saludo.
La soledad del corredor de la que hemos oído hablar poéticamente, tiene en realidad una parte ciertamente agradable pero también un lado negativo.
Fotografía. Ya no es excusa el volumen y peso de la cámara, actualmente todos conocemos las buenas prestaciones de diminutas cámaras digitales, que podremos portar en cualquier bolsillo para eternizar cualquiera de los preciosos paisajes, atardeceres, plantas, insectos, etc., que a veces nos encontramos por sorpresa en mitad de nuestros rodajes y nos encantaría enseñarlos a familia y amigos.
Botánica. Quien más quien menos aprecia la belleza de flores, plantas, líquenes, árboles, etc., solo queda un paso para fijarse un poquito más en nuestros rodajes en las especies vegetales, luego relajad@s tras la ducha podemos consultar libros o en internet los nombres y características de los mismos. El tema es tan extenso como apasionante para muchas personas, algun@s se enganchan y terminan siendo sólid@s expertos en la flora de su entorno.
de atletas tienen su chucho familiar, y que mejor manera de mantenerlo en forma que sacarlo a correr. Algunos corredor@s, sobre todo de carreras de montaña, no aciertan a salir sin su perro, que además de proporcionar compañía pueden ser una buena defensa (sobre todo para las damas en lugares muy apartados y solitarios).

