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VOLVER A EMPEZAR I.

Tras mi última carrera hallá por 2013, me tomé un merecido descanso total. Tanto estaba disfrutando de la vacaciones físicas, que la semana habitual se alargó a dos, tres, y el mal tiempo no ayudaba precisamente a retomar los trotes de rigor. Un día en mi paseo vespertino (estos sí que no los perdono), me crucé con mi amigo Javier (también corredor). Por supuesto salió a colación mi largo descanso y su opinión, imagino que compartida por la mayoría de los entendidos.

Pero César, ¿eres consciente de que a tu edad, si estás muchos meses inactivo no vas a poder correr como antes?
¡¿CÓMO QUE NO?!

Y ahí quedó el reto.
Pero como no tenía a ningún otro inconsciente al que cargarle con el mochuelo, tuve que ser yo mismo el conejillo de indias, como siempre.

Así que hoy es el día, que tras casi año y medio sin hacer NINGÚN tipo de ejercicio físico (salvo una hora de paseo), vuelvo a empezar de cero para experimentar lo que son los comienzos en el atletismo, con casi 49 años, igual que les ocurre a muchos de los amigos de este blog.
Para empezar confieso que no tengo problemas de sobrepeso, apenas he engordado un par de kilos. Aunque también hay que reconocer que mi musculatura en el tren inferior se ha esfumado. Mis actuales “canillas” están muy lejos de estar definidas y fibrosas como antes, y la “red” de venas perfectamente visibles en plena forma, no sé dónde han ido a parar.
Del mismo modo no tengo barriga apreciable, pero mucho me temo que mi “tableta” habrá que volver a fabricarla.
En cuanto a aspectos no físicos, apunto que duermo dos horas menos (no necesito más). Como también bastante menos, apenas tengo hambre en ningún momento, a no ser que esté muchas horas sin probar nada. Pero tal vez lo más destacado sea que nunca tengo sed, cuando antes necesitaba beber a casi todas horas.
Resumidas las sensaciones pre-entrenamiento, paso a relatar los comienzos de mi vuelta al mundo del running:

DICIEMBRE 2014. Este primer mes lo dedico al fortalecimiento muscular y articular por medio de ejercicios de elasticidad y fuerza. A una media de dos días sí y uno no, realizo repeticiones de tablas de ejercicios en las que destacan las sentadillas (sin peso), elevación del cuerpo con las punteras (con apoyo), abdominales, y flexiones, todo esto como ejercicios de fuerza. Entre ellos intercalo todo tipo de ejercicios de elasticidad que se os puedan ocurrir, incluidos tronco y brazos.

ENERO 2015. En este mes continúo con la gimnasia y los ejercicios de fuerza, y además comienzo a incluir sesiones de bicicleta estática de 40 a 50 minutos, incluyendo trotes MUY lentos (por el pasillo, no me vaya a dar un “yuyu” y me tenga que recoger la ambulancia), que a pesar de ser tan sólo de 3m x 3, me cuesta Dios y ayuda terminarlos. Ahora me doy cuenta de lo que es salir de la inactividad total, poco más de un año, y he pasado de ser la liebre a la tortuga coja. Eso sí, ya he recuperado algo, ahora duermo como un lirón y dormiría más si pudiera, porque me cuesta recuperar fuerzas dos días, de ejercicios que antes casi no los consideraría como tales.

FEBRERO. Sigo con un entrenamiento prudente, lo principal es no caer en lesiones. Mi edad muestra ahora con crudeza la lentitud re-generativa y de recuperación. En la bicicleta he mejorado mucho, ya pedaleo con ligereza sin agotarme a los quince minutos, pero en la carrera sigo arrastrándome como un limaco. Algún día consigo trotar 20 minutos seguidos, pero al día siguiente he de hacer descanso total como si me hubieran apaleado. Me doy masajes después de la ducha, duermo hasta ¡nueve!, horas al día, pero esto va para largo. Me aplico mi propio cuento ¡PACIENCIA!

MARZO. Este mes se ven mucho más claros los frutos de la dichosa paciencia, y el anteponer la cautela y la razón a la fuerza bruta sin ningún sentido. En la bici voy como una moto. También he conseguido algunos entrenamientos estupendos corriendo en el parque, incluyendo cuestas de diferente desnivel. Aunque aún no puedo correr dos días seguidos, si quiero mantener alejada la posibilidad de lesiones. Vuelvo a sentirme corredor, la mejoría a sido tan acentuada y repentina, que diría en otro par de meses más estaría listo para competir a un nivel bastante decente.

Para empezar ya he conseguido el primer objetivo, vuelvo a correr después de casi año y medio sedentario total, demostrando que la edad no impide volver relativamente rápido a correr, sin ningún tipo de problemas físicos si se hace correctamente. Todavía está por ver, si soy capaz de alcanzar un nivel parecido al que tenía, y en cuánto tiempo. Ya os contaré mis siguientes experiencias y sensaciones, de cómo transcurre esta vuelta al atletismo, os remito a un “volver a empezar II”. Espero que este experimento sea de utilidad y anime a algún sedentario. Un abrazo amig@s.

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11 Responses to VOLVER A EMPEZAR I.

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