Pincha para ver cómo colaborar con ReDiles: publicidad útil o donaciones

Anemia del corredor.

La temida anemia es una enfermedad, causada por un bajo índice de glóbulos rojos o hemoglobina (proteína que transporta el oxígeno). A l@s atletas nos afecta directamente en nuestro rendimiento, pues el principal síntoma de esta dolencia es la debilidad y la fatiga.

LAS CAUSAS de la anemia pueden ser de muy distinta índole, pero l@s atletas tenemos una propia típica de nuestro deporte, la hemólisis, se trata de la destrucción de glóbulos rojos, en nuestro caso por los fuertes impactos de las pisadas. Por su parte las chicas en período premenopáusico, son cerca de un 30% más propensas a la anemia, otros casos que favorecen esta dolencia son las úlceras, el sangrado nasal excesivo, y hemorroides. También pueden producirse anemias por carencias en la alimentación, falta de hierro, vitaminas B12, C, y ácido fólico.

DETECCIÓN. Si tenemos debilidad, leves dolores de cabeza, y descartamos que estos síntomas se deben a un sobreentrenamiento exagerado, hemos de ir al médico para que nos haga una analítica, los clásicos análisis de hematocrito y hemoglobina detectarán la anemia, pero a l@s atletas nos conviene que nos hagan también un recuento de ferritina (proteína que almacena el hierro), para saber si estamos al límite de hierro, y necesitamos por lo tanto tomar suplementos que nos alejen de este peligro.

SOLUCIÓN. El problema para reponernos de una anemia por carencia de hierro, es que el cuerpo almacena muy poco de este mineral, y la alimentación diaria (contiene entre 10 y 12 miligramos de hierro) nos proporciona lo justo para reponer lo gastado. Por lo tanto habrá que tomar unos suplementos para reponer este hierro. Por supuesto tomaremos los suplementos que nos recete el médico, pues medicarnos por nuestra cuenta podría intoxicarnos por exceso de hierro. Hay quien tiene exceso de hierro por hemocromatosis, pero esto es un raro trastorno hereditario. No obstante es aconsejable para l@s que se entrenan duramente (más de ochenta kilómetros semanales, o su equivalente), que tomasen anualmente una o dos cajas de pastillas de hierro (ferogradument, por ejemplo), insuficiente para correr riesgo de intoxicación, pero suficiente para mantener el nivel de hierro en circunstancias normales.

Los alimentos más ricos en hierro, son las carnes, el hígado, yema de huevo, productos integrales, legumbres, verduras de hoja verde, y levadura de cerveza entre otros. Las anemias también pueden contraerse por deficiencias en vitamina B12 (cuidado vegetarianos), ácido fólico, abundante en verduras pero que se destruye mucho con la cocción (¡¡ ensaladas a tope!! También en invierno), y finalmente vitamina C, pero este es menos frecuente. Resumiendo, importante no falte en nuestra dieta carne, huevos, fruta, y verdura (a poder ser cruda).

Siento haber tenido que hacer un artículo tan frío y técnico chic@s, pero en esta ocasión no me ha quedado otro remedio, espero ser más ameno en el futuro. Un saludo.

En retos de lunáticos

devastamos el corazón

dicen que estamos locos

y no les falta razón.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

Pincha para ver cómo colaborar con ReDiles: publicidad útil o donaciones

Tras la carrera.

Otra cosa a la que no prestan atención l@s corredores, planificar los días posteriores a la competición. Lo habitual en nuestro mundillo de populares, es que tras la competición descuidemos nuestro dolorido cuerpo, nos olvidemos de los estiramientos, no enfriemos con un trotecillo, no bebamos lo suficiente, no nos abriguemos, no comemos lo suficiente o nos pegamos un empacho de alimentos inadecuados, y lo peor, al día siguiente con las piernas “tocadas” nos empeñamos en salir ya a entrenar. Todas estas prácticas tan comunes incluso entre l@s veteranos, son una verdadera barbaridad. He hablado en artículos anteriores, más o menos detenidamente, de cuales son los hábitos correctos en estas situaciones exceptuando la “inflamación muscular”, así que voy a daros algunos datos importantes al respecto.

La inflamación muscular tras grandes esfuerzos en competición, se produce por múltiples roturas microscópicas de fibras musculares (las agujetas son otra cosa). Las molestias no se suelen sentir hasta un día o dos tras el esfuerzo, y pueden durar entre cuatro días y una semana larga.

Aparte de la intensidad y la duración del esfuerzo, hay otros factores que producen y aumentan esta inflamación, como no podía ser de otra manera ser veteran@ es una de ellas, nuestra paulatina pérdida de flexibilidad nos hace propens@s a ella. Otras causas son la falta de entrenamiento, calzado inadecuado, y bajadas en el recorrido principalmente.

Para recuperarse de esta dolencia, lo ideal es alternar días de descanso con días de deporte no traumático al menos durante una semana, así no perderemos la forma y de paso, ayudaremos a la recuperación con el riego sanguíneo que produce el ejercicio. Los estiramientos, por supuesto más suave de lo habitual, darnos agua fría a diario con la alcachofa de la ducha en las piernas (un par de minutos o tres), también reducirá bastante el tiempo de recuperación. Si la carrera ha sido un maratón estos hábitos tendrán que alargarse durante un mes, introduciendo poco a poco trotes suaves. No os fiéis ni un pelo de la sensación de recuperación total tras las dos primeras semanas, el cuerpo no se ha recuperado aún ni física ni químicamente, y forzarlo nos llevará a una lesión casi segura.

Para no caer en  la típica depresión que suele sufrir el atleta, por estas paradas o bajadas en los entrenamientos tras competiciones duras, habéis de ACEPTAR de ANTEMANO que esto es parte de la competición, y planear para estos días con más tiempo libre, actividades gratas para vosotr@s que no podéis hacer en periodo de entrenamientos.

No se puede ser buen atleta si no se tiene paciencia para recuperarse bien, lo contrario nos llevaría a arrastrarnos carrera tras carrera por debajo de nuestras posibilidades. Para correr rápido y bien hay que usar más la cabeza que los pies. Un saludo.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

La ropa.

Llevar la ropa adecuada, tanto cuando se entrena como cuando se  compite, es muy importante. No debiéramos tener problemas con el tipo de ropa, pues las prendas deportivas modernas son de un tejido especial, que aparte de transpirar perfectamente, recogen y expulsan el sudor como por arte de magia. El problema viene dado por la cantidad de ropa que llevamos ¿cómo acertar con lo que suele variar la meteorología, y lo diferente que nuestro cuerpo se adapta de un día a otro? Efectivamente es muy difícil acertar a priori, pero hay una solución infalible para ello, hacer “la cebolla”, esto consiste en llevar varias capas de ropa más bien fina. Es un error muy común ponerse solo una camiseta, y encima una prenda gorda y abrigada, ¡¡Muy mal!! Tal vez al principio nos sintamos cómodos, pero al empezar a calentar sudaremos en exceso, y si nos quitamos el abrigo nos quedaremos helados. En cambio si se llevan muchas prendas finas, nos las podremos ir quitando según nos calentamos sin  peligro de quedarnos fríos.

Lo siguiente en lo que tendremos que pensar al enfrentarnos al frío, es en las extremidades, cabeza, pies, y manos. Por la cabeza podemos perder tanto calor, como por todo el resto del cuerpo junto, por lo tanto tendremos que tener un gorro siempre a mano en invierno, también puede servirnos un buff que podemos usarlo de manera que nos tape las orejas (cuidado con ellas) y el cuello, el cual es muy importante proteger para no coger faringitis (en carrera se puede llevar un pañuelo).

En cuanto a los guantes, si hace mucho frío es preferible llevar dos pares finos superpuestos, así según lo que se nos calienten las manos podremos irnos quitando uno o los dos, en carrera se suelen guardar en la cinturilla del pantalón.

Los pies no se suelen enfriar demasiado corriendo, pero a las carreras es importante llevar un par de zapatillas de repuesto para después, ya que se mojarán con la lluvia o el sudor. Indispensable llevar tres pares de calcetines a las competiciones, uno para calentar, otro para correr, y otro para después de la ducha.

Ya sólo nos quedan las piernas, para estas lo más adecuado con frío es llevar unas mallas por debajo, y encima un pantalón holgado de chándal, que haga las veces de cortaviento. En cuanto a la ropa interior, en los chicos lo habitual es no llevar ninguna, pero en días de frío extremo es aconsejable llevar calzoncillos por debajo, pues no seríais los primeros a los que se les han congelado las partes “medias”, que diría mi sobrino (¡es que las partes bajas son los pies! ¿No?). En cuanto a las chicas no os riáis tanto que a vosotras os digo lo mismo, pues sois muy propensas a las infecciones de vejiga. Por fortuna a diferencia de unas décadas atrás, ahora existe una ropa interior deportiva estupenda para las féminas. Los sujetadores deportivos tendrán también que ser una prenda imprescindible, no importa la talla que se use, y tanto en invierno como en verano.

Con esto queda dicho lo principal de la ropa, con respecto a otros posibles detalles, usad el sentido común y no tendréis problemas. Un muy cálido saludo.

Con retales de ilusión

cubro el desnudo sendero

de flaqueza y mal agüero

resta tan sólo un jirón.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

Competir con frío.

Competir con frío, a veces también lluvia, tiritando en la salida, dando saltitos y mojados como pollos, el barro en las carreras de cross se te mete hasta en los ojos (los “tres” ojos), patinando y dando traspiés tal que zombis ¡¡que gozada!! Lo que oís, es el sueño cumplido de un niño pero sin mayores que le reprendan, no lo dudéis correr es el elixir de la juventud. Todavía me parto de risa, cuando recuerdo uno de estos cross embarrados a más no poder, tras finalizar saliendo ya de las duchas, encontré un pedazo de barro junto a mi mochila y dándole una patada dije ¿pero quién es el guarro que deja pedazos de barro en medio?, cuando se oye una voz al fondo ¡¡He no patees mis calcetines!! Increíble pero cierto, esos tochos de barro eran calcetines.

Anécdotas aparte vamos a lo nuestro, competir con frío. Frío intenso a tener en cuenta en la competición, solo puede considerarse como tal si estamos bajo 0 grados, pues todo lo que esté por encima de este baremo se considera buena temperatura para correr. El viento también es un factor importante, pues multiplica el efecto del frío.

Centrándonos en lo que es la competición, primero habría que recalcar la importancia del calentamiento, con frío lo ideal sería alargarlo hasta un mínimo de media hora y muy paulatino, empezando con bastante ropa e irnos quitándola según calentamos. Segunda cosa importante, ¿y el agua, dónde está la bebida?, hay que beber señor@s, muchísimos atletas se olvidan de ello con el frío, pero unos sorbos espaciados antes de la competición son muy valiosos, por supuesto después de la competición habrá que beber en abundancia, pero eso por fortuna ya nos lo pide el cuerpo incluso en invierno.

Competir con frío no ofrece muchas complicaciones, no obstante si llueve (o nieva) el tema cambia. Hemos de tener cuidado con manchas de grasa y zonas de asfalto pintadas, pues corremos alto riesgo de patinar y caernos (lo digo por experiencia, ¡menuda galleta me di!). Es importante probar nuestras zapatillas de correr antes de la salida, forzándolas haciendo unas eses para adquirir de antemano la sensación de agarre, y saber así cuanto podemos inclinarnos en las curvas.

Si la carrera es de más de diez kilómetros, conviene darse en las piernas (al menos en la parte delantera) gel o pomada repelente de agua, los encontraremos en tiendas especializadas. Al terminar estas carreras de climatología adversa, nada de pararnos a comentar la batallita con l@s compañer@s, rápidamente a por la bolsa y a la ducha, inmediatamente después sec@s y limpi@s a estirar. Caso de no disponer de ducha habrá que quitarse la ropa en el coche, secarse bien con la toalla y ponerse ropa seca en abundancia, después ya podremos charlar con los demás en la cafetería de la zona, a poder ser con un caldito caliente que sabe a gloria tras el frío y el esfuerzo.

El tipo de ropa y accesorios necesarios para estos eventos son muy importantes, por tanto daré unas recomendaciones detalladas en el próximo capítulo. Un saludo.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

El frío. Aprovéchalo.

L@s veteranos tienen generalmente la idea, de que su época ideal para entrenar y ponerse en forma es el verano, en cambio cuando llega el invierno con tanto frío, oscuridad, y catarros, refrenamos los entrenamientos y nos apalancamos en el sofá a la espera de la primavera. Esta es una actitud bastante lógica e incluso adecuada para los jóvenes, pero absolutamente EQUIVOCADA en el caso de l@s veteran@s, me explico, precisamente tendríamos que aprovechar el frío del invierno, que evita uno de nuestros mayores problemas por la edad, la refrigeración deficiente.

En verano l@s veteranos perdemos gran parte de nuestras posibilidades frente a los jóvenes, porque nuestra refrigeración es peor (Ver capítulo «Calor, controlarlo es primordial»), pero con el frío del invierno no dependemos tanto de esta capacidad, pudiendo correr así, casi al mismo nivel que los chavales, siempre y cuando estemos bien entrenados por supuesto. Por ello yo propondría a l@s mayores un cambio de mentalidad con respecto al invierno, indudablemente es cierto que en esta época somos los más vulnerables a los catarros, pero aparte de esto todo lo demás son ventajas. Ya estamos (o debiéramos estarlo) acostumbrados a completar nuestro entrenamiento con deportes alternativos, que son ideales para los inviernos duros pues se pueden practicar a cubierto (con todo tipo de aparatos), por lo tanto con salir a correr la mitad de los días es más que suficiente, esto unido a la fácil refrigeración de esta época, puede ponernos a gran nivel con respecto a los jóvenes, y también darnos alas para hacer buenas marcas.

Hay que tener en cuenta que los mejores cronos en distancias medias y largas, se consiguen con una temperatura de entre ¡0 y 15 grados! Es por lo tanto un error despreciar el invierno como época de competiciones. Plantad cara al frío con alegría y entrenad duro, por supuesto sin dejar de ser prudentes, tened cuidado con las superficies heladas y resbaladizas, haced uso de la magnífica ropa moderna de deporte para abrigaros, invertid más tiempo en los calentamientos, e incluso vacunaos si tenéis muchas gripes, pero no despreciéis esta época del año para competir, pues estaríais perdiendo vuestras mejores posibilidades atléticas, tanto en puestos como en tiempos.

Hay algunas cosas que decir respecto a competir con frío, pero esto lo haré en el próximo artículo. ¡Que no os acobarde el mal tiempo!, enfrentadlo con descaro y alegría, y si os empieza a llover en medio de un entrenamiento ¡¡dadle un corte de mangas a las nubes!!

Un saludo lobeznos.

Tengo el viento en las sienes

tengo mis huellas en la nieve

y alma de niño si llueve

dime amigo ¿tu qué tienes?

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

Fuerza mental.

Contrariamente a lo que se cree, nuestro deporte es uno de los menos afectados por la fuerza mental, esto se debe a que es un deporte de esfuerzo tan puro, que da poco margen de error en los ritmos rápidos, por lo tanto si nuestra valentía nos lanza a ir demasiado rápido, sin ninguna duda al final de carrera lo pagaremos. El éxito en la carrera a pié viene determinado fundamentalmente, por un entrenamiento fuerte y cuidados físicos adecuados (descanso, estiramientos, alimentación, etc.), no obstante al atleta competitiv@ también le conviene poner atención, en un cierto entrenamiento mental. Llegados a este punto algun@ se preguntará (sabiamente), si la fuerza mental no es muy determinante en la carrera, ¿porqué prestarle atención?, pues sencillamente porque en las competiciones nos encontraremos con atletas, que poseen una fuerza física calcada a la nuestra y una velocidad terminal parecida, ¿adivinas quién ganará?, pues si, el que tenga mayor fortaleza mental.

Fuerza mental, capacidad de sufrimiento, umbral de dolor, llámalo como quieras, todo es lo mismo, y hay dos formas de entrenarlo, pasiva y activamente. El primer entrenamiento mental nos llega sin buscarlo en los entrenamientos, cuanto más nos fortalecemos físicamente mayor será también nuestra fuerza mental. El segundo tipo de entrenamiento mental es específico para ello, y se centra en dos aspectos psicológicos, la relajación y el positivismo. La relajación se refiere a estar muy CONCENTRADO en estar relajado durante el esfuerzo, es sencillo hacerlo un momento, pero cuando el esfuerzo (o sea, el dolor) se alarga en el tiempo, perdemos la concentración y por lo tanto la relajación, es entonces cuando nos tensamos, perdemos el ritmo y adoptamos malas posturas, perdiendo con ello fuerza y preciosos segundos. Nuestra concentración debe fijarse principalmente en respirar adecuadamente (si jadeamos excesivamente hemos de refrenarnos), y en ejecutar con todo el cuerpo movimientos fluidos y relajados a pesar del dolor. Con esto conseguiremos un ahorro de energía que se traducirá en algún segundo, suficiente para ganar al que tiene vuestra misma fuerza, e incluso al pesimista que es más rápido que nosotr@s.

El objetivo es mantener esta concentración en carrera el mayor tiempo posible, no os preocupéis por no poder mantenerla durante toda la carrera, ni siquiera los profesionales lo consiguen excepto en carreras cortas de velocidad. Si practicáis esta concentración en los entrenamientos, conseguiréis alargar su duración en las carreras.

En cuanto a lo de ser positivo, es mucho más fácil de conseguir, basta con estar atento a no perder el optimismo. Desde luego no es cuestión de obviar, por ejemplo, nuestra poca preparación, pero es evidente para cualquiera, que si nos plantamos pesimistas en la línea de salida, efectuaremos una carrera por debajo de nuestras posibilidades, sean estas las que sean.

Corred y seréis felices, sed felices y correréis más rápido. Un saludo.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

Correr en cinta.

Correr en cinta no es un ejercicio muy apreciado por l@s atletas, pues carece del atractivo que supone correr al aire libre, sobre todo cuando hace buen tiempo, y más aún si lo hacemos por un bello paisaje (a algunos les parece incluso que la cinta es de pijos blandengues). No obstante la cinta también tiene algunas ventajas, por lo que puede ser muy útil en ocasiones a ciertos atletas.

La cinta de correr nos puede venir de maravilla en invierno, por muy duros que seamos no conviene correr muchos días seguidos con lluvia, o lo que es peor hielo y nieve. Hemos de tener en cuenta que en estas circunstancias es fácil acatarrarse, sobre todo l@s veteran@s. También en veranos duros tiene sus ventajas, podemos correr con este aparato a la sombra, con un ventilador, una toalla para quitarnos el sudor, agua siempre a mano, e incluso aire acondicionado. No se trata de hacer los entrenamientos más suaves, si no de que la climatología no frene nuestra velocidad, en veranos por deshidratación, y en invierno por superficies resbaladizas y la gran cantidad de ropa que molesta nuestros movimientos.

Por lo que respecta a la calidad del entrenamiento en cinta, hay que señalar que es muy parecido al realizado en carretera (mal que les pese a los “machacas”), se puede hacer fondo, series, e incluso con las cintas modernas que se inclinan automáticamente, cuestas. En este punto aconsejaría a l@s veteranos que usaran siempre estos aparatos con un punto de inclinación en cuesta, será un poquito más duro correr, pero así el impacto de los pies en la cinta es mucho más suave, alejando de esta manera las temidas lesiones. Tampoco abuséis de correr con excesiva inclinación durante demasiado tiempo, pues la rótula de la rodilla llega a resentirse sobremanera.

Por último nos queda decidir si comprarnos el aparato o ir al gimnasio. Yo casi no uso la cinta, pero con mi poca experiencia aconsejaría que si tenéis un gimnasio con este aparato cerca, acudáis a él, para empezar no tenéis que comprar el aparato (los buenos son bastante caros), esto unido al ahorro en electricidad y en posibles reparaciones, hace que el pago de las cuotas del gimnasio merezca la pena. También hay que señalar que ejercitarse en cinta provoca bastante ruido, con lo cual si no tenemos un local propio apartado podemos molestar a los vecinos. Otra ventaja de correr en gimnasios, es que al haber (generalmente) varias cintas juntas se puede correr en compañía.

Aunque este aparato es usado incluso por los profesionales, no es ni mucho menos necesario utilizarlo, pero si tenéis uno a mano y os gusta aprovechadlo, al que viva en sitios muy cálidos, muy fríos, o quién solo pueda entrenar de noche, puede sacarle gran partido.

Conozco un lugar en mi mente

donde no concibo la pereza

donde afilo una proeza

de infinito paso al frente.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

El diario del corredor.

Anotar todos nuestros entrenamientos en un cuaderno, puede parecer una tontería, pero muy al contrario nos dará importantes pistas de cuales han sido los entrenamientos, que nos han dado un mejor resultado en las competiciones. Hay solamente dos datos importantes que apuntar en nuestro diario, la duración del entrenamiento y el tipo de ejercicio o series efectuadas (cuestas, series, fartlek, etc.), llegados a este punto muchos preguntarán ¿y los kilómetros?, no me olvido de ellos, pero como ya dije en el capítulo «Kilometraje o minutaje», yo prefiero apuntar el tiempo entrenado, no obstante es igualmente válido apuntar los km. Se pueden apuntar muchos otros datos, cada uno a su gusto, pero no son muy necesarios, y el exceso de datos puede hacer más difícil extraer conclusiones sobre nuestra progresión, tened en cuenta que cuando en el futuro leamos estos datos, conviene que sean bastante claros y concisos, para hacernos una idea de lo entrenado en periodos de tiempo cortos y largos de un solo vistazo.

Para los minuciosos que gusten de tener datos pormenorizados, decirles que pueden disfrutar incluyendo en sus anotaciones gran cantidad de datos secundarios, por ejemplo el peso, pulsaciones, molestias y lesiones, velocidad, etc., hay incluso quien anota la climatología. La lista desde luego puede ser infinita, pero reitero que en mi opinión (por experiencia) nos es mucho más útil un diario sencillo y claro. Para simplificar lo mejor es no anotar lo obvio, como por ejemplo no apuntar que se hacen estiramientos, pues se da por supuesto que tras todos los entrenamientos se hacen. También es útil asignar abreviaturas a ejercicios habituales, así correr durante una hora sería “1h.C.”, y si se hiciera fartlek sería “1h.F.”, dando por supuesto que en esta hora estarían incluidos calentamiento y enfriamiento.

Para los que empiezan a correr (aunque sea en edad avanzada), les es especialmente aconsejable apuntar sus entrenamientos, pues es en los tres primeros años cuando se tiene una gran progresión (repito, también en el caso de veteran@s), que podrá ser mucho mejor dirigida si tenemos datos claros de esta progresión en el tiempo. Además podremos controlar adecuadamente los aumentos  de cantidad y calidad de entrenamiento.

Por su parte l@s felicianos que disfruten solamente trotando tranquilos, no necesitan anotar nada de nada (al final acabaré pasándome a su grupo ¡envidia que me dan!).

Un saludo amig@s.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

La fuerza. Pesas.

La fuerza para l@s corredores, es la capacidad de mover el peso de nuestro cuerpo una distancia corta, lo más rápidamente posible. Necesitamos desarrollar esta potencia, pues sin ella no podríamos ir muy rápidos tampoco en distancias largas. Ciertamente para los corredores de fondo lo primero es la resistencia, adaptaremos por lo tanto los entrenamientos de pesas para mejorar (y no, sustituir) la resistencia. Esto se consigue haciendo ejercicios con cargas de pesos leves, y muchas repeticiones.

Yo no soy muy partidario de meterme en un gimnasio a fortalecerme con los aparatos, sin embargo no descuido el entrenamiento de la fuerza, pero por otros medios. Se puede entrenar perfectamente la fuerza de manera más entretenida, y con menos probabilidades de lesiones si no hemos hecho habitualmente pesas. Mi método es básicamente subir pendientes fuertes y cortas rápidamente, alternando subidas con paso corto y rápido, con otras de paso largo y movimientos amplios, tanto de piernas como de brazos. Las flexiones y abdominales completarán el fortalecimiento de casi toda la musculatura corporal. Otros deportes como la natación y los aparatos estáticos, también son importantes fortalecedores musculares.

A los que les guste el gimnasio adelante con ello, les irá genial, pero como ya he dicho, para este deporte convienen los pesos ligeros y gran cantidad de repeticiones. Quien no tenga gimnasio a mano, siempre puede hacer “gomas” en casa, son unas bandas elásticas que también suelen traer instrucciones con los ejercicios adecuados. Las aconsejo, son baratas, difícilmente lesionan, y son muy beneficiosas para nuestro deporte.

El que quiera mejorar sus tiempos de carrera en cualquier distancia (si maratonianos, vosotr@s también), ha de hacer algún tipo de entrenamiento de fuerza al menos un día a la semana, hemos de tener en cuenta que estos entrenamientos no nos sirven solamente para esprintar más rápido y subir mejor las cuestas, además, los músculos fuertes nos alejan de las lesiones, permiten entrenamientos más fuertes, y a nosotr@s veteran@s nos evita la pérdida muscular típica de la edad.

Me encanta cuando veo veteranos de edad avanzada, que lucen una musculatura poderosa y afinada, es sin duda evidente, que est@s longevos atletas le están haciendo un corte de mangas ni más ni menos que al todopoderoso tiempo. Por tal osadía les felicito de todo corazón. Un saludo.

Hormigas con alma de gigante

eternas buscadoras de gloria

ansían sentir la euforia,

un instante sería bastante.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario

Sobreentrenamiento.

El sobreentrenamiento, es como su mismo nombre indica, una carga excesiva de entrenamiento sobre todo en calidad, en la que se cae por querer progresar demasiado rápido. Sus síntomas son, cansancio general incluso cuando nos levantamos por la mañana, poco apetito, insomnio, y falta de potencia en los entrenamientos (nuestras pulsaciones están muy aceleradas en reposo). En resumen, tenemos una fatiga crónica, y nuestra recuperación es prácticamente nula, incluso tras varios días de reposo. Lo más penoso de todo, es que llegamos a esta situación tras un duro y buen trabajo, vamos cogiendo potencia y conseguimos excelentes tiempos, pero no es suficiente, queremos más, es entonces cuando empezamos a cometer errores, nos saltamos días de descanso, semana tras semana aumentamos kilometraje y velocidad, sin tomarnos ninguna de recuperación. Pero claro, todo esto no nos importa porque vamos como motos, ¡Hoy voy a meterme 15x1500m. a muerte!(bueno, bueno, no será para tanto)¡¡A muerte he dicho!! Y por supuesto llega el día en que el organismo se descarga de fuerza totalmente, por mucha voluntad que tengamos de continuar entrenando, el cuerpo no nos responde, toda nuestra musculatura ha quedado sobrecargada, siendo necesaria una larga temporada de descanso para conseguir su recuperación.

Cuidado veteran@s, somos especialmente propensos a este tipo de problemas, muchos tratamos de calcar periodos de entrenamientos de nuestra juventud, y eso ahora no es posible, para alcanzar la plena forma necesitamos mucho más tiempo de entrenamiento, y que este sea más gradual.

Para un veterano la recuperación de esta dolencia, también debe ser distinta a la de un joven. Los chavales simplemente dejan de correr un mes, y tras otro mes de entrenamiento progresivo están perfectos, pero nosotros no podemos permitirnos el lujo de quedarnos un mes absolutamente parados, pues en él perderíamos toda nuestra musculatura, y después puede costarnos incluso ¡un año! recuperar lo perdido.

La recuperación idónea del sobreentrenamiento de veteranos (aconsejable también para jóvenes) se hará de la siguiente manera. Primero nos olvidaremos del entrenamiento que llevábamos hasta ahora, y durante un mes haremos semanalmente los siguientes ejercicios, tres días caminaremos ligeros durante una hora, dos días trotaremos suavemente durante 45 minutos, y los otros dos días serán de descanso total. Si se tiene la buena suerte de tener un sitio donde nadar cercano, sustituir dos días de caminar por natación (cada un@ a su nivel), sería enormemente beneficioso para esta dolencia. Los estiramientos tras cualquier ejercicio siguen siendo imprescindibles. Es incluso aconsejable ganar un par de kilitos con una alimentación sana y abundante, para que nuestro cuerpo se colme de todas las posibles carencias, contraídas por el entrenamiento excesivo. No os preocupéis por este sobrepeso momentáneo, ya se eliminará con la vuelta a los entrenamientos habituales.

Al que solo le guste correr sin velocidad que no se preocupe, nunca le asaltará esta dolencia por muchos kilómetros que haga (a no ser que la fatiga sea psicológica), pero a los que forzáis la velocidad, ojo cuando estáis en estado de gracia, no abuséis eliminando descansos, la avaricia rompe el saco. Un saludo.

Posted in Sin categoría | Deja un comentario
Ir a la barra de herramientas