Nuestro amigo Rommel, un fondista muy veterano pide casi un imposible, conseguir velocidad en tres semanas para correr una milla. Por supuesto no puede ser razonable mejorar en tan corto espacio de tiempo, pero ciertamente siempre se puede hacer algo para conseguir arañar unos segundos al crono. Para ello hemos de buscar dos requisitos en este entrenamiento exprés, la efectividad y por supuesto evitar en lo posible las lesiones.
Hola Rommel, con tan sólo tres semanas no podrás mejorar casi nada tu velocidad y mucho menos a tu edad, hay que ser realistas. Pero no todo son malas noticias para ti, la milla es lo suficientemente larga como para que la potencia tenga también máxima importancia, y ahí sí que puedes mejorar un poco con entrenamientos de cuestas. Te aconsejo lo siguiente:
Tu sesión de entrenamiento ideal para mejorar en potencia consistiría en una hora de cuestas. Deberías empezar con 20m., al menos de calentamiento, y después 30m., realizando aceleraciones en cuestas (si son de diferentes desniveles mejor), de unos 30 a 50 segundos de duración, las bajadas recuperando despacito. Debes terminar cada aceleración con la sensación de que podrías haber ido algo más rápido, o sea, guardando un poco de fuerza para las siguientes. Las recuperaciones han de ser casi totales.
En las subidas céntrate en un correr potente, tanto de braceo como de zancada, pero de vez en cuando haz también alguna subida con braceo y zancadas cortos y rápidos.
Para finalizar enfría corriendo 10 minutos lento y a estirar.
Debes realizar este ejercicio dos veces a la semana, y el día que lo practiques, no hagas ningún otro tipo de entrenamiento para poder asimilar el esfuerzo.
Esta es la única manera en que puedes mejorar tus tiempos para la milla sin lesionarte. Si hubieras tenido dos o tres meses más de tiempo para entrenar, tu mejora hubiera sido brutal.
Yo en tu lugar Rommel, haría dos días de estas cuestas también en el entrenamiento para el ultrafondo, pues mejorar la potencia muscular también mejora la resistencia. Prueba durante una temporada, y verás como a pesar de la edad mejoras de forma notable tu crono en todas las distancias. Que pierdas kilómetros semanales de correr por ello no te perjudicará, es más, no me cabe duda de que te sorprenderías con los resultados.
Espero que todos seáis conscientes de las limitaciones de unas pocas semanas de entrenamiento, el cuerpo humano necesita de tiempo para reconstruirse, y en eso no existen los atajos. En caso de necesidad podemos poner un parche, pero no esperéis ningún tipo de milagro. Un saludo amig@s.

Este año dos mil trece, de número tan nefasto para muchos, no lo ha sido para mí, al menos en el plano del atletismo. A los cuarenta y siete años he realizado la mejor temporada de mi vida ¡con diferencia! Comencé en invierno realizando dos carreras de preparación, completando después ocho competiciones a lo largo del año, de ellas conseguí terminar tercero en tres, y ganar la competición absoluta en las otras cinco. Alguno podría pensar que he tenido suerte de no enfrentarme a competidores de calidad, pero muy al contrario he superado a atletas que me han ganado durante años, batiendo para ello en varias ocasiones mis marcas personales en las carreras. Todos estos sorprendentes resultados, unido a importantes logros que también son comunicados, por atletas que han seguido los consejos de este blog, dejan muy claro que l@s veteran@s debemos regirnos por un entrenamiento específico para nuestra edad. Todo esto sin menoscabo de poder tener un gran nivel, dentro de nuestras capacidades personales. Básicamente, un atleta veteran@ debería tomarse dos días semanales de descanso, realizar sus series en ligera cuesta arriba, hacer un día de deporte alternativo, dormir al menos ocho horas, y utilizar siempre calzado que amortigüe al máximo. Adaptando estas normas a cualquier entrenamiento, se consigue un gran nivel con muy bajas posibilidades de lesión. Por mi parte, disfruto ahora de un largo descanso invernal, y espero y deseo que todos vosotr@s disfrutéis otro año más del atletismo.
José es un corredor veterano con hijas pequeñas, trabajo (bienaventurado él), y por lo tanto falto de tiempo para descansar. Cuando a esto se le suma una gran capacidad para acumular duros entrenamientos, con poco descanso, el resultado es el agotamiento con resultados mediocres en competición, acompañado de problemas musculares. Todo el conjunto suele terminar en lesión. La solución en estos casos no puede ser absolutamente satisfactoria, pero con una serie de medidas de “descarga” podemos evitar lesionarnos, sin perder calidad. Su caso es tan típico, que creo que merece la pena interesarnos por él, pues casi
Últimamente han coincidido en una lesión idéntica, dos de los más insignes veteranos del panorama nacional, Ion Arzubialde y el campeón Martín Fiz comparten por desgracia sendas fracturas de estrés en los metatarsos. ¡Cuando veas las barbas de tu vecino cortar…..!
Este fin de semana se celebraba una nueva edición de la carrera de la mujer en Vitoria-Gasteiz. Por desgracia el tiempo continuó tan desapacible como en días anteriores, lo que me condujo a temer que este año, a pesar de agotarse las 4000 inscripciones disponibles, muchas corredoras optarían finalmente por no acudir a la lluviosa cita, pero una vez más, las chicas me sorprendieron con su tesón y valentía cuando el reto merece la pena.
El peso corporal, como ya comenté hace tres años en el artículo

